Al son de clave y alegría, el eterno “Mr. Afinque”, Willie Rosario, se convirtió este jueves en “Dr. Afinque”.

El destacado músico y líder de orquesta boricua, quien por décadas ha brillado como uno de los grandes maestros de la salsa, recibió el grado doctor honoris causa en Música por parte de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. En una íntima ceremonia llevada a cabo en el Teatro de su recinto Metro, en San Juan, la trayectoria del salsero fue celebrada y se reconoció su inmenso impacto en la música popular puertorriqueña.

“Celebramos con alegría y orgullo los logros de don Willie Rosario, que también son logros de nuestra música popular y del género de la salsa, siempre poniendo en alto el nombre de Puerto Rico alrededor del planeta. Gracias a todos por acompañarnos en esta ocasión tan especial”, expresó la rectora del recinto, Mariliana Wayland.

Asimismo, Rafael Ramírez, presidente de la Universidad, ofreció algunas palabras sobre la figura de Rosario y su impacto cultural.

“Su influencia trasciende fronteras y ha llevado la música latina a nuevos horizontes, demostrando el derroche de talento que nuestra pequeña isla comparte a nivel global. Al otorgarle este grado honorífico, no solo reconocemos sus logros musicales, sino también su contribución personal al enriquecimiento de la cultura de nuestra sociedad. Willie Rosario personifica la pasión, la dedicación y el espíritu de excelencia totalmente cónsono con los valores de nuestra universidad”, sostuvo.

Como parte del protocolo, se llevó a cabo una sabrosa rendición del tema “De Barrio Obrero a la 15”, uno de los temas más populares de la Orquesta de Willie Rosario, a cargo del Conjunto de profesores, estudiantes y exalumnos del programa de música popular, bajo la dirección del profesor Ricardo Pons. Durante la interpretación, se pudo apreciar a un sonriente Rosario meneando la cabeza al son de la música y disfrutando de su gran homenaje.

Con casi 100 años de edad, el maestro, cuyo nombre de pila es Fernando Luis Rosario Marín, se mantiene en buen estado de salud, con impresionante solidez física y mental. Nacido el 6 de mayo de 1924, el gran timbalero y percusionista alcanzará el centenar en apenas unas semanas, no sin antes celebrarlo con un magno concierto en el Coliseo de Puerto Rico este sábado, 27 de abril.

Desde los seis años de edad, “Mr. Afinque” comenzó a tomar clases musicales, comenzando con guitarra, antes de aprender a tocar saxofón y, eventualmente, convertirse en maestro percusionista. Desde muy temprano en su adolescencia, Rosario se interesó en profundizar su conocimiento musical, pero no fue hasta 1959 que organizó su primera orquesta dedicada a los excelentes y variados ritmos del mambo, el chachachá, la pachanga y el jazz latino. Desde entonces, ha colaborado escribiendo canciones para incontables otros artistas, como Bobby Valentín, Gilberto Santa Rosa, Tony Vega, entre otros.

Entre sus producciones más reconocidas se destacan “De Barrio Obrero a la quince”, “Botaron la pelota”, “Anuncio clasificado”, “El revendón”, “Mi amigo el payaso” y “Cuando no hay cariño”. Ha producido más de 30 álbumes y ha recibido varios discos de oro y plata.

El también músico, arreglista y profesor honorario, Miguel Cubano, ofreció su comentario sobre la figura de Willie Rosario en un extenso, pero entretenido discurso en el que invitó a los oyentes a analizar el concepto de la “clave” y el ritmo en la salsa, destacando especialmente las aportaciones de Rosario a la salsa como la conocemos hoy.

“‘Hay que luchar con fe y devoción’. Son sabias palabras, maestro Rosario, que resumen su vida, su música y su valioso legado. Pocas personas alcanzan la larga y productiva vida de que goza y nos ha permitido disfrutar. Maestro Willie Rosario, reciba nuestra felicitación por el merecido doctorado honoris causa. Solo me resta decirle, en nombre de la Universidad Interamericana, que usted es un ser escogido por la vida y por la gente que le admira con devoción”, sostuvo en su mensaje el profesor Cubano.

El propio Rosario también tuvo un momento para dirigirse al público en un breve y emotivo mensaje en el que agradeció todo el apoyo que ha recibido a lo largo de su monumental trayectoria.

“Lo recibo con el corazón inflamado de alegría, así también con humildad y orgullo. Le agradezco al Padre Celestial que lo hizo parte de su glorioso deseo. Mi conducta y proceder seguirá siendo igual; hombre sencillo y humilde, con las puertas de mi corazón abiertas para ayudar al que me necesite. Ahora, más que nunca, reforzaré mi fe en Dios, el cual nos dicta a ser honestos y creer más en Él. Mis más expresivas gracias a todos ustedes por acompañarme en este día tan especial e importante en mi carrera. Bendiciones y esperanza para todos. Muchas gracias. Los quiero mucho”, dijo Rosario.