(Iniciamos una serie especial que da una mirada a los talentos que se forman en las escuelas de bellas artes y escuelas libres de música, en medio de los retos que enfrentan, en su mayoría por limitaciones de fondos para equipos y mantenimiento de los planteles. El Secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, reacciona a las necesidades expuestas).

Mayagüez - José Andrés Pérez Rivera se acerca al micrófono para calentar la voz y no hace más que entonar las primeras notas y llena todo el espacio. Su dominio del canto lírico es conmovedor. Tiene una voz diáfana, fresca. Su maestra de canto, Dagmar Cardona, prevé que será tenor. Él se vive el canto lírico al igual que cualquier interpretación de alguna de sus canciones marcadas por un ritmo más pop urbano.

Para este estudiante que pasa al duodécimo grado y asiste a la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini en Mayagüez, la música ha sido su cómplice en el cumplimiento de sus sueños.

“Desde los cuatro (años) a mí me encantaba la música, pero quise como a los ocho ir a una escuela para aprender a desarrollarme y a los 10, me inscribieron en una academia privada. Ahí di mis primeros pasos. Entonces me presenté ante el público y me encantó muchísimo, aunque estaba nervioso, era mi primera vez, pero diría que eso fue donde dije, ‘Wow, esto me encantó, voy a seguir más, me voy a dedicar a esto’”, compartió desde el salón donde ha pulido su voz como solista y también como miembro de una banda.

José Andrés, ahora de 16 años y residente de Cabo Rojo, es parte de los 245 estudiantes que asiste a la Escuela Libre de Música, según la cifra dada por el Departamento de Educación para el año escolar 2021-2022. Previo al huracán María (2017), terremotos (2020) y pandemia, la matrícula era entre 50 y 75% más que eso, de acuerdo con el director Justo Sánchez. Es la única escuela especializada en la región oeste y goza de un plantel moderno, con unas paredes que transmiten arte. Se observa una amplia variedad de instrumentos en los salones, que acogen estudiantes de cuarto a duodécimo grado. No se ofrecen los cursos académicas.

La relación estudiante-maestra entre José Andrés Pérez Rivera y Dagmar Cardona es una de complicidad plena, lo que han redundado positivamente en el desarrollo del joven.
(FOTO: VANESSA SERRA DIAZ
vanessa.serra@gfrmedia.com)
La relación estudiante-maestra entre José Andrés Pérez Rivera y Dagmar Cardona es una de complicidad plena, lo que han redundado positivamente en el desarrollo del joven. (FOTO: VANESSA SERRA DIAZ vanessa.serra@gfrmedia.com) (VANESSA SERRA DIAZ)

“A mí me encanta esta escuela. Mi maestra, Dagmar Cardona, me ha desarrollado mucho, y gracias a ella he seguido dando pasos más adelante”, manifestó el menor de dos hermanos, frutos del matrimonio formado por Félix R. Pérez Rivera y Janice Lee Rivera Macaya. José Andrés debutó como artista profesional en el 2020 con el nombre J-Drez.

“Ella me ha dado muchos consejos, me ha ayudado, siempre estuvo ahí para mí y me ha apoyado, y de verdad, gracias a Dagmar Cardona, que es de las mejores maestras del mundo. Es un amor para mí, la quiero muchísimo y gracias a ella he podido salir adelante”, destacó el seguidor de la música clásica, K-pop, pop estadounidense y baladas.

La maestra Dagmar Carmona bien pudiera estar deleitando al público con su voz melodiosa, sin embargo encontró en la educación su verdadera vocación. Desde esa experiencia, está convencida de que la integración de las bellas artes en el proceso educativo de las personas es esencial para aprender a apreciar las cosas y la vida en general, de una forma distinta.

“Las bellas artes son esa parte emotiva, sensible, que desarrolla esa sensibilidad en el ser humano, esa parte de apreciar lo que es bello, lo que es estético, que la matemática, la ciencia o los lenguajes no te van a proveer de ninguna otra manera”, expuso la educadora, quien es una de un total de 34 maestros en la escuela. “Las bellas artes es esa manera con la que el estudiante puede comenzar a desarrollar esa apreciación hacia lo lindo, lo estético, además la oportunidad que les da a ellos de confraternizar, esa parte social, de sentirse parte de algo, de un equipo, de que estamos todos juntos para crear, no solamente ese individualismo que a veces vemos en muchas áreas. Aquí no, aquí somos un todo y nos necesitamos todos para crear música”.

