Yaritza Droz fue compensada con su voz
La talentosa joven puede cantar pero no puede entablar una conversación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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A sus 15 años, Yaritza Droz no sólo tiene dificultad para caminar, sino que apenas puede hablar, a diferencia de las chicas de su edad, como consecuencia de haber caído dos veces al suelo al momento de nacer por negligencia de su médico. La jovencita, que vino al mundo por vía natural el 21 de noviembre de 1994 en Chicago, sin embargo, ha sido recompensada por Dios que ha permitido que a través de las oraciones y la fe de su familia no quedara postrada en una cama con parálisis cerebral como los médicos le auguraron.
Yaritza Droz, quien para su madre Yahaira Acevedo y su tío y manejador Jerry López, es un milagro de Dios, ha sido bendecida con su voz al punto que ha grabado el disco Yo quiero alabar, del que se escucha el tema Escuchaba su voz.
Como si fuera poco, la talentosa chica se expresa muy bien cantando, aunque no puede entablar una conversación completa.
“Me siento muy bien al cantar. Tío siempre quiere trabajar mucho”, dice Yaritza Droz con simpatía sentada en un sofá al lado de su procreadora.
Jerry López, quien también es pastor de la iglesia Ministerio Shekina en Orlando, narra que “cuando ella nació y el médico la dejó caer, se le desprendió el cordón umbilical y cayó a seis pies de su mamá”.
“La niña estuvo seis meses hospitalizada luego de ese incidente, ya que pesó tres libras y tenía siete meses. El pronóstico era que quedaría vegetal”, acota.
Cuenta, asimismo, que los primeros cinco años de vida de la intérprete los pasó parapléjica, como los doctores le pronosticaron. Además, tenían que lubricarle la retina para que no quedara ciega y hasta le operaron los ojos porque se le viraban.
En cuanto a si demandaron al galeno que la trajo al mundo, asegura que lo hicieron y ganaron una cantidad de dinero que no quiso precisar por motivos de seguridad.
Jerry López siente que su sobrina volvió a nacer cuando empezó a escuchar música de alabanza gracias a su abuela paterna, Nilda Casilla, lo que se convirtió en una terapia.
Narra que a la abuelita de la niña se le ocurrió ponerla a escuchar las canciones con unos audífonos y para sorpresa de la familia “ahí fue que ella se empezó a levantar. Movía sus manos y sus pies con la música”.
“Es increíble como ella retiene todo lo que escucha”, agrega Jerry López, quien junto con Yahaira Acevedo le hacen los coros a Yaritza Droz.
Aunque no habla oraciones completas ni sostiene una conversación, Yaritza Droz aprende sus canciones de memoria en el tono que mejor le va en la voz de su tío Jerry López, quien también es cantante y graba las canciones para que luego ella las pueda memorizar.