'Yomo' Toro: se silencian sus cuerdas
Falleció la noche del sábado rodeado del amor de su familia y sus amigos en Nueva York.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
El padre del cuatro salsero Víctor Guillermo Toro Vega, mejor conocido como “Yomo” Toro, falleció el pasado sábado por la noche en Nueva York, víctima de un cáncer avanzado que se apoderó de sus órganos vitales. Tenía 78 años.
“Murió en paz, tranquilo, rodeado de su familia, mientras dormía”, describió ayer en entrevista con Primera Hora el veterano locutor de Z-93 Néstor Galán “el Búho Loco”.
El virtuoso del cuatro expiró a las 11:40 de la noche del sábado después de estar internado en un hospital por insuficiencia renal como consecuencia de la enfermedad.
El músico murió en un ambiente espiritual lleno de amor y música que sus familiares y amigos propiciaron en una vigilia de 24 horas.
Le sobreviven su esposa Minerva “Minnie” Toro, su primera hija Denise Toro, sus hermanas Irma, Iris, Mirza y Milagros Toro; sus cinco nietos Miriam Olivera, Martin Olivera, Denise Pinedo, Tiffany Pinedo y Denise Patricia Vélez, y sus tres tataranietos Shaun Donate, Cloe Rodriguez and Martin Olivera.
Sus hermanos Juan, Ángel y Arcángel Toro también estuvieron a su lado cuando el instrumentista abandonó el plano terrenal.
En un principio, cuando se le diagnosticó cáncer, Yomo Toro se encontraba recluido en el Montefiore Medical Center. No obstante, su esposa, Minerva “Minnie” Toro, había explicado a Primera Hora que el músico sería trasladado al Calvary Hospital. Ambos hospitales están ubicados en el área del Bronx, donde residía la pareja que llevaba casada más de 31 años.
Hace aproximadamente dos semanas, Minnie Toro, viuda de Yomo Toro, había revelado a este diario que su esposo había sido diagnosticado con cáncer en una etapa avanzada, es decir, que tenía metástasis (la enfermedad esparcida por todo el cuerpo).
En ese momento, el instrumentista se encontraba reteniendo mucha agua en el cuerpo y se quejaba de dolor.
A pesar de que el músico padecía la enfermedad desde hacía algún tiempo, no fue hasta dos semanas que tuvo conocimiento del delicado cuadro clínico de salud al que se enfrentaba. Contrario a otros pacientes de cáncer que sufren un calvario por años o meses, la agonía del instrumentista se concentró en las últimas dos semanas de su vida.
“Luego de varias pruebas que le hicieron, nos dieron la noticia de que tenía cáncer”, relató en aquel instante Minerva Toro a Primera Hora.
Por otro lado, el experimentado locutor de Z-93 Marcos Rodríguez “el Cacique” contó a este diario que horas antes de que, muriera el músico, un religioso se personó a su cuarto en el hospital y pronunció algunas oraciones en presencia de los familiares del músico que estuvieron con él en sus últimas horas.
“Curiosamente, luego de que terminaron de orar, Yomo falleció. Era como si él hubiese estado esperando para ese momento”, compartió el Cacique.
En la historia de la salsa, Yomo Toro será recordado como uno de los primeros músicos en ejecutar el cuatro en dicho género. De hecho, se le atribuye el haber convertido nuestro instrumento nacional, el cuatro, en una pieza emblemática para la interpretación de la salsa.
Sus fanáticos recordarán cuando hace aproximadamente ocho años, la Legislatura Municipal de Guánica, de donde es oriundo, designó la plaza pública del barrio Ensenada con su nombre. Ese día, el salsero Gilberto Santa Rosa se presentó en vivo durante el evento como homenaje al músico, quien hubiese cumplido 79 años el próximo 26 de julio.
Según supo Primera Hora, hoy, lunes, la familia del cuatrista emitirá un comunicado de prensa en el que ofrecerá más detalles sobre el velatorio del músico.
Yomo Toro se despidió del mundo físico la noche del sábado, pero su presencia está intacta en el mundo musical como consecuencia de una vida dedicada a la exaltación de uno de los instrumentos más representativos de la puertorriqueñidad: el cuatro.
Amante de la disciplina y amigo de las fusiones, Víctor Guillermo Toro Vega fue pionero en presentar el distintivo sonido de esas cuerdas en el ritmo de la salsa y en países como Japón, Sudáfrica y Rusia, no sin antes abrazar la música típica y de trío en su natal Puerto Rico y su entrañable Nueva York.
El germen de este bagaje empezó cuando apenas tenías seis años de edad y se desarrolló en los años 40 cuando aceptó la posición de requintista en el trío Los Cuatro Ases, según reseña el historiador Enrique Feliciano Díaz en la Fundación Nacional para la Cultura Popular (FNCP). Esta experiencia lo motivó a unirse más tarde a los grupos Los Universitarios, Los Indianos, Rey Arroyo, Felipe Rodríguez y Tito Lara.
Su brinco al candombe sucedió en los años 50, cuando la orquesta Estrellas de la Fania lo incorporó a sus filas justo en el momento histórico en el que estaba naciendo la salsa. La llegada a Nueva York, entonces, era inminente. Y con ella la comunicación directa con el son cubano.
Así las cosas, mientras estuvo en el condado del Bronx tocó el tres cubano con la orquesta de Larry Harlow y luego con el Tumbao de Pacheco, destaca Feliciano Díaz. Asimismo, matuvo durante siete años El Show de Yomo Toro, por el canal 41 de Nueva York.
El siguiente paso en la carrera de Yomo Toro fue gigante. Justo cuando empezó a picarle la necesidad de regresar al cuatro, el trombonista Willie Colón lo contrató para hacer con él y el cantante Héctor Lavoe una de las fusiones más exitosas entre la música típica puertorriqueña y la salsa, consignada en los discos de la serie Asalto navideño (1971-73).
Este álbum lo hizo famoso al punto de ser solicitado en Alemania, Inglaterra y España. En Londres tuvo la oportunidad de unirse en aclamados solos al guitarrista Steve Winwood.
Desde ese entonces, fue cuestión de meses para que se regara la voz de su virtuosismo y lograra contrataciones en África y Oceanía, sin olvidar su compromiso con su patria.