Con lienzo y pincel en mano, un vino o una taza de café y entremeses en medio de un ambiente de camaradería, decenas de personas de todas las edades convergen cada semana en distintos restaurantes de la zona de Guayama para sus primeros pasos en el arte gracias a los talleres “Pinta Conmigo” que promueve la artista plástica y educadora, Yolanda Guisao Sénquiz.

Desde hace algunos años esta apasionada artista recurre a la fusión de la gastronomía y la pintura para llevar al pueblo la enseñanza del arte al tiempo en que provee un espacio de relajación para muchas personas. “Mas allá de la diversión es dar un conocimiento y eso es Pinta Conmigo”, dijo la también educadora.

El proyecto nace como consecuencia del traslado de su familia a esta ciudad sureña como parte de las labores médicas de su esposo. Para poder darse a conocer más entre la población de pacientes o posibles pacientes de la zona se crearon los talleres dirigidos –inicialmente- para los niños. “Decidimos hacer un invento de un taller de arte, dar una clase dirigida, donde le enseñas a los niños una pintura y ellos tratan de hacer lo mismo. Como maestra de educación especial que fui, siempre que han llegado a nosotros niños con problemas de aprendizaje, el arte les ha servido para enfocarse, concentrarse y calmarse. Me dije: ‘yo soy artista y puedo enseñar arte donde yo quiera no necesito un lugar en específico’”, contó la extrovertida mujer sobre el proyecto que nació en 2018.

El objetivo de esta faena, destacó la artista, fue transformándose hasta convertirse en una herramienta de ayuda para mitigar los problemas de aprendizaje a través del arte. Sin embargo, la metamorfosis fue continua pues la incesante pasión por el proyecto trascendió las edades y los géneros.

“El evento de los niños se ha convertido aquí en Guayama en un espacio para las familias poder salir y hacer algo diferente dando un poco de aire a los papás y esa misma vertiente es la que estamos haciendo con los adultos; y ha provocado un incremento que, de un taller al mes, ahora hacemos varios eventos por semana con niños, jóvenes y adultos sin límite de edad”, expresó Guisao Sénquiz.

El éxito ha sido tan notable que, por iniciativa de algunos restaurantes de esta zona, Guisao Sénquiz ha facilitado la fusión de la enseñanza artística y gastronomía utilizando a los locales como sede de los talleres que ofrece. Durante la semana, esta mujer emprendedora prepara sus clases y los materiales mientras el restaurante optimiza las instalaciones para recibirla junto con los aprendices. Durante las casi tres horas que pule los talentos de los participantes, estos disfrutan de una variedad de alternativas gastronómicas para hacer del evento uno más variado.

Para los niños es un espacio de recreación y aprendizaje después de una semana ardua. Casi siempre se reúnen en el restaurante Hecho en Casa, los sábados en la mañana. Los más grandecitos acuden a las convocatorias en restaurantes como Casa de México y Casona, también en Guayama.

Durante la semana, Guisao Sénquiz prepara los materiales como las canvas con los trazos de lo que se va a pintar y, además, prepara un bolso para cada participante que incluye, guantes, pinturas y pinceles garantizando que la experiencia sea confortable y divertida. “De antemano yo programo con el restaurante lo que se va a pintar. Enseñamos a la gente cómo hacer composiciones balanceadas. Estamos buscando darles a las personas un empujoncito para que vayan aprendiendo a crear colores, el fondo y figura, la dimensión, a crear sobras. Crear un efecto bidimensional. Tratamos de que tengan un conocimiento, aunque sea poco, de la proporción del rostro”, explicó la creadora del concepto.

La gran pasión que deja entrever en sus palabras y el impacto que ha tenido el proyecto la llevó a registrar el nombre de “Pinta Conmigo” como marca para garantizar la integridad del mismo, pues entiende que el propósito de este esfuerzo trasciende el aspecto cultural. “Este proyecto es un oasis emocional para enfrentar todo lo que estamos viviendo como la pandemia”, reiteró.

Esta misma pandemia fue la que la impulsó a evolucionar a las redes sociales de la mano de su hija, la otrora publicista Paola Vizcarrondo Guisao.

Durante los meses críticos del COVID-19, a instancias de las personas, comenzaron los talleres a través de la plataforma Facebook live alcanzando participantes de otras partes del mundo y de otros pueblos de la Isla. “Estábamos haciendo clases virtuales, atendíamos estudiantes de homeschooling de Estados Unidos, pero por la falta de espacio nos confligía mucho con los talleres presenciales, así que le dimos pausa. Quizás cuando tengamos un local pueda funcionar mejor”, señaló Paola, cómplice del tan amado proyecto.

En tanto, Guisao Sénquiz no descartó extender el proyecto a otros pueblos, como Ponce y Santa Isabel, a los que ha sido invitada.