Está convencido de que la paternidad se lleva en el alma.

El actor y locutor Robert Maldonado lo aprendió hace mucho tiempo, no solo con el nacimiento de Roniel Andrés a sus 24 años, sino también con el hijo de su pareja, Brad Jared Rivera, cuya crianza ha complementado su experiencia como papá desde que era pequeño.

Cuando habla de ambos, para el también creador del personaje “Yoyo Ferrán”, que forma parte del programa radial Los Reyes de la Punta junto con Jorge Pabón “El Molusco”, Pamela Noa y Alí Warrington, el orgullo sale a relucir, así como las expresiones sobre lo afortunado que se siente de vivir esta faceta.

“Siempre son ese motivo de tú seguir hacia adelante, ese empujoncito que a veces uno necesita”, expresó el talento del espacio de La Mega 106.9FM. “Uno los ve y sabe que tiene que dar siempre lo mejor para ellos, ser el mejor ejemplo como padre”, manifestó con firmeza sobre sus hijos, de 18 y 16 años. “Cuando uno ve que los hijos son mejores que uno, entonces uno se siente más orgulloso todavía”, confesó emocionado.

Recordar dificultades cuando comenzó a vivir este rol, resulta inevitable al mirar atrás, en especial por la preocupación económica.

“Para aquel tiempo yo estaba trabajando con la Lotería (de Puerto Rico)”, compartió sobre los días en que nació Roniel Andrés. “Era un sueldo de gobierno. Estaba empezando a trabajar en la radio. Luego de eso, hubo un momento dado en que me quedé fuera de la radio, que tuve que hacer otras cosas, incluso vender billetes de lotería para poder sufragar gastos”, confesó el actor, quien resaltó cuánto los valores inculcados por sus padres le han servido de guía en el proceso de criar.

Eventualmente, estableció la relación con su actual pareja, y con ello, la de su segundo hijo.

“Me uní a su mamá cuando él tenía como sus tres, cuatro añitos. Desde esa ocasión, él prácticamente vive conmigo”, destacó. “Tenemos una excelente relación, incluso, él me llama papá a mí y a su papá también”. Maldonado, también conocido con el apodo de Robert “Fantacuca”, expresó que no existe diferencia en la manera de relacionarse con ambos.

“Los amo y los trato con el mismo cariño, con el mismo amor”, declaró enfático el también responsable de los personajes “Moncho Artuaga”, “Junito Perse” y “Fede el ministro”. “Son niños que realmente se portan superbién”, reveló, y señaló que, en términos de disciplina, suele ser más flexible.

“Mi esposa es más estricta que yo en ese sentido. Yo soy más llevadero. Soy más friendly (amigable), hablo mucho con ellos”, describió, y aclaró que esto no significa que no imponga disciplina a la hora de hacerlo.

Para el artista, sus hijos son un motivo para seguir hacia adelante.
Para el artista, sus hijos son un motivo para seguir hacia adelante. (Suministrada)

Comprender que no siempre tiene la razón, ha formado parte de su estilo al criar.

“Yo he entendido que no porque seas adulto vas a tener la razón todo el tiempo. Unas veces debes tener la valentía de admitirlo. A veces tienes que sentarte a hablar y escuchar a tu hijo, tener un buen diálogo, una buena comunicación”, analizó Robert, para quien trabajar duro tiene recompensa en la meta por que sus hijos se conviertan en buenas personas.

“Prefiero ahora sacrificarme en la enseñanza, que por lo menos cuando yo tenga 60, 65 años, tener la satisfacción al sentarme en una silla, de que mis hijos son hombres de bien, en vez de estar detrás de ellos todavía por errores que cometan en esa etapa, como adultos”. De hecho, ver en lo que se van convirtiendo, lo llena de satisfacción.

“El mayor va para Universidad de Puerto Rico, gracias a Dios”, compartió sobre el joven, de quien tiene la custodia desde sus 11 años. “El pequeño va para cuarto año”, agregó mientras analizaba que también, pronto, se encaminará a estudios universitarios.

“Anhelo primero que sean jóvenes felices, muchachos que se busquen las cosas por ellos mismos, que la enseñanza de los valores que uno les ha dado, tanto mi pareja como yo, que siempre la tengan en la mente”, reflexionó a la par que observa cómo los hijos se dirigen hacia otras etapas en sus vidas.

“Van a entrar a un mundo más amplio, de personas más adultas”, afirmó. “El reto es más bien por los tiempos que estamos viviendo. A veces uno piensa que los hijos de uno no van a poder lidiar con situaciones como las que uno vivió. Creo que ese es el miedo no tan solo para mí, creo que les pasa a todas las personas en la crianza”, confesó con cierta preocupación.

“En cuestión de lo que quieran estudiar, lo que quieran trabajar, no importa en lo que sea después que a ellos les guste y entiendan que eso es lo que quieren. Después que cada uno sea una persona buena y trabajadora, que sea feliz, y haciendo lo correcto, esa es mi mayor satisfacción”, confesó con ilusión Maldonado, quien adelantó que no tiene planes para el próximo Día de los Padres.

“No lo veo como un día especial. Siempre comparto con la familia y todo eso, y de que estaré con ellos, también. Pero siempre el trato y el cariño que les pueda dar o que me puedan dar en ese día es el mismo de otro día en particular. No hay una diferencia en eso”.