Manatí. Escondida entre la vegetación y junto a la carretera que da entrada a la playa Mar Chiquita se ubica una de las cuevas con mayor valor arqueológico de este pueblo: Cueva de las Golondrinas.

En las paredes del abrigo rocoso se narra un caudal de historia indígena, a través de los petroglifos que se pueden apreciar el lugar. Con la ayuda de una linterna se pueden ver dibujos desde los más simples, hasta los más complejos representando distintos momentos históricos de civilizaciones pasadas en la isla.

“Aquí se entiende que han habido diferentes culturas dese los igneris en adelante y eso lo vamos a ir descubriendo por las diferentes piezas de vasijas que se van encontrado”, explica el biólogo Albert Rivera Irizarry, quien lleva un año estudiando este espacio.

A simple vista, en los más de 50 pies de altura de roca caliza, se observan pedazos de vasijas en el suelo, murciélagos fruteros y petroglifos como un sol taíno, ojos y boca, entre otros hallazgos que convierten el lugar en un atractivo para los amantes de la arqueología, biología e historia.

“Este lugar tenemos evidencia de que fue utilizado originalmente por una banda de indios recolectores, arcaicos, como lugar de taller y de refugio. Posteriormente, los indios taínos la usan como lugar de cocina y para prácticas religiosas”, detalló por su parte Carlos Ayes Suárez, arqueólogo del municipio de Manatí, quien añadió que la Cueva de las Golondrinas fue la “primera cueva puertorriqueña en ser descrita con propósitos arqueológicos y lo hizo el doctor Agustí Stahl en su libro Los Indios Borinqueños, publicado en el 1889″.

Este espacio es de gran valor arqueológico por los hallazgos que evidencian nuestras raíces indígenas.

La Oficina de Asuntos Culturales y Turismo de Manatí junto al biólogo Rivera Irizarry han iniciado una serie de unos recorridos educativos para ayudar así a enfatizar sobre la conservación de la historia y la biodiversidad de la cueva.

Ayes Suárez y Rivera Irizarry indicaron que se comenzaron a realizar excavaciones para añadir la Cueva de las Golondrinas al Atlas de Arqueología Puertorriqueña, sin embargo, las obras fueron detenidas por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, por lo que aún se encuentran en apelaciones para continuar el proceso de estudios.

“Es sumamente importante conservarla, debería revalorarse, deberían completarse las investigaciones y debería permitirse que se haga un tipo de desarrollo de manera que las personas pudieran tener acceso para disfrutar de los grabados rupestres que están en las paredes y que se utilicen los materiales para que se puedan excavar en futuras investigaciones”, puntualizó el biólogo, quien invitó al público a llamar a la Oficina de Asuntos Culturales y Turismo al 787-854-2024 ext. 2063, para coordinar las visitas guiadas -libre de costo- a este hermoso e histórico regalo de la naturaleza.

Cabe destacar que en Manatí hay otra cueva que también lleva el nombre de Cueva de las Golondrinas, la cual se encuentra al lado de la Poza de las Mujeres.