Desde los 11 años, Ariana Paola González tomó la aguja y el hilo en sus manos para darle forma a su pasión. Y, puntada a puntada, con mucho esfuerzo y dedicación, ha logrado destacarse como artesana del hilo.

El arte lo aprendió de su madre, Nancy Cruz, quien se interesó por tomar un taller de tejido y compartió con ella la técnica.

“Llevo 10 años con el arte del tejido, prácticamente los primeros cinco años fueron como un pasatiempo. Empecé desde cero porque no sabía hacer una puntada ni una cadenita. Empecé con dos agujas, hice piezas sencillas, créeme que rompí, deshice, me frustré. Y, como siempre he sido fanática de las artes manuales, pues no me quise rendir. Estuve todo ese tiempo practicando y mejoré bastante. Con el tiempo, empecé a practicar con una sola aguja, que es la técnica del crochet”, explicó González, de 21 años.

Lo que era un pasatiempo para Ariana Paola González se transformó en su negocio que lleva por nombre Arigurumi Crochet.

La estudiante de Biología General en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico (UPRH), es artesana certificada desde 2018 y se dedica a crear peluches “amigurumis”, ropa de bebé, “tops” para damas, ropa para mascotas, chales, pantallas, llaveros, portavasos, tiestos, flores y todo lo que se pueda confeccionar con hilo.

Así estableció su negocio que lleva por nombre “Arigurumi”.

“El nombre de mi negocio nace prácticamente de la técnica porque los muñequitos que hago se llaman ‘amigurumis’ y como mi nombre es Ariana, le puse ‘Arigurumi’, una mezcla de mi nombre y el de los muñequitos”, explicó la joven artesana.

El término “amigurumi” es un acrónimo japonés compuesto de “ami”, que significa tejido y “nuigurumi” que significa “muñeco de peluche”. Esta es una tendencia japonesa que consiste en tejer pequeños muñecos mediante técnicas de crochet o ganchillo.

Los famosos amigurumis pueden estar inspirados en personajes de series, películas y animes, según el gusto de cada cliente, y Ariana afirma que lo más importante al confeccionarlos, es lograr que cuenten con los detalles necesarios que hagan de ese obsequio uno muy especial.

Los famosos amigurumis pueden estar inspirados en personajes de series, películas y animes, según el gusto de cada cliente,
Los famosos amigurumis pueden estar inspirados en personajes de series, películas y animes, según el gusto de cada cliente, (Xavier Garcia)

“De todo lo que hago en hilo, lo más difícil son los amigurumis porque siempre hay que estar buscándole detalles y a mí me gusta hacer las piezas con ese detalle, que si es un personaje, se parezca”, dijo la artesana que trabaja con hilo de lana, de acrílico y de algodón.

Así como los amigurumis están de moda, también los “tops” de damas y las flores tejidas son de las piezas más solicitadas y, Ariana dice siempre buscar el lado creativo para impactar a sus clientes, quienes compran sus productos a través de las redes sociales de Facebook e Instagram en Arigurumi_crochet.

“Siempre trato de ser bien creativa y lo que pueda hacer con hilo, lo hago. Me gusta darle ese toque único a cada pieza porque me llena el corazón las reacciones de las personas cuando les entrego las órdenes”, comentó la joven empresaria.

Entre los planes de la artesana del hilo está tener su propia tienda donde mercadear sus productos y los materiales que utiliza, además de ayudar a otro a aprender el arte de tejer.

El término “amigurumi” es un acrónimo japonés compuesto de “ami”, que significa tejido y “nuigurumi” que significa “muñeco de peluche”.
El término “amigurumi” es un acrónimo japonés compuesto de “ami”, que significa tejido y “nuigurumi” que significa “muñeco de peluche”. (Xavier Garcia)

“En un futuro me gustaría establecer un local físico vendiendo hilo y también estoy dispuesta a dar clases”, dijo la joven emprendedora, quien afirma que este arte es para todas las edades, aunque reconoce que muchos se sorprenden cuando les dice que disfruta tejer.

“Cuando voy a las tiendas a comprar materiales, me encuentro con personas mayores y me preguntan por qué estoy allí. Cuando les enseño mis trabajos, se quedan sorprendidos porque me ven súper joven y no creen que yo lo hago. Pero el tejido no es solo para las abuelitas, es un arte donde puedes ser súper creativo y dejar volar la imaginación”, dijo González, quien también tiene la meta profesional de tener una carrera en salud pública.

Ciertamente, no hay edad para el arte del tejido y Ariana es un vivo ejemplo de que no hay límites, pues lo que basta son las ganas para tejer tus sueños… y mucho hilo.