Ni Santa Clós, ni Rey Mago. Tampoco es un superhéroe que con una canción pretende frenar la violencia de género.

Bad Bunny, simplemente, está utilizando el poder de convocatoria que tiene -14.2 millones lo siguen en Instagram-, y lo que conoce y está a su alcance para llevar alegría de la misma forma que intenta concienciar sobre tragedias sociales como la violencia machista.

Hoy se levantó contento y se levantó feliz, y se unió cerca de las 10:30 de la mañana a la primera actividad de su naciente Fundación Good Bunny, denominada "La Nueva Tradición", que con una organización plausible comenzó a entregar regalos niños, niñas y adolescentes desde las 8:00 a.m., en el Coliseo Roberto Clemente.

El primer niño que recibió de manos del trapero un regalo fue Ricardo Colón, quien estalló en emoción. Lo abrazó mientras exclamaba, “¡Te amo, te amo!”. El menor con necesidades especiales recibió uno de los muchos teclados que estaban listos para ser entregados esta mañana.

Benito Antonio Martínez Ocasio, vistiendo una llamativa sudadera, pantalones cortos y tenis, quiso poder sentir ese abrazo, por lo que pidió a la producción que retirara la mesa que lo separaba de los asistentes. En adelante, entregó regalos, repartió abrazos y se dejó tomar fotos de cerca, sin filtro.

Son la niñez y la juventud los dos grupos sociales que más lo inquietan, aunque no necesariamente sean su audiencia primaria.

“Yo nunca he dicho que mi música es para los niños, o para la juventud, pero soy joven y fui niño, entonces sé cómo es que brega, los niños y los jóvenes siempre van a buscar las canciones”, expresó el artista, natural de Vega Baja.

“De igual manera quería darle algo a la juventud de Puerto Rico, y a los niños, que sé que muchos me siguen, y me sigan a o no, esto no es para mis fanáticos. Aquí pueden venir personas que ni tan siquiera apoyan mi música, gente ni siquiera escuchan reguetón. Esto es simplemente algo para el pueblo, para que vengan, compartan, disfruten, niños que quizás puede ser que esta Navidad no reciban un regalo, puedan encontrar uno aquí”.


El intérprete de “Estamos bien” comenzó a repartir regalos rondando las 11:00 a.m., cuando eran pocas las personas que esperaban en fila. No obstante, la producción indicó que se habían entregado sobre 5,000 regalos.

La organización del evento fluyó tan bien, que los asistentes no pasaban mucho tiempo en la espera. Y mientras lo hacían, recibían refrigerios, ventilación, disfrutaban de música folclórica puertorriqueña y recibían el boleto con el número asignado para el recogido de los juguetes. Repartieron instrumentos musicales, juegos de mesa, bolas de distintas deportes y juguetes de armar, entre otros.

Sobre la moderada asistencia, Bad Bunny bromeó con que quizás se quedaron “pegaos”, o estaban en la iglesia por ser domingo.

La Fundación Good Bunny está comenzando a organizarse, pero está establecido que dirigirá los esfuerzos hacia iniciativas relacionadas a las disciplinas artísticas y deportivas para los menores de edad, porque “siempre he creído en esa combinación de la música y el deporte”. “Creo que es fundamental, o es una gran vía para los jóvenes escapar de las calles, de los problemas del hogar…”.

“No quiero sonar negativo, pero obviamente es más fácil empezar a educar a los niños desde ahora, orientar a los jóvenes, qué se yo, encaminarlos, darle los consejos, herramientas. Es más difícil cambiar a un adulto que a un niño, aunque debería ser todo a la vez para que se complementen y los adultos nos ayuden a hacer ese cambio en los niños y los jóvenes”.

Este primer evento de la Fundación Good Bunny proyecta entregar 30,000 regalos entre las 8:00 am y 12:00 del mediodía.

Preocupado por la violencia de género

Bad Bunny igualmente expresó su preocupación sobre la violencia de género, una realidad que abordó en su reciente sencillo “Solo de mí”.

“Con esa canción no busco cambiar el mundo ni detener la violencia de género, porque sé que es un trabajo más grande, un esfuerzo mayor. Yo solamente quería dejar mi granito de arena, concienciar más que a la sociedad, a mis seguidores, porque yo no busco ganarme ningún público”, subrayó el intérprete de 24 años.

Antes que ser feminista, dijo, “yo soy puertorriqueño”. “No me estoy uniendo a ninguna asociación ni a ningún grupo feminista, yo solamente llevo el grano de arena, y trato de sembrar lo que pueda en mis seguidores, en mis fanáticos, que son muchos, y hacer lo que pueda, y lo hago como ciudadano, como persona, no lo hago como artista ni con ninguna otra intención. Por eso simplemente lo hice y no estoy haciendo un show. Si puedo tocar a alguien, con una persona nada más que le llegue el mensaje y lo siga regando, con eso basta”.

La entrega de regalos pasó de las 12:00 del mediodía, cuando estaba pautada terminar, pues una vez el artista dejó saber que se encontraba en el lugar la fila volvió a tomar fuerza. Los juguetes que quedaran sin entregar serán donados a las organizaciones Salvation Army y Toyr For Tots, y los instrumentos musicales a las Escuelas Libres de Música.


La tenimesista Adriana Díaz, junto con sus hermanas Melanie, Gabriela y Fabiola, se unió a la entrega de regalos con el propósito de ayudar, pero también de complacerse como fanáticas. Tan pronto la campeona del tenis de mesa divisó a Bad Bunny llegó hasta él para tomarse el deseado selfi.

“La meta es ayudar a las personas, pero también somos fanáticas”, dijo Díaz, fanática de los temas “Desde el corazón” y “Estamos bien”. Confesó que admiraba la personalidad del llamado Conejo Malo y que “no le importa lo que los demás piensen”.

Bad Bunny disfruta de esta época festiva en la isla después de dos años de trabajo que lo mantuvieron fuera.

Adelantó que su primer álbum saldrá al mercado “horita”, con mínimas colaboraciones, e igualmente anticipó que sus dos conciertos en el Coliseo de Puerto Rico serán a otro nivel. Lo que no hará es seguir “engriendo” al público con un amplio desfile de invitados.