Recuerdos y tesoros invaluables en el Museo La Familia
Sobre 20,000 piezas alberga este espacio en los bajos de la casa de don Ismael Torres Maldonado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Los bajos del hogar de Israel Torres Maldonado se conocen como el Museo La Familia de Luquillo. Ubicadas en el barrio Sabana, unas tres naves en la propiedad del coleccionista de 76 años albergan sobre 20 mil piezas, muchas de ellas antigüedades, piezas de colección y curiosidades que Torres Maldonado ha dedicado gran parte de las últimas cuatro décadas, a localizar y adquirir.
Señales del desaparecido sistema ferroviario de la Isla, teléfonos antiguos, juguetes de antaño, botellas, latas, envases antiguos, cajas de productos que ya no se fabrican, anclas de barcos, yunques, yuntas de bueyes con el azadón de arar y herramientas son solo algunos de los artefactos que pueblan el peculiar museo, fundado a finales de la década del 90. La procedencia de algunos de estos artefactos -principalmente los asociados a productos comerciales- es fácil de establecer por las envolturas, los colores, el tipo de envase, la tipografía y la impresión. Por ejemplo, latas de refresco y cervezas de distintas épocas, botellas de cristal de una popular marca de líquido para blanquear y desinfectar y jarras de cristal utilizadas para la entrega de leche.
Sin embargo otros, como una numerosa colección de herramientas que el exempleado del Servicio Forestal de los Estados Unidos asegura se utilizaban en la operación del tren, faroles antiguos que según el coleccionista, eran usados en la iluminación del ferrocarril o una impresionante armadura de hierro a la entrada del museo, carecen de mayor información para establecer su autenticidad o procedencia. “Yo soy bien olvidadizo para todo. Yo me acuerdo de tres cosas, fecha de nacimiento, seguro social y mi número de licencia”, contestó, al preguntarle cómo algunos de esos objetos llegaron a sus manos.
Sin embargo explicó que algunas de las colecciones las heredó de su padre, con quien se dedicó a trabajar en diferentes oficios después de abandonar la escuela a temprana edad. Aunque la gran mayoría las ha conseguido a fuerza de trabajo y sacrificio. “El papá mío me dejó algo. Yo fui consiguiendo, negociando, trabajaba por las cosas a veces”. Torres Maldonado también ha invertido mucho tiempo visitando lugares en busca de objetos antiguos. “Yo iba mucho a Mayagüez, San Sebastián, a Las Piedras, a los pulgueros, galleras, las ferias”, dijo.
Fotos de políticos, jeringas, botellas de suero, camillas antiguas, vestimentas de otras épocas, muñecas, teléfonos celulares, guantes de béisbol y equipo deportivo antiguo también forman parte de los artículos que se exhiben en el lugar. Torres Maldonado también mostró al menos dos cajas llenas de lo que aparentan ser piezas de arqueología taína que ha encontrado en las cercanías de El Yunque y de otros lugares.
En la pared de una de las salas también cuelgan una cantidad de grilletes, cadenas y candados que Torres Maldonado sospecha, fueron utilizados en algún momento en alguna de las cárceles del País o por hacendados de la caña que trataban con esclavos. También posee una amplia variedad de carimbos antiguos, pero aseguró que esos hierros eran utilizados para marcar ganado, no esclavos.
Ante la falta de documentación sobre la gran mayoría de los artefactos, tales como periodo de fabricación, usos, o lugares de procedencia, Torres Maldonado reconoció que necesita ayuda de algún ente externo, ya sea alguna agencia de gobierno u organizaciones privadas, en el manejo y conservación de sus colecciones. “El alcalde (de Luquillo) quiere ayudarme, pero no tiene recursos. Yo estoy viejo ya, pero es que esto me gusta”, sostuvo.
Al menos en varias ocasiones, el coleccionista luquillense ha intentado ponerse en contacto con alguno de los programas de televisión por suscripción como ‘American Pickers’ del History Channel o ‘Swap Shop’ de Netflix, en los que conocedores sobre antigüedades y compradores se dedican a la búsqueda de tesoros en ventas de garaje y/o colecciones privadas, pero no ha tenido el éxito. De hecho, en al menos una ocasión, Torres Maldonado intentó adquirir una pieza del ferrocarril de uno de estos coleccionistas, para lo que -reveló- hizo un préstamo de $10 mil, pero el valor de la pieza excedió su presupuesto y no pudo comprarla.
Torres Maldonado no pudo adjudicarle un valor estimado al esfuerzo de toda una vida para adquirir los objetos que componen su colección, aunque reconoce que ha gastado mucho dinero. “Yo no quiero decir. Nunca he sacado cuenta. No sé”, respondió. Aunque reveló que tiene planes de vender algunas de sus colecciones para liberar espacio y que le preocupa que quizá en algunos años no pueda continuar con su tarea, los esfuerzos de Torres Maldonado se concentran en una sola cosa. “Yo quiero que la gente venga y vea y aprecie lo que tenemos”, sostuvo.
El Museo La Familia está localizado en la carretera 983, kilómetro 5.9, del barrio Sabana de Luquillo. Para visitar el museo, puede comunicarse con Torres Maldonado al 787-889-5368.