El ambiente en el patio de la escuela José Julián Acosta, en el Viejo San Juan -única especializada en teatro-, suele ser uno típico de un salón de ensayos: Los estudiantes declaman, cantan, repasan textos, actúan, intercambian ideas, en fin, es la antesala al trabajo artístico que luego llevan al salón de clases.

Ese es el recuerdo que comparte la directora escolar, Aura Rodríguez, sobre lo que se vivía a diario en ese espacio al aire libre hasta que los terremotos de enero del 2020 sorprendieron al País, y la histórica estructura (1907) que alberga a 170 estudiantes, entre sexto y duodécimo grado, y 35 empleados, entre docentes y no docentes, pasó a ser una insegura, por lo que desde entonces no se ofrecen clases allí.

Mañana, miércoles, la escuela reanudará las clases en la modalidad virtual, pues no hay un plantel dispuesto para recibir a la comunidad escolar que, por ser una dirigida hacia el teatro, requiere de la enseñanza presencial para ejecutar el arte de la actuación como debe ser: ante un director escénico, en sincronía con un elenco, con un andamiaje de vestuario, sonido, escenografía, entre otros elementos básicos del trabajo en las tablas.

El problema es esencialmente estructural, aunque también hay unas necesidades de mantenimiento que en parte están siendo atendidas por el personal administrativo para poder cumplir con sus respectivas labores desde la escuela. De lo contrario, estaría inhabitable.

El ingeniero Moisés Torres Méndez realizó una inspección ocular el 11 de enero del 2020 para observar el impacto de los movimientos telúricos de entonces. Este es un edificio antiguo, de 114 años, que presenta un deterioro esperado debido al tiempo que tiene de construcción. No obstante, lo que en un momento fueron unas grietas mínimas, poco a poco se han ido agravando y han despertado preocupación entre la comunidad escolar, sobre todo a partir de la serie de sismos que han venido ocurriendo en la Isla. Áreas como el baño de los varones y el pasillo o balcón principal del primer nivel -tanto en el piso como en las columnas-, presentan unas grietas que representan un riesgo a la seguridad de quienes trabajan allí.

Algunas de las columnas de la escuela tienen grietas que se han ido agravando con el tiempo.
Algunas de las columnas de la escuela tienen grietas que se han ido agravando con el tiempo. (Alexis Cedeño)

El ingeniero, en el Informe que rindió al Departamento de Educación, recomendó hace un año y siete meses que se abriera la escuela parcialmente mientras se atendían las siguientes sugerencias:

- Se recomienda que muevan la clase de producción técnica a otro salón. Es necesario hacer un estudio más detallado y de ser necesario, proveer un retrofit (reacondicionamiento) para atender la grieta debajo de este salón.

- Se recomienda inutilicen el baño de los varones (lado este). Es necesario un estudio más detallado y de ser necesario, proveer un retrofit para atender grieta exterior.

- Se recomienda que delimiten con cinta/verja plástica de precaución “no pase” la verja con balaustres del lado sur de la escuela hasta tanto no se repare/suba.

- Se recomienda un retrofit para los pisos de varios salones con patrones de grietas existentes (prioridad salones de baile, teatro, ciencia). Las grietas en estos salones no son nuevas, sin embargo, la percepción de vibración es demasiado alta.

- Se recomienda un retrofit de la columna con arco agrietada en el área del pasillo exterior principal, esto ubica en el primer piso. Se debe delimitar el paso de los estudiantes y personal en esta área.

Como recomendación final, Torres Méndez puntualizó que si se atendía la grieta exterior del baño de varones, la escuela podía ser abierta “completamente y que se trabajen los demás asuntos a mediano plazo”.

El teatro es presencial, así que no es solamente poder verse como amigos y compañeros y tener ese contacto social, sino poder trabajar sus obras y sus proyectos teatrales de manera presencial que, obviamente, han sido muy creativos y han logrado unos trabajos (durante la pandemia), pero realmente no es lo mismo”

-Aura Rodríguez, directora de la escuela José Julián Acosta

Tras varios reclamos de exalumnos a través de las redes sociales en torno al estado del edificio, que incluían a la exreina de belleza Kiara Liz Ortega, este diario realizó una visita a la escuela este lunes, 16 de agosto. En compañía de la directora se pudo observar que el problema de la grieta en el baño de varones, como en otras áreas de gran flujo estudiantil, aún no han sido atendidas. Tampoco se ha arreglado un problema de filtración de agua que provoca un charco justo en la entrada del plantel y que ya ha creado limo; una tarima que aún no ha sido estrenada por los estudiantes y que tuvo que ser montada para cumplir con los requisitos del contratista, presenta daños, y a estas se suman otras situaciones de mantenimiento del edificio que el personal administrativo ha ido atendiendo para cuidarse primero a ellos mismos y luego al edificio.

