Cuando el joven trovador Yahir Maldonado escuchó a su madre decir que no iría al concierto de Bad Bunny, para el cual ya tenía taquillas “bien lejos, bien lejos”, él se desboronó. Enseguida le ripostó a su madre, porque no podía perder la oportunidad de ver a su artista favorito.

Lo próximo que escuchó fue: “Pues no vas a ir, porque le vas a abrir el show”.

Entonces la emoción le voló al cabeza al punto que días después aún no podía creer que él y su amiga y cómplice dentro de la música folclórica, la cuatrista Fabiola Muñoz, lograron presentarse ante más de 35,000 personas representando el género que les apasiona siendo ellos tan jóvenes como la mayoría del público congregado en el Estadio Hiram Bithorn.

“Yo morí, dije no puede ser. Pensé que era una broma”, contó.

Fabiola Muñoz, por su parte, supo de la oportunidad por el trovador Julio César Sanabria, quien la recomendó al equipo de la producción de Noah Assad. Para ella fue una grata sorpresa y también una preocupación, porque esa misma noche se presentaría con Gilberto Santa Rosa en una actividad en Ponce, lo que eventualmente canceló con el apoyo del cantante.

“Yahir es un hermano de toda la vida. Nos conocimos desde pequeños y siempre hemos tocado juntos cada vez que nos surge una oportunidad, y tenerlo ahí al lado me hizo sentirme mucho más segura”, compartió la estudiante del Conservatorio de Música de Puerto Rico.

Agregó que tenerlos a ellos allí fue una demostración de unidad cultural. “Mostró un tipo de unidad en cuanto a la cultura, porque el reguetón es de aquí tanto como la bomba y plena”, manifestó la cuatrista.

Ambos ensayaron durante la misma semana del concierto, que fue cuando tuvieron la noticia de haber sido seleccionados.

En el caso de Yahir Maldonado, la mamá tuvo que enviar vídeos de él a la producción para el análisis de Noah Assad y luego de Bad Bunny, quien finalmente hizo el escogido, según le indicaron.

“El solo quería cuatro y voz”, dijo el joven, de 16 años y estudiante de la Escuela Especializada en Bellas Artes y Música de la Montaña Luis Muñoz Rivera en Utuado.

Las décimas eran dedicadas a la madre de Benito Martínez, nombre de pila de Bad Bunny, así como a las demás madres presentes entre el público.

Para el trovador, iniciado en la música a los cuatro años de edad bajo la tutela de Omar Santiago, esta es una experiencia que lo acompañará toda la vida. “Pude pararme en ese escenario y pude llevar esa pasión, ese mensaje y puder ser yo, pude ser joven en esa tarima”, destacó.

Ser un modelo para la juventud dentro de la música tradicional puertorriqueña es, precisamente, su mayor estímulo.

“Que los jóvenes vean que no es una música de época ni de género, no es música de Navidad solamente, sino que es una música autóctona que se puede cantar durante todo el año y es una responsabilidad, porque depende de cómo uno luzca en la tarima y del mensaje que uno lleve, es la reacción que van a tener los jóvenes y si les llama la atención o no”, puntualizó Maldonado, quien este domingo, a las 4:00 p.m., se presenta con los Decimagnificos en “Belén Viviente” en el Centro de Bellas Artes en Caguas.

Interpretaron unas décimas dedicadas a la madre de BadBunny y a las demás madres presentes en la segunda noche de los conciertos "P FKN R".
Interpretaron unas décimas dedicadas a la madre de BadBunny y a las demás madres presentes en la segunda noche de los conciertos "P FKN R". (Suministrada)