La bomba repica fuerte en La Perla
Todos los viernes se arma tremendo bembé en este colorido barrio de la capital.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Cada viernes, a las 5:00 de la tarde, justo cuando cae el sol, se empieza a sentir el repique de tambores en la Plaza del Malecón de La Perla, en el Viejo San Juan y al son de bomba se forma tremendo evento cultural.
Allí convergen residentes y visitantes del barrio en el llamado Batey Comunitario La Plaza del Negro, una iniciativa que nació en 2019 de la autogestión comunitaria tras la culminación de talleres educativos enfocados en la construcción de barriles y los diferentes ritmos y bailes de la bomba.
El proyecto, dirigido por William Cepeda y asistido por recursos como la maestra de baile Maribella Burgos, el percusionista John Rivera y los artesanos de barriles Juan Fuente y Enrique Anqueira, dio paso a que vecinos de La Perla como Keyla Báez Rosado se contagiaran con este ritmo caribeño.
Y así fue como, al finalizar los talleres, Báez Rosado propuso al resto de los alumnos continuar reuniéndose para poner en práctica el conocimiento adquirido.
“Yo le digo al corillo: ‘mira, yo voy a utilizar la plaza, o sea, voy a subir con las nenas a la plaza, no voy a permitir que pase nada ilegal. El que quiera unirse se une, el que no, no’. Y así empezó todo”, contó la joven de 32 años.
Pequeños grupos de familias comenzaron a frecuentar la plaza todos los viernes y poco a poco siguieron sumándose hasta formar el tremendo bembé que de los viernes.
“Realmente se ha tornado en una belleza increíble. Hemos pintado la plaza, hemos puesto focos solares, tenemos el proyecto de Kokobalé para los niños… Después de las 5:00 p.m., todo el mundo sabe que en La Perla se llega con su barril, (que) hay un batey y micrófono abierto. Es un lugar de sanación donde realmente no importa si sabes tocar o no sabes tocar, aquí estamos dispuestos a enseñarte lo poco que nosotros sabemos, porque realmente lo que llevamos son tres años”, contó muy entusiasmada Báez Rosado.
De hecho, la familia de este batey comunitario sobrepasó los 110 viernes ininterrumpidos de “encender” el barrio con buena música.
Justo antes del atardecer, se ven pequeños grupos de familias y amigos llegar hasta la colorida barriada de la capital con sus sillas de playa, barriles, maracas y faldas para disfrutar del encuentro cultural próximo a comenzar y en el que una vez al mes se realizan, además, conversatorios con maestros de la bomba.
“Vemos cuánta gente está bien interesada en aprender de su cultura, pero no tienen el dinero para poder hacerlo. Entonces, el batey ha seguido creciendo porque es la misma gente que ha venido a aprender, se ha quedado y hasta han construido su propio barril”, manifestó Báez Rosado.
La iniciativa, producto de un junte de voluntades, ha calado profundo en la gente.
“Es un espacio muy especial que nos ha hecho sanar muchas cosas y entender otras. Se ha desarrollado la creatividad de una comunidad y me encantaría que esto se replicara en muchos lugares, que esta iniciativa que se dio aquí orgánica, de gestión comunitaria, nos hace entender que es algo posible y me gustaría que pasara más”, expresó Rashelle Burns, residente del Viejo San Juan.
“Estoy superorgullosa, realmente se le ha cambiado la forma de la gente ver el barrio. Mucha gente no se atrevía a venir a La Perla por x o y razón, pero ahora mismo vienen a tocar bomba, a verla. Ahora, tú vas a Mayagüez, por ejemplo, y te dicen ‘un saludo a la gente de La Perla que está por ahí, (los) de la bomba’, y realmente eso es bien bonito, por lo menos yo que soy nacida y criada aquí, y ver en ese punto la evolución de que por lo menos le están cogiendo aprecio al barrio, es bien bonito y se siente bien lindo”, añadió.
Gracias a donativos de visitantes han comprado micrófonos, bocinas y costeado diferentes talleres de baile para los niños, como el Kokobalé, el cual se ofrece todos los viernes a las 4:00 p.m. Así mismo, el artesano Manny Vázquez se ha encargado de enseñar, gratuitamente, a construir barriles y tambores a todo aquel interesado en elaborarlos por sí mismo.
“(Dentro de los planes futuros está) seguir sumando gente, seguir uniendo niños, seguir dándoles ese conocimiento porque ellos son nuestro futuro. Realmente la bomba estaba a punto de morir, era como que ya no había mucho en la bomba y ahora que tenemos este ‘boom’ que está surgiendo por todos lados, pues mira, hacer que cada niño tenga un barril de bomba o que una niña (tenga) una falda; o sea, si no quiere tocar bomba o bailar, pues el ‘cuá’ o la maraca”, concluyó Báez Rosado.
Las actividades en el “Batey Comunitario La Plaza del Negro”, comienzan todos los viernes a las 4:00 p.m. con el taller de baile para niños, seguido con el conversatorio que se ofrece una vez al mes. A partir de las 5:00 p.m., inicia la música hasta las 10:00 p.m.