En el libro “The House of Beckham: Money, Sex and Power” del biógrafo estadounidense Tom Bower se afirma que la duquesa de Sussex, Meghan Markle, pareció creerse superior a Victoria Beckham, esposa de David Beckham, debido a su estatus en la familia real británica.

Según el escrito publicado el pasado jueves 20 de junio, al principio, Markle “se creía superior” a Victoria. La actriz californiana sentía que tenía poco en común con la ex Spice Girl y se consideraba privilegiada por su posición en la realeza. “En el mundo de las celebridades de donde venía Meghan, la jerarquía social dependía de la riqueza y la fama”, escribió Bower. A pesar de esto, Meghan se sorprendió al descubrir la fortuna de los Beckham, quienes poseían cinco casas y tenían acceso a jets privados y yates.

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A pesar de la actitud de Meghan, los Beckham hicieron esfuerzos por establecer una buena relación debido a su amistad con los príncipes Harry y William. Cuando Meghan se mudó al Palacio de Kensington, Victoria le ofreció asesoramiento sobre tratamientos faciales y peluquerías en Londres, Inglaterra. La duquesa también solicitó ropa y carteras gratis a Victoria, aunque el Palacio lo prohibió por ir en contra de las reglas reales.

Durante una visita a Los Ángeles, California, Estados Unidos, Meghan se hospedó en la casa de Beverly Hills de los Beckham, alegando que quería evitar a los paparazzi. “Todas sus necesidades fueron cubiertas sin costo alguno por el personal de los Beckham”, escribió Bower. Aunque algunos sugirieron que Markle se aprovechaba de su estatus, los Beckham decidieron ignorar esas señales.

La relación entre Meghan y Victoria se deterioró después de que el tabloide británico The Sun publicara que Victoria le había dado consejos de maquillaje a la intérprete. Este reporte encolerizó a Meghan, quien se sintió vulnerada por los medios. Harry se quejó con David Beckham, quien confrontó a su esposa. Aunque ella culpó a un esteticista, Bower sugiere que podría haber sido un publicista de los Beckham.

Otro factor que agravó la relación fue la amistad de David Beckham con el príncipe William, lo cual molestaba a los duques de Sussex. Como resultado, Meghan y Harry no invitaron a los Beckham al almuerzo de su boda, a pesar de incluir a otras celebridades como el actor estadounidense George Clooney.

La tensión entre las parejas continúa, con fuentes anónimas asegurando que una reconciliación es poco probable. La acusación de filtrar información sobre los Sussex a la prensa enfureció a David Beckham. Además, en su libro anterior, Revenge: Meghan, Harry and the War Between the Windsors (2022), Bower mencionó otros incidentes, como la negativa de Meghan a devolver unos zapatos de la marca italiana Aquazzura y sus quejas sobre el tamaño de una habitación de hotel.