-¿Se siente segura trabajando desde aquí?, se le preguntó a la directora.

-La realidad es que no. Venimos porque tenemos el compromiso y una de las cosas positivas de poder venir la escuela este año es que hubiera un mantenimiento. Si no hubiéramos llegado, no estaría limpia. Tuvimos también una situación de ratones, comején y esas cosas las hemos podido identificar y atender porque estamos aquí, así que el compromiso que tenemos con nuestra escuela nos hace venir día a día.

Es notable el deterioro de la escuela.
Es notable el deterioro de la escuela. (Alexis Cedeño)

El pasado viernes se presentaron a la escuela dos ayudantes del Secretario de Educación, Eliezer Ramos, y tres ingenieros, quienes hicieron otra inspección de la estructura, más tomaron las impresiones del personal docente y no docente. El reclamo general fue la falta de una respuesta inmediata.

“Como administrativa, como ser humano, es frustración, mucha ansiedad, estrés, porque uno es quien da la cara a los padres, a los estudiantes y al personal y entonces los padres están constantemente preguntando cuándo empezamos, qué está pasando con la escuela, das el seguimiento, entonces esperas una respuesta y no es fácil”, expuso Aura, quien es educadora y bibliotecaria.

“Creo en mi escuela. Creo que es una buena escuela, con un buen ambiente. Somos una gran familia, entre estudiantes y maestros. Aquí no hay diferencias de grados. Aquí todo el mundo se comunica y se ayuda y el creer en mi escuela, el creer en el producto que sale de esta escuela, en nuestros exalumnos, que no solamente son artistas, está Kiara Liz, Antonio Morales, ‘Betty La fea’ de ‘Puerto Rico Gana’ (Zuleyka Mejía), Didi Romero, muchos también se destacan en el área de la medicina, tenemos exalumnos que son abogados... Al graduarse, la mayoría va a la universidad y hacen sus carreras, y son estudiantes muy, muy talentosos, así que yo creo en mi escuela y por eso uno se faja y sigue y sigue y sigue, porque sabemos que lo que ofrecemos es bueno”.

Sobre qué plan tiene el Departamento de Educación respecto a la restauración que requiere este plantel desde hace más de año y medio, Wendy Colón, ayudante del Secretario, indicó por escrito:

“El Departamento de Educación visitó la escuela en unión a ingenieros para identificar las necesidades del plantel. Se están evaluando los hallazgos para, de manera simultánea, hacer las órdenes de compras del material necesario y comenzar los trabajos de mejoras”.

La escuela José Julián Acosta presenta otros retos estructurales básicos, como es la falta de una rampa de acceso para personas con diversidad funcional. Esto dificulta, además, la carga de muebles u otros equipos pesados hacia el segundo nivel. Actualmente hay una serie de escritorios para educadores que esperan en el pasillo del primer nivel por un equipo de personas que pueda subirlos.

Vista de uno de lo pasillos del plantel.
Vista de uno de lo pasillos del plantel. (Alexis Cedeño)

“Es una gran dificultad, porque todo lo académico es en el segundo piso. Por ejemplo, hemos tenido estudiantes que tienen alguna lesión, nosotros hacemos un arreglo en la organización y se reubica al maestro en el primer piso para poder atender al estudiante, pero si nos llegara un estudiante que tuviera dificultades y discapacidad, no hay break, y eso es algo que constantemente señalamos en los informes que nos piden”, indicó la directora.

La alternativa de moverse a otro edificio para retomar las clases de forma presencial es algo que Rodríguez observa con pinzas, pues provocaría que el futuro de la escuela quede en un limbo.

“Una de las grandes preocupaciones es movernos a otro espacio y que la escuela se quede en el olvido”, dijo.

El productor Antonio Morales, actual director de Arte y Cultura del Municipio de San Juan, es un exalumno de la Escuela Julián Acosta, institución a la que le reconoce el amor que lleva por las artes escénicas.

“La Escuela de Teatro José Julián Acosta fue la institución que me forjó como ser humano, porque más que todo lo que pude aprender sobre las artes teatrales, fueron esos valores que me enseñaron los maestros, ese amor tan genuino con el que fui educado, lo que me dio las herramientas para entonces continuar con ese legado a los miles de jóvenes a quienes me tocó después educar”, destacó. “El regresar a la escuela es vital. La escuela de teatro sana, cura y fortalece el alma sobre todo en esas edades donde tanto afecto y atención se necesita”.

Otros exalumnos son: Héctor Jairo Calero (actor), Wanda Sais (actriz), Vin Ramos (participantes de Guerreros) y Didi Romero (actriz).

Así luce la entrada al antiguo edificio que alberga la escuela especializada en teatro.
Así luce la entrada al antiguo edificio que alberga la escuela especializada en teatro. (Alexis Cedeño)