Ricky Martin entrega su alma en el Choliseo
El astro boricua seduce al público con su singular propuesta sinfónica que ha cautivado Latinoamérica y Estados Unidos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Una vez más, la megaestrella boricua Ricky Martin se quedó con el canto tras cautivar el sábado a la Isla del Encanto en la primera función de su espectáculo “Sinfónico” en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.
El concierto comenzó a las 9:25 p.m., con la llegada de los 62 músicos de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico que acompañaron al artista en la tarima durante la velada musical.
Cuatro minutos luego entró al escenario el maestro Ángel “Cucco” Peña, quien se encargó de la dirección junto al director musical del astro boricua, David Cabrera, y sus nueve músicos.
Sesenta segundos después apagaron las luces de la arena y encendieron unas rojas y amarillas, y entró el intérprete con chaqueta y pantalones negros y calzado deportivo blanco, y de inmediato encendió el ánimo con “Pégate”, canción con la que cerró su concierto MTV Unplugged en 2006.
“Yo estoy muy feliz, estoy muy, muy feliz”, expresó el artista al culminar con su primer tema.
“Aquí tienes mi alma, Puerto Rico. Esta es nuestra historia musical”, puntualizó.
De inmediato continúo con “Volverás”, pieza que generó un ruido ensordecedor de su público.
“Ricky, te amo”, gritó una joven que se encontraba a lo lejos tras culminar su presentación.
El concierto sinfónico continuó con “Gracias por pensar”, uno de los muchos temas que el público cantó a todo pulmón y en el que la orquesta brilló por su arreglo.
El astro boricua puso al público a mover el esqueleto de nuevo con “La Bomba”, canción donde la megaestrella se quitó la chaqueta, revelando sus brazos tatuados y pectorales definidos por una camisilla. En esta ocasión, el exponente musical sedujo al público con enérgicos pasos.
La noche en el Choliseo siguió con la presentación de “Con tu nombre”, pieza donde la orquesta sinfónica volvió a demostrar su encanto con el arreglo de cuerdas que presentó.
Y tan pronto sonó la primera nota de “Fuego de noche, nieve de día”, el público pareció enloquecer. El rol que cobró la audiencia en dicha canción fue tal que al cantar ese estribill la estrella de la música se conmovió.
“Gracias, muchas gracias”, susurró el cantante, mientras los espectadores se quedaban con el Choli con sus fuertes aplausos.
La velada musical se puso colorida y patriótica cuando Ricky comenzó a cantar “Isla Bella”, donde expresó su orgullo por regresar “a la cuna que lo vio nacer” y resaltó los encantos de Borínquen. En esta pieza, la orquesta hipnotizó al público con un arreglo impresionante de cuerdas y vientos.
Martin reapareció en la tarima descalzo, luciendo una camisa túnica negra, una cadena plateada y pantalones color tierra, y prosiguió con “Disparo al corazón”, “Casi un bolero” y un “medley” de “Vuelo”, “El amor de mi vida” y “Te extraño, te olvido y te amo”, que contó con una vasta participación de la audiencia, que a su vez mostró mucho entusiasmo desde sus asientos.
No obstante, uno de los momentos más impactantes del espectáculo fue cuando el sanjuanero, vestido con camisa campesina de hilo blanca, fue cuando llegó el turno de “Asignatura pendiente”, tema que el público coreó de principio a fin con el artista.
“¡Bravo!”, gritó una señora tan pronto culminó este clásico.
“Vuelve” fue el punto final de este segmento melancólico, donde los espectadores se cautivaron con los bailes y talento del exponente pop.
Tras el segmento de baladas, el exalumno de Menudo volvió a poner a sus fans a bailar con clásicos como “Lola, Lola”, “María” y un medley de “Mordidita” y “Por arriba”, esta última canción se dio luego que su hijo Mateo se la pidiera.
La audiencia, jóvenes y adultos mayores, se puso de pie nuevamente para bailar su éxito de 1999, “Livin’ la Vida Loca”, número con el que tuvo un clic con el público anglosajón y se ubicó como uno de los exponentes más memorables de la música pop.
Tras esta presentación, el puertorriqueño continuó con uno de sus éxitos más recientes, “Vente pa’ acá”, y “cerró” con la canción antémica “Cup of Life”, en la que mezcló el inglés y español, y el público lo siguió con su icónica coreografía.
“Muchas gracias a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico. Gracias por su arte, gracias por su pasión. Yo sé que este es el principio de muchas cosas entre nosotros”, expresó el artista, seguido de aplausos y gritos a todo dar.
El encuentro con su fanaticada local casi culminaba, pero faltaba. Enrique Martín Morales les dio un poco más a sus seguidores con sus éxitos “Tal vez” y “Tu recuerdo”.
“Puerto Rico, te necesito siempre en la distancia, eres muy importante en mi vida”, dijo al despedirse.
Ricky Martin tendrá un nuevo encuentro con el público local en la segunda función de “Sinfónico”, el domingo a las 5:00 p.m.