El éxito Levanto mis manos, de Samuel Hernández, marcó un momento en la música cristiana que no se ha repetido.

El mensaje de alabanza que logró llevar el intérprete sacro con esta canción entró en diversas emisoras comerciales y caló entre el público general.

“Esa canción logró que gente que se iba a quitar la vida se detuvieran, que cientos de casos de depresión fueran sanados y, sobre todo, marcó una etapa en que la radio secular tomó este tipo de música como una prioridad”, opinó Samuel Hernández, quien recientemente lanzó su nuevo disco Inyección de fe.

Aunque considera que es importante que los artistas de la música sacra canten a todo tipo de expresión de amor, Hernández enfatizó que en estos momentos difíciles que vive el país, el mensaje de alabanza debe fortalecerse.

“Son chéveres las propuestas distintas, pero creo firmemente que hoy en día es cuando más hacen falta esas alabanzas que nos dan las herramientas para seguir adelante, como hizo Levanto mis manos”, señaló.

El intérprete dijo que ese mensaje podría llegar con mayor efectividad a la sociedad si existiera un mayor compromiso de los programadores radiales. En torno al rol de los artistas cristianos en la sociedad, dijo que cada uno debe cumplir con su propósito.

“Lo primero que debe de hacer un cantante cristiano es saber para qué Dios lo llamó”, opinó Hernández, quien este año estará laborando activamente en la Isla para llevar su mensaje de paz y esperanza.