Mientras se escuchaba de fondo la música de cuatro puertorriqueño y las voces de loa trovadores de Café Colau de Yauco, una decena de pequeños se aglomeraban frente a una pequeña área en los predios de la Universidad Carlos Albizu.

Allí, los niños, acompañados por sus padres o familiares cercanos, tuvieron la oportunidad de entretenerse en distintas estaciones organizadas por el grupo Pompearte, donde pudieron competir entre sí en unos entretenidos juegos, lograron confeccionar manualidades relacionadas a las fiestas, además de que se les podía pintar el rostro con unicornios o corazones, entre otros.

Estas actividades formaron parte de la extensa propuesta dirigida a las familias y los más jóvenes que se dieron cita en la plaza de la Barandilla en el Viejo San Juan durante todo el fin de semana de las Fiestas de la Calle San Sebastián. Allí, la tarima principal sirvió de punto neurálgico y de encuentro gracias a la variedad de presentaciones artísticas de pasaron desde actos de magia, música en vivo, presentaciones de bailes típicos, así como espectáculos de circo y payasos, entre otros.

Para muchos padres y madres esta fue la excusa perfecta para visitar este año las Fiestas de la Calle San Sebastián junto con sus hijos, luego de una pausa de dos años de no realizarse debido a la pandemia.

“Estuvimos varios años viviendo en Florida, y esta es la primera vez que venimos como padres a unas Fiestas de la Calle San Sebastián”, explicó Wilfredo Damiani, quien estuvo acompañado por su esposa Adyana y sus hijas Maya y Gala, de 5 y 2 años respectivamente. “Venir a estas fiestas es parte de la cultura. No es solamente venir de noche al bullicio y a la bebedera, si no venir temprano para que vean los artesanos, además de que la mamá de Adyana es artesana también. En fin, queríamos que vieran el ambiente cuando todavía está un poquito más familiar”.

Al igual que muchos de los visitantes del Viejo San Juan durante el pasado fin de semana, algunos de los padres no habían estado presente en las festividades desde hace muchos años, por lo que la oferta de entretenimiento para los niños resultó en un aliciente para animarse y llegar hasta las calles de esta ciudad adoquinada. “Desde hace años que no veníamos las fiestas y es la primera vez que traemos a nuestra hija. Vi que había muchas actividades para niños y queríamos experimentar un ambiente familiar diferente, a la vez que nuestra hija la pasara bien”, explicó Jefrey Colón, quien estuvo acompañado por su esposa. “En realidad, queremos compartir con la gente y, pasar un día bonito. Vamos a estar en la plaza de Barandilla y dependiendo de cómo veamos el día y cómo se llena de público, decidiremos movernos o no de aquí”.

A pesar de que las presentaciones en la tarima de la plaza de la Barandilla fueron delineadas para un público joven, fueron muchos los adultos mayores que estaban en el público disfrutando todo lo que ocurría en el escenario. “Estoy aquí porque es mucho más tranquilo que en otras áreas. Me traje mi sillita, mi sombrilla y estoy acompañada por mi hija y mi sobrina y la estamos pasando fenomenal”, explicó Noelia Cabrera, de 74 años, quien disfrutó de los espectáculos del Mago Shabum, de los niños trovadores de Café Colau de Yauco y el grupo Flashback Tributo a la Menuditis. “La verdad es que me divertido mucho, los espectáculos de hoy han estado muy buenos. Además, poder ver cómo los niños y sus padres se divierten y la pasan bien, me llena de mucha alegría”.

Actividades para los niños

El entretenimiento y las actividades que se encontraban en la plaza de la Barandilla estuvo a cargo de la compañía Pompearte, que se dedica a utilizar las bellas artes como herramienta educativa y que tiene como fin crear mejores seres humanos.

“Preparamos un ‘kit’ para la Sanse, porque queremos que todos los chicos estén súper listos. Es por eso que creamos varias estaciones en las que los niños se podrán pintar las caritas, además de unos espacios donde van a poder crear sus propios instrumentos musicales con materiales reciclables”, explicó Neisha Ramos Benjamín, cofundadora de Pompearte. “Luego que el niño tiene su maraca, pasan a crear su propia vicera, donde la pueden personalizar para protegerse del sol”.

Además de las manualidades, los pequeños participaron de actividades recreativas como ‘goofy games’, tizas de arte en el piso, plasticina y música.

“Realmente, hemos tenido una acogida bien chévere y hemos tenido una presencia y participación enorme. Entendemos que estos espacios son seguros y saludables, en donde los niños no solamente pueden tener estimular su creatividad actividad, sino que también se pueden divertir y pueden hacer actividades”, añadió Ramos Benjamín. “A veces pensamos que estas fiestas son para los adultos, para pasarla bien, pero definitivamente con esto demostramos que la SanSe es para toda la familia”, concluyó.