Tito Nieves: “Yo me trepo en el escenario como si fuera la primera o la última presentación”
El cantante subirá este viernes a la tarima del Coca-Cola Music Hall para presentar su reciente concierto “Volver a casa”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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El salsero Tito Nieves tiene 65 años de edad y en el 2025, celebrará 50 en la música. Pero no importa cuánto sume su trayectoria como una de las voces más poderosas en el género de la salsa, él se vive la música con la misma emoción que el primer día.
Su pasión por el arte de cantar se pudiera decir que nació con él. Compartió que el papá (de 95 años recién cumplidos), le contó que desde que tenía tres años comenzó a dar señales de sus aptitudes musicales.
“A mí me encantaba el deporte, pero no me gustaban los carritos, ni los juguetes de soldado, a mí siempre me ha gustado lo musical”, afirmó el cantante en entrevista telefónica.
Mientras conversaba con este diario desde su hogar en Orlando, Florida, se dejaba seducir por el aroma a pastel que le llegaba desde la cocina.
En el 2018 lo operaron del corazón y el doctor -según dijo- le certificó que su corazón latía al ritmo de la clave. “Eso es lo único que corre por este corazón, la clave”, afirmó.
Siendo así no hay que dudar del compromiso con el que hoy día asume cada grabación, cada colaboración o cada presentación, como la que tendrá este viernes en el Coca-Cola Music Hall.
“Los años nunca los he contado. Los veo en diferentes carátulas, hasta en diferentes pesos, porque empecé flaquito y llegué a pesar 376, hoy en día estoy en 250; antes tenía más pelo, ahora tengo menos, antes no estaban las canas, hoy están las canas... Pero yo me trepo en el escenario como si fuera la primera o la última presentación”, puntualizó la voz de “Sonámbulo”.
“Yo me entrego en todas las presentaciones, haya 10 personas o hayan 180 mil como me han visto en Boca del Río en México, porque no creo que la presentación es basada en la cantidad de gente que haya”, sostuvo.
Le dije el otro día a mi esposa, si me tocara una desgracia de despedirme de esta tierra, que no lloren por mí, porque he hecho todo lo que he querido y lo he cumplido, pero todavía me falta por hacer”
-Tito Nieves, cantante
De la misma forma que le ha aportado decenas de temas y álbumes que quedarán en la historia de la salsa, “El Pavarotti de la Salsa”, asimismo, ha sabido gozarse su camino en el arte musical, desde su inicios en la ciudad de Nueva York (1975).
“Yo he ganado lo que soñé ganar”, subrayó con el tono de voz firme y a la vez alegre y simpático que lo define.
“Lo que he ganado en esta música es lo más grande, el cariño, el aplauso y la aceptación del público. Eso es lo más grande que he ganado en esta música y esa es la fuerza y la motivación de seguir hacia adelante”.
Aún le maravilla observar las reacciones en los rostros de las personas que asisten a verlo y escucharlo cantar, porque la mayoría de lo que canta no son composiciones propias, sin embargo ha logrado proyectar y provocar emociones a través de su voz. Igualmente, le siguen inspirando algunos de sus mentores, entre ellos Rafael Ithier y Willie Rosario.
“Yo tengo que seguir. Ellos me dejaron esas huellas para seguir hacia adelante”, subrayó.
Tito Nieves observa un buen futuro para la salsa. Destacó nombres como Norberto Vélez, Carlos García, Gerardo Rivas, Willito Otero, Pete Perignon y el productor Motiff como talentos que están cimentando un camino que los llevaría a ser las voces protagonistas del género para las generaciones que representan.
“Hay una cantidad de jóvenes sumamente talentosos que están tocando la puerta para entrar y lo están haciendo lo están logrando. ¿Qué pasa? Ya no hay los talleres que teníamos nosotros. En Nueva York, cuando comencé, había 60 discotecas... ya no hay ni una. En Puerto Rico había una cantidad de fiestas patronales también, ya casi no las están haciendo. Ya no hay casas disqueras como antes; estos muchachos tienen que hacer sus labores a través de las redes sociales, que es un potencial, pero hay que trabajarlo duro. Pero talento sí hay y no pierdo la fe”, concluyó.