Llegar a la Finca Figueroa en Añasco es dejar atrás el bullicio de la ciudad para adentrarse en la relajante experiencia del campo sin tener que viajar muy lejos, donde el huésped estará en contacto con la naturaleza.

Allí, el visitante encontrará la manera de desconectarse de su rutina diaria en medio de abundante vegetación, el cantar de las aves y la tranquilidad que ofrece el renovado destino propiedad de Jennifer Figueroa Correa y su padre, José.

Esta familia añasqueña abrió su espacio personal en el 2019, cuando comenzó a trabajar el concepto para recibir a otras personas con el propósito de compartir el secreto de su bienestar.

“Finca Figueroa es un espacio donde contamos con tres hospederías dentro de la misma finca. Son tres conceptos totalmente diferentes, pero siempre enfocados en lo que es la naturaleza. Nuestra finca cuenta con más de 160 árboles frutales de diferentes tipos, tanto locales como exóticos, y todos los huéspedes pueden caminar por las veredas y ver nuestros árboles”, explicó Jennifer quien funge como administradora del lugar.

De acuerdo con la joven empresaria, la Casa Antigua es el primer concepto de las estancias y evoca una vivienda de la década del 50, construida hace más de 20 años con madera reciclada del huracán Georges.

“En la Casa Antigua, el concepto es recordando e imitando una casa de los años 50 con sus muebles, cama, la decoración está enfocada en ese tipo de propiedad. Tiene una capacidad máxima para seis personas, con su piscina y baño privado, al igual que las otras estancias”, sostuvo la fémina quien cuenta con una maestría en periodismo digital de la Universidad del Sagrado Corazón.

Mientras que la Tiny House, es otra alternativa parecida a una casa de muñecas erigida en un árbol en medio de la nada.

“La trabajamos en el 2020 y, aunque tiene material reciclado, es de madera, pero es un concepto de una casa pequeñita con los elementos básicos de una estancia donde puedes cocinar tu propia comida y también tiene piscina privada”, manifestó al mencionar que este concepto alberga familias de hasta cuatro integrantes.

La tercera estancia está enclavada al tope de la montaña simulando la típica casa de madera. “Es la Casita del Cielo y para llegar hay que caminar un poquito más y es más moderna que las otras, aunque sigue siendo de madera, tiene piscina privada, pero para las personas que buscan un poco más de comodidad, le pusimos aire acondicionado”.

Por su parte, Figueroa, padre, relató que adquirió la finca en 1985 para ayudar a su madre que confeccionaba pasteles.

“Es bien importante que toda persona que quiera quedarse aquí tiene que entender que estará rodeado por la naturaleza, aquí viven animales autóctonos. Es parte de lo bonito de estar aquí. No tienen que traer nada que no sea su comida o su ropa porque las propiedades están equipadas con los elementos básicos. Queremos que la estadía sea placentera”, asintió.

Las tres propiedades se rentan por separado en la plataforma de Airbnb. Para detalles puede llamar al 787-673-4140 o acceder a Finca Figueroa en Facebook e Instagram.