Dan de alta al periodista Carlos Weber
Emitió sus primeras palabras tras incendiarse su apartamento en Dorado el pasado 12 de mayo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Carlos Weber fue dado de alta luego de permanecer poco más de dos semanas ingresado en el Hospital de Trauma de Centro Médico por las quemaduras y la inhalación de humo que sufrió al incendiarse su apartamento el pasado 12 de mayo, según el propio periodista informó este martes.
El veterano reportero agradeció a sus hijos, Pablo y Sergio Weber, al personal médico y a todas las personas que realizaron sus donaciones para ayudarlo en este duro proceso. De hecho, el pasado viernes sus hijos describieron la recuperación de Weber como “un milagro de Dios”.
Lee a continuación las primeras palabras de Weber tras el incidente:
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Mis primeras expresiones, cruciales pero quizás no las más importantes, es que durante este pasado fin de semana largo de la Recordación, el Centro Médico de Puerto Rico ordenó mi alta. Esto aun no significa que cuente con completa independencia en las cosas que mueven a los seres humanos, pero el progreso es innegable.
Comienzo con darle mi agradecimiento infinito a cada una de las personas que me han extendido su mano durante este difícil proceso, tanto económicamente con sus donaciones como también a través de oraciones y deseos de sanidad. Sus esfuerzos han sido sentidos grandemente por mi familia y les damos nuestras más sinceras gracias por la ayuda. Aprovecho este medio para informar que decidimos culminar el proceso de recaudación de fondos a través de donaciones, ya que el apoyo del pueblo de Puerto Rico fue mucho más de lo que jamás esperábamos. Nuestras palabras jamás podrán reflejar el inmenso agradecimiento que tenemos hacia ustedes.
Dentro de mi probable caos ideológico, siempre mi prioridad fue dar la mejor calidad de vida posible a mis hijos, pero sin dar mucho margen a su independencia y su toma de decisiones. Hoy, cuando las circunstancias me han puesto en el piso; ellos se han encargado de protegerme y junto a muchos de mis colegas y demás personas, tomar mis manos para ponerme de rodillas primero y dar el último empujón que logre erguirme y ponerme de pie. No le sacaron el cuerpo al bulto y han mostrado una adultez que no conocía. No solo formaron un cordón sanitario a mi alrededor; también se han hecho cargo de lo crucial que me haga salir de esta crisis que ha maltratado a todo mi mundo conocido.
Salgo del Centro Médico de Puerto Rico convencido de que son los mejores profesionales, estudiantes, trabajadores que el país debe mantener y mejorar sus condiciones laborales. Yo estaré para ellos, siempre y cuando no vuelva a ser testigo de que deban doblar turnos para al menos rasguñar una reducida y malograda canasta familiar; sin hablar de LUMA, el agua, la hipoteca y la movilización. Como le dije a todos allí: Si yo tenía algún pedacito del cielo en algún lado; ya se lo regalé a todos los trabajadores del Centro Médico, particularmente los del Centro de Trauma. Siempre estaré para lo que me necesiten.
Según el Departamento de Seguridad Pública, el incendio fue provocado por un corto circuito en el receptáculo de la nevera en la cocina.
Weber sufrió quemaduras de segundo grado en el rostro, los brazos y el pecho, de acuerdo al comisionado del Negociado del Cuerpo de Bomberos, Marcos Concepción Tirado.
Sus hijos revelaron el pasado viernes que Weber respiró mucho humo tóxico al quedar atrapado en su residencia durante el incendio.