Fiel a su estilo y como si se tratara de una de sus canciones, René Pérez fue directo y contundente en el banquillo al testificar contra su exrepresentante artístico, José Luis Colón, como parte del juicio por la demanda que enfrenta junto a su hermano Eduardo Cabra como principales integrantes del grupo Calle 13.

No solo Pérez describió varios incidentes en los que Colón habría fallado en realizar su labor como representante, ocasionando pérdidas económicas y otros problemas, sino que fue más lejos y describió incidentes en los que, en lugar de ocuparse de atender al grupo, Colón estaba bebiendo demasiado alcohol o involucrándose de más con mujeres que no eran su esposa.

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Colón alega en el pleito que se le adeudan unos $250,000 por sus servicios como representante del grupo, del que se desligó en el 2010. Pérez y Cabra, en cambio, aseguran que no solo cumplieron con Colón, sino que es él quien les adeuda $30,000 por su mala gestión en un concierto en México y otros $2,000 con los que se quedó que eran parte de un auspicio para realizar un video.

En su testimonio, Pérez tampoco tuvo reparo en admitir errores e ignorancia en cuanto a asuntos de negocio en los inicios de la exitosa carrera de Calle 13. Admitió además que, para entonces, luego de que comenzaran a trabajar con Colón, “confiaba ciegamente” en él.

“En ese momento, mi experiencia con contratos era cero. Lo que quería era rapear. No tenía idea de nada”, admitió el también conocido por su nombre artístico de Residente, ante preguntas de la abogada Mary Jo Méndez, que representa a Calle 13 junto a Judith Berkan.

Agregó que Colón era el que recibía el dinero por los shows que hacían y luego les pagaba, mientras ellos tocaban, "que era lo que nos gustaba”. Dijo que Colón “no proveía ninguna hoja de contabilidad”.

Pérez describió que con el tiempo comenzaron a ver “cosas que se suponía no pasaran”, y había malestar entre los músicos, entre otros pormenores, pagaba sus dietas tarde.

Pérez también declaró que Colón nunca le dio a firmar un contrato en el que establecieran su relación de trabajo.

“Había escuchado algo de un contrato. Pero nunca lo vi. De hecho, él (José Luis Colón) nos decía que era algo de confianza, que él no necesita un contrato para trabajar con nosotros, y que si no queríamos que siguiera él se iba, que era así de ‘cool’”, declaró.

Esa confianza, explicó, se fue acabando con “varios sucesos que colmaron la copa”. Describió que Colón no contestaba mensajes cruciales, no contestaba el teléfono y “otras cosas, desde cosas sencillas. Mira, un tipo casado, y lo veía jangueando con mujeres, delante de mi hermana (Ileana Cabra). Y a mí no me importa lo que haga, pero que lo haga en su cuarto, no en público. Eso era una mala imagen”.

“Él andaba de fiesta. Como manejador tenía que estar pendiente a que no pase nada negativo al grupo. Y estaba bebiendo, contentito. Si está casado, y de momento lo ves con una rubia en un camerino, y todo el mundo sabía lo que había. Y no soy moralista, pero eso afecta la imagen, la marca, te afecta si quieres hacer negocio”, describió Pérez.

“Y mira, OK, te vives la película. Yo también me la viví. La fama, eres Calle 13, estaba con Denisse (Quiñones) y me sentía hasta lindo. Pero te tienes que bajar”, acotó.

Residente también habló de las malas experiencias con el concierto de México, otro en Panamá que no pudieron hacer porque no se hicieron gestiones necesarias a tiempo, así como una gira por Europa en que se vieron obligados a hacer presentaciones en las que terminaron perdiendo dinero en medio de un “desorden tremendo”.

“Creo que lo mejor que hizo José Luis fue llevarnos ante Ángelo (Medina). Él no tenía la capacidad ni las herramientas para llevar al grupo a donde llegó”, afirmó Pérez.

El artista aseguró que en el grupo había un acuerdo de que del dinero que recibían para producir discos y videos no se cobraría nada, y que en cambio buscarían “dar la mejor calidad posible a la gente”, para luego poder hacer dinero en giras y conciertos. Al igual que su hermano Cabra, aseguró que nunca ganaron nada de los discos que produjeron.

Asimismo, fue enfático en que nunca habló nada de dar comisión por los derechos de autor, algo que también reclama Colón.

“Alguien que no tuvo nada que ver con la creación del tema, no tiene que cobrar nada. Eso nunca debería ocurrir. Deben establecer una ley para prohibirlo”, afirmó Pérez.

Otros testigos presentados por la parte de Calle 13 también abundaron en la deficiente gestión de Colón como manejador y el hecho de que fuera Medina el que en realidad se ocupó de los asuntos importante del grupo desde que se unió a su comanejo.

Antes de esos testimonios, la representación de Calle 13 solicitó a la jueza Aileen Novas Auger la desestimación del caso.

“Entendemos que, en base a la prueba mostrada, el tribunal puede determinar que el demandante no ha podido probar su reclamación”, afirmó Méndez, agregando que el propio Colón en su testimonio había admitido sus faltas con respecto a los conciertos en México, Europa y Panamá.

“A base de todo lo anterior, a través del propio testimonio del demandante, que no cumplió con sus funciones, entendemos que no tiene derecho a lo que reclama”, reiteró Méndez.

El abogado de Colón, Alfredo Cruz, contrarrestó que el pleito se trata de “una simple acción de cobro de dinero”, y no una cuestión de si los demandados estaban o no satisfechos con su desempeño (de Colón)”. Agregó que la controversia es en cuanto a una interpretación de Pérez y Cabra sobre si debían o no pagar al manejador la comisión sobre algunas partidas.

Al cierre de los testimonios, ambas partes se sostuvieron en esas posturas por lo que la jueza dio por sometido el caso y estaría emitiendo su fallo más adelante.

Fuera de sala, Pérez ofreció unas breves palabras, en las que lamentó que se les estuviera dando atención al caso mientras ocurrían otras cosas más importantes.

En cambio, invitó a participar en el espectáculo del sábado 27 para respaldar el reciclaje de plástico, como parte de una campaña en favor del ambiente.

Asimismo, reflexionó en la importancia de que los jóvenes artistas se eduquen bien “para no permitir que manejadores se aprovechen de ellos”. Afirmó que existe “un abuso” contra muchos artistas, y comentó que “este caso se basa en eso” porque para la época de los hechos “nosotros no teníamos idea de lo que teníamos que hacer”.