Un 15 de febrero de 1978, el municipio de Aguas Buenas se estremeció con la tragedia de un accidente en el que fallecieron 11 niños y 52 resultaron heridos.

Viajaban en un autobús escolar cuando, a eso de las 6:15 de la mañana, el transporte se quedó sin frenos mientras bajaba una cuesta y cayó por un risco.

El suceso marcó un antes y un después en la historia de este municipio.

Como un espacio de recuerdo y en memoria de las víctimas, el entonces alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, padre, quien nació y creció en este pueblo, erigió el “Monumento 15 de febrero” en el barrio Juan Asencio, donde ocurrió la desgracia.

“En ese momento yo estaba pequeña y recuerdo que se escuchaban los helicópteros que los llevaban a lo que era el Hospital Regional de Caguas. Una familia perdió los tres hijos que tenían y otra perdió dos niños”, dijo Rosa Rivera, directora de cultura y turismo del municipio de Aguas Buenas.

“Lo que recuerdo es el revolú de sirenas que se escuchaban y me cuentan que, entre todos los vecinos, siguieron bajando e hicieron como una escalera humana y por ahí iban acomodando a los niños, según los iban trayendo”, relató, por su parte, Saida Cartagena, guía turística de esta ciudad.

Monumento 15 de febrero
Monumento 15 de febrero (XAVIER GARCIA)

Desde entonces, cada año, como una promesa impostergable, los aguabonenses se reúnen en el lugar, en el que se instalaron 11 tarjas con los nombres de los menores fallecidos para rendirle tributo.

“Aquí se unió el pueblo y, pueblos limítrofes, para ese suceso. Todos los años, se conmemora el día de ellos, el 15 de febrero, es algo que marcó nuestra historia y nos unió como pueblo”, comentó Rivera.

El “Monumento 15 de febrero” es frecuentado anualmente por cientos de turistas locales y extranjeros.

Otro de los espacios, que forman parte de los atractivos de la “Ciudad de las Aguas Claras” es la Plaza Pública Luis A. Ferré Aguayo.

El lugar se fundó el 25 de mayo de 1838 y es el rincón predilecto de muchos residentes que se asoman al casco urbano para entablar conversaciones con los compueblanos o hacer compras en los comercios de allí.

De ahí, se aprecia la Parroquia Los Tres Santos Reyes, un templo de la iglesia católica establecido en el 1925 y dirigido desde el 1936 por los Padres Rentoristas. Su techo triangular lo resalta sobre otras estructuras del centro urbano.

Parroquia Los Tres Santos Reyes
Parroquia Los Tres Santos Reyes (XAVIER GARCIA)

“Hubo una especie de reconciliación porque el pueblo siempre tuvo devoción por la Virgen de La Monserrate y, por alguna razón, al obispo le dio por nombrar a esta parroquia Los Tres Santos Reyes y se llevaron la virgen a un campo, donde fue el accidente de la guagua escolar. El pueblo como que no quedó conforme y hubo unos jóvenes que la buscaron. La patrona del pueblo es la Virgen de La Monserrate, pero en el caso de nosotros tenemos dos patrones: los Tres Santos Reyes y la Virgen de la Monserrate y este año quisimos unir ambos patrones y crear como un santo”, explicó el diácono, Felipe Flores, acerca de las esculturas que se exhiben dentro del templo.

Aguas Buenas cuenta con otra parroquia llamada Espíritu Santo.

La Casa de Arte y Cultura Francisco “Paquito” Díaz

Esta edificación criolla de madera y zinc fue construida a principios de la década del 30. Fue la residencia de don Disdier y su esposa, Josefina Disdier, quien era la visionaria de la familia y convirtió el espacio en uno de enfoque comercial.

En un principio crearon allí El Casino de Aguas Buenas, lugar donde los militares llegaban desde la capital a pasar sus tiempos de descanso.

Ya para la década del 40, mientras el mundo vivía tiempos de guerra, esta estructura sirvió como sede de la oficina del servicio selectivo. Una vez cesó el conflicto bélico, la familia decidió convertir el lugar en un espacio comercial. Entonces, llegó a ser desde una heladería, funeraria “Puerta del Cielo”, una tienda de zapatos, hasta el bar Viernes 13, el cual fue atendido por el nieto del matrimonio, Disdier Díaz.

La Casa de Arte y Cultura Francisco “Paquito” Díaz
La Casa de Arte y Cultura Francisco “Paquito” Díaz (XAVIER GARCIA)

“Una vez cierran las puertas, la casa cultural empieza a surgir. En el 2014, don Francisco “Paquito” Díaz, quien es responsable de crear los símbolos eternos: la bandera y el escudo, dona el espacio para hacer la casa cultural. Ahora, esta estructura alberga salones de arte, se brindan clases de música y también pasó a ser un espacio donde se conservan objetos antiguos”, comentó la guía turística del municipio tras destacar que la estructura también es sede de exposiciones de artistas locales.

“Encierra parte de nuestra historia, nuestra cultura. Tenemos un espacio, donde se trabaja el arte, hay espacio para talleres, se dan clases de guitarra, de manualidades y pintura”, sostuvo Cartagena.

Centro Recreativo La Charca

Ubicado en la carretera 174, en ruta hacia las montañas y en medio de un ambiente que inspira paz, ubica el Centro Recreativo La Charca, administrado por el municipio desde la década del 90.

El centro cuenta con piscina, un auditorio al aire libre con capacidad para 150 personas y un parque. Para información adicional, pueden llamar a la Oficina de Desarrollo Económico Municipal al 787-732-4700, extensión 2211.