El joven recibió desde pequeño el respaldo de su padre Félix Pérez, y demás miembros del núcleo familiar.
 
(FOTO: VANESSA SERRA DIAZ
vanessa.serra@gfrmedia.com)
El joven recibió desde pequeño el respaldo de su padre Félix Pérez, y demás miembros del núcleo familiar. (FOTO: VANESSA SERRA DIAZ vanessa.serra@gfrmedia.com) (VANESSA SERRA DIAZ)

Dagmar Carmona recibió a José Andrés en su salón de clases cuando él tenía 12 años y desde entonces lo ha ayudado a madurar su voz según se han ido manifestando los cambios de la adolescencia. “Según tú creces, la voz va desarrollándose, así que ha sido un reto para mí como maestra irlo llevando a través de todos estos años, porque un semestre teníamos un registro y al otro semestre le estaba cambiando y tenía que volver a cambiar todo su repertorio para que volviera y cayera con su tonalidad en ese momento”, detalló.

José es muy talentoso. Tiene una voz sumamente natural, lo que nosotros llamamos una voz natural. Es un niño que desde que abre la boca, le sale. Ya tiene eso a su lado, así que trabajarlo técnicamente para desarrollar su voz de la mejor manera y que pueda desarrollarla a su máximo potencial es mucho más fácil”

-Dagmar Cardona, maestra de canto

José Andrés despunta en el género urbano, no obstante, su formación lírica le ayuda para cualquier estilo musical de su preferencia. “Soy de las que creo que la base lírica es la base de todo, y una vez aprendes a cantar bien y a usar tu instrumento de la manera correcta, lo puedes usar en cualquier género musical y no tienes que circunscribirte al canto lírico. La técnica es la misma”, puntualizó.

Para la maestra, asimismo, la existencia de la escuela en esa región es fundamental, porque de otra manera le sería muy difícil a las familias poder exponer a sus hijos e hijas a este tipo de educación. “De no estar nosotros aquí, muchos de los estudiantes exalumnos míos que han seguido sus carreras en canto, se les hubiera hecho muy difícil, porque no todo el mundo tiene la capacidad económica ni social de poder ir al área metropolitana a entrenarse, así que esté la Escuela Libre de Música aquí, les provee a toda la comunidad esa oportunidad de encontrarse con este maravilloso mundo de la música, de las bellas artes, y entrenarse y prepararse para poder seguir su camino universitario, sea cual sea el género que ellos quieran más adelante, pero definitivamente la Escuela Libre de Música es un centro educativo demasiado importante en el área oeste de Puerto Rico”, apuntó.

Esta escuela Libre de Música brinda sus servicios de forma gratuita para los estudiantes. No obstante, por ser una escuela especializada en bellas artes, no académica, su subsistencia depende de los fondos que le asigne el Departamento de Educación, según señaló el director. “Los presupuestos de la Escuela Libre de Música dependen de asignación estatal de la Legislatura y no todos los años asignan fondos”, dijo Sánchez, quien ha dirigido la escuela desde el 2018. “Nosotros estamos con la desesperanza de que no hay un ingreso fijo anual. Que si no llega, no llega, y qué hacemos. Entonces a veces hay que solicitarle el donativo a los papás en la medida en que ellos puedan y quieran y sea voluntario, pues entonces ahí podemos suplir las cositas (efectos escolares, de oficina y otros)”, sostuvo.

La escuela goza de una planta física moderna, con salones y espacios dirigidos a la educación musical.
La escuela goza de una planta física moderna, con salones y espacios dirigidos a la educación musical. (VANESSA SERRA DIAZ)

Los gastos corrientes de la escuela, como la energía eléctrica, agua y nómina, son cubiertos por el Departamento de Educación.

“Estas escuelas son llamadas escuelas Shared, operan posterior a las 3:00 de la tarde, operan por una ley que les da vida, pero no se les asigna dinero, así que tienen que correr básicamente con el presupuesto del Departamento y fondos estatales, porque no hay fondos federales para subvencionar a estas escuelas. Cuando se le asigna presupuesto, no se asigna como a las demás escuelas. Va a depender de la asignación estatal que tenga el Departamento y la discreción del Secretario en ese momento”, indicó el Secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés.

¿Es discrecional cada año?

-Básicamente.

Según el Secretario, hay planes de trabajo para las escuelas regulares y especializadas para la compra de sillas y pupitres, y en el caso de las Escuelas Libres de Música, “la compra de instrumentos y uniformes para estudiantes que están en bandas”.