¿Un gatillero con una camisa que lee fuck guns? ¿Un tirador de droga con un mensaje de fuck drugs?

A primera vista parece que la imagen contradice el discurso en el vídeo musical del tema La guagüita de mantecado, de los cantantes urbanos Siniestro 413  y Tempo, pero el director de la producción audiovisual, Alejandro Santiago Ciena, afirmó que es todo lo opuesto.

El trabajo retrata la realidad del bajo mundo de una manera cruda y gráfica, y muestra paralelismos con la prepotencia del poder político y sus líderes.

“Es una historia bastante cruda de la calle, del bajo mundo de las drogas, del punto de vista de los ‘traqueteros’. Básicamente es una historia literal del tema de la canción, pero con un mensaje opuesto a lo que estamos viendo. Es un vídeo fuerte, crudo, porque queremos llegar a esa misma gente. Todos los que están actuando en el vídeo tienen camisetas puestas con mensajes positivos con la palabra fuck, porque queremos llevar un mensaje impactante”, explicó.  

El ganador del Latin Grammy por el vídeo de Calma pueblo, creado para la banda Calle 13, detalló que  la propuesta refleja además la indignación de un grupo grande de hispanos que se ha manifestado en contra de las expresiones xenofóbicas del precandidato presidencial por el Partido Republicano Donald Trump.

“Esto es un desahogo de todo lo que está pasando en la sociedad, no solo en Puerto Rico, sino en Latinoamérica entera. A la misma vez lo estamos comparando con el poder político, que utilizan sus posiciones para ser prepotentes con el ser humano, y en este caso utilizamos a Donald Trump por los comentarios racistas que hizo sobre los latinoamericanos y toda la manipulación que ha ejercido durante este proceso electoral”, continuó.

Filmado en localidades exteriores de Nueva York y Boston, el trabajo presenta un inesperado giro al final con el cual se pretende llamar la atención sobre la hipocresía y traición que se experimenta en ambos mundos.

 También indicó que La guagüita de mantecado es una metáfora de cómo muchas personas se dejan seducir por las drogas y la palabrería de los políticos, tal como lo hace la música de esos vehículos con los niños a su paso.

 Reconoció que es un trabajo que, por su crudeza visual, puede generar polémica, pero a su juicio la controversia y debate que puede desarrollarse sobre el tema puede ser positivo. 

“Me gusta ser crudo, porque yo creo que de esa manera,  aunque la gente lo critique, algo se les queda en el subconsciente”, recalcó sobre el trabajo producido por Brian Rodríguez y Crema Batida Studios.

La canción de este vídeo forma parte de la producción Sweet and Sour, de Siniestro 413, que con su pasado tema junto  al reguetonero Polaco, Dulce & Galletita, empezó a darse a conocer entre los amantes del género urbano.

Esta vez, el vocalista nacido en Guayama y criado en el estado de Massachusets, se unió a Tempo, una figura destacada en el género del reguetón.

Cabe mencionar que Tempo cumplió  11 años de cárcel  por cargos relacionados a la conducta ilícita que Siniestro 413 critica junto a él en el tema y vídeo.

El intérprete, cuyo nombre de pila es David Sánchez Badillo, fue detenido   en 2002 y posteriormente   encarcelado por tráfico de drogas  y posesión ilegal de armas de fuego.