Quieren llevar esperanza.

La agrupación Sonido Tré se une a las que en la industria de la música ha tenido que hacer ajustes en su calendario de trabajo como consecuencia de la pandemia por el coronavirus. Sin embargo, la motivación por continuar haciendo música sigue, y más en momentos en que sienten el compromiso social por levantar el ánimo de un público que anhela la ilusión de que vendrán tiempos mejores.

Una muestra es el lanzamiento del clásico Let It Be, que popularizara el legendario grupo británico The Beatles para la década de los setenta.

“Nos tomó a todos por sorpresa que de un día para otro nuestras vidas cambiaron”, manifestó la cantante Mayda Belén, quien junto a su pareja Quique Domenech, y el músico Edgar Ríos, compone la agrupación. “Eso significa que nos quedamos sin trabajo, que muchas cosas se suspendieron, que muchas cosas no se saben si se van a retomar, y utilizamos la producción del tema a manera de catarsis como artistas para poder canalizar esas energías de desesperación en algo productivo, positivo, algo bonito, que a su vez pueda transmitir esa esperanza”, añadió la artista en entrevista telefónica desde su hogar en Orlando, Florida.

“Nos gusta trabajar con un contenido que añada valor a la vida de la gente, y en momentos como este, de crisis, que no sabemos qué va a pasar, lo que tenemos que hacer por obligación es dejarlo ser (let it be). No tenemos otra alternativa”, reflexionó.

Quique Domenech destacó que la historia detrás de la canción contribuyó a dedicarla a la clase profesional de la salud.

“La mamá de Paul McCartney murió cuando él tenía 14 años”, compartió sobre quien inspiró al ex Beatle a componerla, luego de que tiempo después, se le presentara en un sueño con el mensaje que dio título a la canción.

“Mientras estaba en la computadora chequeando, vi que hace un tiempo la teníamos pendiente para hacer”, compartió. “Ella era enfermera y dije ‘tiene que ser para ahora, dedicárselo a la gente que está trabajando ahora mismo en los hospitales con toda esta cuestión de la pandemia’. Y así fue como surgió la cosa”, añadió el destacado cuatrista.

Uno de los mayores logros para este arreglo fue integrar una coral virtual. Edgar Ríos resaltó el reto que representó lograrlo.

“La idea inicial era utilizar el coro de la (Universidad) Interamericana por si hacíamos el tema en un estudio de grabación, con un conjunto de 30 a 40 coristas”, afirmó Ríos. “Usualmente los coros se graban en estudios de cuarto grande, con techos altos”, detalló. “El mayor reto era cómo lograr obtener ese mismo sonido de un coro grande, dentro de la cuarentena, cuando estábamos todos en nuestras casas”.

La convocatoria motivó la participación de intérpretes de Colombia, España, Alemania, Francia, Hawái y Estados Unidos, además de Puerto Rico, entre otros países. “Fue bonito recibir esa avalancha de voces y escuchar lo grandioso que es el talento de estos muchachos”, afirmó complacido.

Por otro lado, Domenech acentuó el compromiso de continuar grabando versiones de éxitos internacionales en español y en inglés, con el toque del ritmo tropical.

“Estábamos también abriendo un mercado en los Estados Unidos”, dijo el arreglista, quien señaló que poco antes del encierro por la cuarentena, realizaron presentaciones. “Estamos atacando a un mercado diferente, por eso las canciones en inglés con los ritmos caribeños, y queremos asentar también el cuatro puertorriqueño”.