No importa cuántas veces visite la Cueva del Indio en Arecibo, siempre querrá regresar a deleitarse con esta impresionante área costera rocosa de arcos naturales y pintorescas cavernas plasmadas con antiguos petroglifos, que hacen del lugar un tesoro invaluable.

Basta con subir entre las piedras que dan acceso a uno de los paisajes más espectaculares que posee la Isla, con una amplia vista al litoral arecibeño bañado por las aguas turquesas del océano Atlántico y desde donde se aprecian otros encantos de La Villa del Capitán Correa.

De hecho, fue declarada Reserva Natural a finales del siglo 20 y como Reserva Marina en el 2015, y cuenta con un alto valor en la flora y fauna ya que desde allí se pueden apreciar diversidad de aves migratorias y sus grandes acantilados.

De acuerdo con el atleta profesional y comerciante arecibeño, Eulises Suárez López, “la Cueva del Indio representa para todos nosotros una gran historia, que lo que decimos es que nuestros antepasados indígenas nos dejaron ahí una historia, unos escritos y obviamente, en la Cueva del Indio siempre se descubre algo nuevo”.

“Hay cuevas que no son fáciles para el que no conoce, pero de diferentes cuevas que tiene la Cueva del Indio, hay unas partecitas que la gente entra y son como pequeños cuartos a donde se sigue encontrando historia. A raíz de eso, es la fama de esta cueva y el auge de miles de personas en visitarla”, acotó Suárez López, residente del barrio Islote.

Explicó que el lugar puede resultar “engañoso para quien lo visita por primera vez porque estás viendo la playa en cierta área, por donde la persona decida entrar, hay muchos árboles de almendra, arbustos y palmas”.

“La persona que nunca ha ido no imagina lo que se va a encontrar. Cuando va subiendo por las piedras, ahí el panorama cambia porque tan pronto comienzas a subir, estás conectando con toda la vista hermosa que tiene Arecibo; por el lado izquierdo puedes ver el faro de Arecibo y cuando estás arriba, saca un suspiro como que: ‘Wow, esto es Puerto Rico”, describió el hombre de 40 años.

“Ahora, cuando empiezan a caminar y ven el acantilado de las piedras, cómo las olas van golpeando las piedras, o la misma cueva que se ve desde arriba. Antes, había una escalera que ya no está, por una decisión del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales”, lamentó.

El arecibeño, quien regularmente lleva a otros a visitar el área donde creció, enumeró algunas actividades que se pueden hacer en el lugar, entre estas, caminar, escalar y ‘snorkeling’.

Sin embargo, advirtió el peligro que puede enfrentar aquel que no conozca los misterios del mar.

“Es un área super recomendable, tanto para escalar por encima de las piedras, entrar por la arena con chapaletas y careta de ‘snorkeling’ con ambiente de ola pequeño. Ahí es otro ambiente asombroso porque puedes apreciar la vida marina. Si las olas están altas, puedes bordear la piedra y ver la Cueva desde otro punto de vista, pero claro, debe saber nadar para entender lo que está haciendo, pero al lograrlo es sumamente increíble”, confesó.

“Tenemos la parte rocosa, pero también hay piedras con filo que son piedras volcánicas. Las personas no deben acercase mucho a la orilla porque el viento es muy fuerte y hay que tener precaución para que a la persona no le dé vértigo. Los vientos te pueden empujar y es más fácil perder el balance”, recalcó el propietario del negocio Offshore Acai Bar en la playa Caza y Pesca.

Finalmente, confesó que, aunque se crió en la zona, no se cansa de disfrutar de este regalo de la naturaleza, que actualmente enfrenta una polémica por la falta de acceso gratuito, tal como gozaba antes su comunidad.

“Es totalmente increíble que, aunque yo sea de aquí, no me canso de verlo, desde las piedras hasta entrar por dentro del agua. Esto ha traído, lamentablemente, la polémica que hay de estas personas que están cobrando la entrada. Aparte de eso, la Cueva del Indio es una historia que nunca ha cesado, durante años y años, el visitante local y el turista quiere siempre saber más”, concluyó.