Una tarea, que buscaba integrar a alumnos de escuela superior a una iniciativa de impacto social, a través del remozamiento de espacios y estructuras olvidadas, fue el primer paso para que, tres años más tarde, en 2018, surgiera la organización sin fines de lucro, Ciudad Museo, dedicada hoy día a embellecer cada rincón del municipio de Añasco con colores y mensajes que resaltan la cultura y el arte urbano.

“Hemos sobrepasado muchas expectativas. Lo que comenzó como un proyecto escolar y luego evolucionó a una entidad de carácter cultural y turístico basado en el arte urbano. Trabajamos otras áreas del arte, pero nuestro fuerte es el arte urbano”, dijo Christopher Nomar Pellot Miranda, ex estudiante de la Escuela Regional Bilingüe Sergio Ramírez de Arellano-Hostos, hoy conocida como la Alcides Figueroa, en Añasco.

El estampado del nombre en la mayoría de las obras que con gran despliegue artístico remozan los espacios de la ciudad, ha erradicado la impresión de abandono en muchas de sus estructuras. “En un principio cuando le estábamos buscando un nombre a lo que era un proyecto escolar, desarrollamos el propósito de llevar un museo a la ciudad que las piezas de arte no estuvieran en un lugar en específico, sino que fueran más accesibles a la comunidad y que la comunidad pudiera disfrutar de ellas. Poco a poco siete años después nos hemos encargado de trabajar en distintas áreas de Añasco. También hemos tenido la oportunidad de hacer otros trabajos en otros pueblos del área oeste”, dijo Pellot Miranda, también director de Ciudad Museo, que opera en la escuela donde todo comenzó.

“Era la escuela donde estudiábamos y donde comenzó el proyecto. Ahora es nuestra sede, se nos fue otorgada en el año 2018. La hemos acondicionado para brindar talleres. Queremos que sea un espacio multidisciplinario para otras entidades comunitarias”, agregó el joven.

El junte de talentos juveniles sobrepasa la veintena de voluntarios recurrentes y cientos que son itinerantes, por lo que el proyecto también ha servido para que otros estudiantes del sistema educativo del país se integren en el servicio a las comunidades. “Actualmente somos 20 personas, pero a la hora de trabajar se nos unen los voluntarios. Con cada proyecto se convocan y nos acompañan a hacer los trabajos. La gran mayoría del grupo inicial continuaron educándose en la Universidad de Puerto Rico en distintos recintos. Tenemos de todo un poco, administración de empresas, publicidad, la diversidad de profesiones con que contamos es lo que nos permite crecer en muchos otros aspectos más allá de la pintura”, dijo el joven que ostenta un bachillerato en Comunicaciones.

Para exponer el arte urbano, los jóvenes de Ciudad Museo se enfocan en una temática cultural y de concienciación ambiental. “Ese es nuestro fuerte a la hora de hablar de los murales. Cada proyecto es diferente. Hay proyectos que son convocados por equis entidad u organización; y hay proyectos que nacen por iniciativa propia y buscamos espacios que estén en abandono o no se les esté sacando el potencial que tienen y, mayormente, están en lugares públicos o en comunidades; lugares comunes”, comentó Pellot Miranda, tras mencionar algunos de los trabajos que han tenido un impacto nacional por la cantidad de personas que atrae.

Uno de estos proyectos es el Mirador de Añasco, que fue remozado con colores cónsonos al ambiente que les rodea; en adición, utilizaron como inspiración el tema de la bomba puertorriqueña. “Todos los colores los escogimos de acuerdo al ambiente que rodea la estructura para que vayan en armonía y no haya un choque virtual para las personas”, dijo el joven.

Otro mural muy visitado es el Afromural, que ubica frente al Colegio Óscar Correa, de Añasco. Esta pieza artística representa los rostros de dos mulatos, cuyo cabello simulado lo completa la vegetación que crece en los alrededores del muro. “Esta obra fue acogida por la Compañía de Turismo y otras entidades que se encargan de promocionar el turismo y el arte urbano. Este nació de nuestra iniciativa”, expresó Pellot Miranda, quien destacó que cada arte se ha logrado gracias al apoyo económico de voluntarios y del comercio local, además de los materiales que ha donado el municipio.

Actualmente, Ciudad Museo trabaja en la exposición “Mejunje”, “un compendio de piezas que salieron luego de la pandemia. No podíamos salir a pintar murales así que creamos piezas donde hablamos de distintas situaciones sociales: los terremotos, la pandemia, o sea un mejunje de concienciación”. Los trabajos se exhibirán alrededor de la Isla en 2023.