Guaynabo sorprende por su oferta turística
El municipio cuenta con variedad de museos, plazas, parques y mucho más.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Más allá de catalogarse como una “ciudad de cinco estrellas”, por presentar una oferta de altura para el turismo en sus diversos renglones, Guaynabo ostenta una riqueza histórico-cultural que cautiva la atención de sus visitantes a través de una huella que data de la conquista española.
Allí se estableció el primer asentamiento permanente fundado en la Isla por Juan Ponce de León en 1508, cuya herencia puede ser apreciada mediante el Museo y Parque Histórico Ruinas de Caparra, el cual conserva piezas representativas de la época, incluyendo artículos, documentos históricos y arqueológicos.
Según el director del Programa de Patrimonio Histórico Edificado del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Héctor Balvanera Alfaro, “las Ruinas de Caparra son la evidencia de un signo cultural e histórico de incalculable valor”.
Al describir los remanentes de la estructura donde vivió Ponce de León, que fue el primer gobernador de Puerto Rico, el también arquitecto conservacionista resaltó que, “los materiales que tenemos aquí son este signo cultural de conservarlo, es una evidencia material que nos marca el epicentro de toda la historia”.
Entre los artículos que exhibe el museo, “hay armas, vestimenta, vasijas, documentos históricos y evidencias arqueológicas que responden a la era de la conquista y colonización española en la Isla”.
En el recorrido histórico por Guaynabo hay que resaltar la parroquia San Pedro Mártir, ubicada en los alrededores de la plaza de recreo. La estructura fue edificada en 1765 y ha sido eje de importantes acontecimientos, tales como el bautizo de madre Dominga Guzmán Florit, cuya causa está en proceso de beatificación por la Iglesia Católica.
Dentro de la capilla, que representa “uno de los lugares más visitados”, según el párroco, monseñor Mario Alberto Guijarro, “se puede divisar el Cristo Crucificado que data de 1918″. La iglesia fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos.
De otra parte, la “ciudad de los conquistadores” es reconocida por sus llamativas rotondas, que presentan hermosas obras inspiradas por varios artistas.
El director de la Oficina de Arte, Cultura y Turismo del Municipio de Guaynabo, Carlos Santiago Santana, manifestó que, “el pueblo completo es un museo; de la música, el deporte y la transportación. Por dondequiera que transiten podrán ver una obra”.
Según Santiago Santana, el turista local es quien más visita esta municipalidad en busca de disfrutar sus atractivos.
“La mayoría de estos atractivos se concentran en la zona urbana, como el antiguo edificio del telégrafo, la plaza de recreo Román Baldorioty de Castro, que mantiene un estilo clásico. Igualmente, la iglesia católica San Pedro Mártir y una gigantesca fuente de agua complementan el ambiente refrescante de la zona”, apuntó.
“Frente a la plaza está la antigua Casa Alcaldía, que ahora es ocupada por Atlantic University. Al ser un edificio histórico hay piezas que se mantienen intactas, como la tarja que contiene el nombre de todos los alcaldes de Guaynabo”, agregó.
Otro de los lugares más visitados es la Plaza de los Comerciantes, ubicada entre las calles Cecilio Urbino y José de Diego del casco urbano, que ofrece un reconocimiento a aquellos que marcaron los orígenes de la actividad económica en la ciudad. Se trata de un espacio abierto a donde el local y el visitante pueden deleitarse con una variedad de mosaicos que representan “los rostros de aquellas personas que fueron creando el Guaynabo que conocemos hoy”.
“Este es uno de los pueblos que más comercio local tiene. Aquí pueden ver nombres y rostros de importantes comerciantes, entre estos, de colmados, panaderías, lechoneras, entre otros comercios que tienen su espacio de reconocimiento en esa zona. Ellos fueron emprendedores de nuestro Guaynabo”, insistió.
A pasos del lugar, se encuentra la Plaza de los Artistas, que contiene docenas de obras plásticas, representativas de las comunidades de Guaynabo.
“La mayoría de estas piezas están diseñadas en metal, en cobre y aluminio. Además, en este lugar se pueden disfrutar de las obras de los escultores Ramon Berríos, Carmen Inés Blondet, Archie Cortés, Carlos Guzmán, Heriberto Nieves, Harak Rubio, Pablo Rubio, Linda Sánchez y Luis Torruella”, acotó.
Otra de las joyas arquitectónicas es el edificio que albergó el antiguo telégrafo en la calle Carazo, una estructura que data de 1947 y que actualmente ocupa oficinas privadas.
Al salir del área urbana, se encuentra el Mirador El Gavilán, “una especie de tablado que ubica en la carretera PR-835 en ruta hacia (el parque forestal) la Marquesa y desde donde las personas pueden apreciar la belleza natural de la zona y de municipios circundantes”.
“El lugar tiene gazebos y unas gigantes sillas de madera, con el escudo y la bandera de Guaynabo. Además, también tenemos otros proyectos como el único parque forestal que es La Marquesa, que abrirá entre los meses de diciembre y enero, con trenes, funicular y las siembras de cacao”, destacó.
Para finalizar, otro de los espacios que se puede disfrutar en este pueblo es el Paseo Tablado de Guaynabo, un concepto que reúne varios kioscos de comida y bebida. El lugar permanece cerrado debido a trabajos de reconstrucción. No se ha precisado fecha de reapertura.