Compromisos de corazón motivan las donaciones a la Fundación CAP
Se espera que el capitán de esta edición, Daddy Yankee, sea parte del cierre del evento de recaudación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Daniel Mercado contemplaba la pantalla de su celular mientras el barbero Christian González le rapaba el cabello. Desde la pantalla del celular se reflejaba una fotografía de su sobrino, sonriente, sin ninguna señal del cáncer que le compromete la salud a sus escasos siete meses de nacido.
@primera_hora Por vez número 35, la Fundación CAP realizó la actividad Uniendo Cabezas, la afeitada y donación de cabello más grande en Puerto Rico, con el fin de recolectar fondos para la Unidad Oncológica del Hospital Pediátrico en el Centro Médico en Río Piedras. #PrimeraHora #Cáncer #NoticiasPuertoRico ♬ I Have No Enemies - ★DGK132105★
“Es la primera vez que la familia está pasando por esto, un proceso bien fuerte, son muchas, muchas emociones juntas. No sé cómo explicarlas”, expresó mientras tomaba la mano de su madre, sentada a su izquierda, cuya cabeza tampoco tenía cabello. Pero, en el caso de María J. Rivera, por efectos de las quimioterapias que casi culmina para atajar un cáncer de mama.
Dentro de la sacudida de emociones que experimenta Daniel, también sintió alegría de poder servirle con su gesto de desprendimiento a los cientos de pacientes que reciben servicio en la Unidad Oncológica del Hospital Pediátrico en el Centro Médico en Río Piedras.
“Es una experiencia sumamente bonita y más cuando uno lo hace por los niños, y por los niños que más uno ama, que están empezando a vivir y que con solo siete meses, tener ya esa triste enfermedad no lo esperaba”, agregó el joven de Barranquitas.
En la misma primera fila de sillas ocupadas por las personas que asisten este miércoles a la actividad cumbre de recaudación que realiza la Fundación CAP, desde el Coca-Cola Music Hall, Agostina González entregaba su corta cabellera blanca a las manos de la estilista Yileiza Soto para cumplir con el compromiso que inició en el 2017 de contribuir con los tratamientos de niños con cáncer, así como en solidaridad con seres queridos que también luchan contra la enfermedad.
El momento de desprenderse de su cabello fue purificador. “Ahora mismo esto es una catarsis, una sanación espiritual para mí. Una motivación para seguir luchando por la vida. No sé si en un futuro pueda ser una persona que esté aquí sentada, no rapándome, sino que ya mi pelo se haya caído, y quiero estar ahí con ellos, mano a mano”, afirmó Agostina. “Esto me da vida, me da motivo para continuar luchando en la vida y para estar de la mano con los que me necesitan”, subrayó.
Este año, además de hacerlo por los menores enfermos, lo hace por dos amigas que dan la batalla por recuperar su salud a plenitud. “He perdido amistades, amigas, batallando contra el cáncer, han dado la buena batalla, que se han adelantado a todos nosotros, pero especialmente este año lo hago por dos amigas hermanas, que son muy especiales para mí, que están dando la batalla actualmente. Lo hago por ellas, con el compromiso que tengo con ellas y con los niños de cáncer”, puntualizó la donante.
La preadolescendete de 11 años, Ánika L. González, se despidió de su larga melena negra -ocho pulgadas- en su deseo de ayudar a los niños y niñas pacientes oncológicos. También como parte de las obras que hace con su tropa de Girls Scouts.
“Con mi tropa de Girls Scouts estoy haciendo mi medalla de bronce. Igualmente todas estamos superdedicadas a hacer esto y estamos muy contentas de ayudar a las personas que necesitan pelucas”, dijo mientras la estilista Olga Alvarado preparaba el corte. “Muchas de mis amigas, sus familiares han sufrido de cáncer. Mi abuelo también sufrió de cáncer, y muchas de las Girls Scouts aquí, las madres de ellas, algunas sufrieron cáncer”, continuó la menor acompañada de su madre, Katia González, quien haría lo propio con su cabello.
Ánika, al igual que su mamá, habían donado el cabello previamente en el salón de belleza donde se atienden, pero esta es la primera vez que lo hacen “con conciencia”.
“Había donado en el salón de belleza, pero queremos con conciencia, sabiendo que el CAP se va a encargar de hacerlo llegar a niños que verdaderamente lo necesitan”, sostuvo la madre.
Este año, el capitán adulto del evento es el artista Daddy Yankee junto con los pacientes Edzaell Ehdrian Rodríguez (10) y Gabriela García (17). Temprano esta tarde el retirado reguetonero exhortó al público a unirse a la actividad, en la que se espera su presencia antes del cierre a las 5:00 p.m.
Denise Espinosa, presidenta de la Junta de Directores de la Fundación CAP, detalló que la totalidad de los recaudos va dirigida a la Unidad Oncólogica Pediátrica del Hospital Pediátrico y este año -cuando celebran el 35 aniversario de servicio- esperan continuar proveyendo los recursos para cubrir la necesidad de profesionales.
“Todo evoluciona y en los últimos años hemos visto que la demanda principal del hospital, la necesidad que tiene ahora mismo es de empleomanía, de equipo personal, y en estos últimos años hemos estado trabajando para poder reclutar a psicólogos, trabajadores sociales, coordinadores de pacientes, una variedad de servicios que estamos ofreciendo y ese recaudo va para poder mantener todo lo que se tiene que cubrir durante el año”, indicó Espinosa.
La edición pasada de este evento alcanzó la cifra de $861,000.
A la par con las donaciones de cabello, se desarrolla una feria de salud a cargo de las cuatro Escuelas de Medicina en la Isla, recolección de sangre para los pacientes oncológicos pediátricos por parte de la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM), vacunación y la rifa de dos abrigos estilo “hoodie”, fimados por Daddy Yankee, entre otras actividades.