Recorrer los campos y áreas verdes, como el Bosque Cambalache, entre los municipios de Arecibo y Barceloneta, para avistar distintas especies de aves endémicas en su hábitat natural, y de esta forma promover el turismo y emprender, fue el norte que se fijó hace 12 años el barcelonetense Gabriel Lugo Ortiz, guía certificado para ejecutar esta encomienda.

La iniciativa, que curiosamente mueve al turista extranjero y muy poco al local, ha atraído numerosas visitas a la región norte. De hecho, algunos ornitólogos, dedicados al estudio de las aves, incluso, han logrado ver 12 de las 17 especies de aves endémicas del país, entre las que figuran el pájaro bobo mayor, San Pedrito, zumbador verde, comeñame, bien-te-veo, carpintero, reinita mariposera, reina mora, el múcaro, zumbadorcito, el juí y la calandria, contó el guía.

También hay murciélagos y reptiles, como la culebra puertorriqueña y una gran variedad de mariposas raras. Los recorridos se llevan a cabo, principalmente, en la mañana para aprovechar la actividad de las aves; sin embargo, algunos se dan durante la noche para observar las de actividad nocturna como el múcaro.

“El 99% (de los visitantes) llega de Estados Unidos; el mes pasado tuve un cliente de Vietnam que sus hijos viven en Estados Unidos y quiso aprovechar. Otros pocos llegan desde Inglaterra. La temporada alta es de octubre hasta mayo. Este tiempo de pandemia se afectó el movimiento de extranjeros; pero desde que empezaron la vacunas la gente empezó a llamar para hacer los tours”, dijo el hombre miembro activo de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, Inc. (SOPI).

Gabriel Lugo Ortiz, guía.
Gabriel Lugo Ortiz, guía. (Isabel Ferré Sadurní)

Cada recorrido va a depender del paquete que escoja el turista. Para eso, Lugo Ortiz hasta tiene opciones “all inclusive”.

“Todo es por cita, preacordado y todo organizado. Mis tours son todo incluido. Yo te recojo, te ofrezco toda la transportación, comidas y estadía en hoteles y, por supuesto, el guía que soy yo… Mi trabajo es facilitarles a ellos ver la mayor cantidad de aves y verlas bien. Mayormente el paquete es de 5 a 6 días”, dijo el también fotógrafo de aves. Los grupos fluctúan de entre 4 a 14 personas.

El tiempo que toma ver un ave “bien vista” dependerá de la habilidad del turista, ya que tiene que reaccionar al movimiento de la especie mientras camina por el bosque. “Te sorprendería ver en los lugares donde nos detenemos a observar aves. Uno de los principales lugares cuando vengo de San Juan, es el peaje de Manatí. Esa área de palmas y de arbolitos pequeños es espectacular para aves. También voy a un lugar aquí en Barceloneta, un camino vecinal donde por ahí nadie pasa y allí veo otro bonche de aves. Y aquí en Cambalache donde desde la entrada vas viendo la variedad que hay”, sostuvo el guía.

El Bosque Estatal de Cambalache.
El Bosque Estatal de Cambalache. (Isabel Ferré Sadurní)

Pero otra de las alternativas que presenta Lugo Ortiz a sus clientes es un tour por La Parguera en Lajas. “En los tours que yo hago nos enfocamos en aves y hay una noche que vamos a la bahía bioluminiscente, si el grupo quiere. Pero hay que recordar que el grupo es mixto. Grupo que se conocen aquí, son de diferentes lugares, culturas y pensamientos”, argumentó.

“Un tour normal tiene entre 4 a 7 personas; pero igual hasta de 14 personas. El recorrido comienza desde que yo los busco en el aeropuerto. Barceloneta es el día 1 del tour de cinco días. Aquí yo veo muchas de las endémicas y, de acuerdo como me vaya aquí, esa mañana y ese día, yo determino dónde ir los siguientes días. Yo voy mayormente aquí (Barceloneta), algunos de los pueblos del norte, centro y sur. Los hospedo aquí en la zona de Manatí. El propósito principal es ver aves, pero todo lo que esté en el medio se va: árboles, mariposas, serpientes; hasta un día de playa se le incluye. Todo depende del interés del grupo”, dijo el un educador innato en temas de naturaleza.

Paloma turca.
Paloma turca. (Isabel Ferré Sadurní)

Aunque lamenta que en Puerto Rico no se haya desarrollado esta cultura, sí asegura que tanto la SOPI como los guías independientes hacen un gran esfuerzo para cultivar el interés de los locales por la ornitología. “Poco a poco; es un reto para las organizaciones locales que nos dedicamos a educar sobre las aves. Pero podemos lograr acaparar el mercado local, principalmente con fines educativos”, manifestó esperanzado.

Para información adicional, puede acceder www.gabriellugo.com.