Corría la década los 40 y los salones de baile en Puerto Rico eran cada vez más populares. Era el tiempo de las grandes orquestas hispanas en Estados Unidos y en la Isla comenzaban a despuntar con fuerza varias agrupaciones.

En ese contexto un joven músico cayeyano optó por crear un sonido propio que revolucionaría la música popular puertorriqueña. César Concepción, trompetista, arreglista y compositor puertorriqueño fundó el 14 de junio de 1947 la Orquesta de César Concepción, la cual contó con gran acogida a nivel nacional e internacional.

Este artista fue creador y compositor de más de un centenar de boleros y logró que la plena puertorriqueña entrara con fuerza en los salones de baile.

Desde finales de los 40 hasta principios de los 70, la agrupación fue la “mejor y más popular orquesta de Puerto Rico”, como la describió en más de una ocasión el locutor y productor Mariano Artau en el programa radial La ruleta musical, donde tantas veces sonó el conjunto.

“César, además de ser un compositor tremendo de boleros, quería componer plena para los salones llamados ‘finos’ de la época, donde no se podía tocar plena. Entonces, aprovecha las corrientes del mambo de Pérez Prado y las incorpora a la plena y crea un estilo de plena aceptable para todo el mundo. Lo mismo le compuso a los equipos de béisbol, que a diferentes pueblos y ahí se consolidó”, expresó el licenciado Nicolás Nogueras, abogado y amigo del fenecido músico y quien en 1984 remontó el grupo.

La Orquesta de César Concepción tuvo su primera presentación oficial en el Club New Yorker en Condado con Juan Ramón Torres “el Boy”, como vocalista principal, y con otros destacados músicos del patio, como el pianista Ángel Rafael “Lito” Peña.

Poco tiempo después de fundada, “el Boy” sale del conjunto y entra como voz principal Joe Valle, con quien el público se identificó rápidamente y quien grabó los boleros y plenas más populares de la orquesta. César Concepción, según opinó el licenciado Nogueras, era un genio musical que estaba al tanto de las vertientes musicales y rápido las adaptada a la orquesta. Fue con esa visión de Concepción que el grupo lo mismo tocaba desde un mambo hasta un bebop.


“César tocó no tan sólo a nivel de Puerto Rico, sino también en Nueva York con las mejores orquestas hispanas/latinas de la época con las que aprendió plenamente el concepto de las orquestas grandes americanas y como es natural aprendió de las corrientes musicales de las épocas que se estaban viviendo. En Nueva York, por ejemplo, estaba el desarrollo del swing y él viene acá y lo adapta con un sentimiento muy de él... Pero para él, como tenía ese sentimiento puertorriqueño bien arraigado, era vital tocar danzas en todas sus presentaciones y llevar la plena a los salones de baile para enviar el mensaje de que aquí estábamos al día y que también teníamos lo nuestro”, manifestó Nogueras.

La agrupación, en tanto, se destacó por ser “la orquesta de la juventud” y llegó a vender discos en Puerto Rico y Nueva York. También desarrolló la coreografía orquestal en la que los músicos se salían de sus atriles en determinados números para moverse y provocar al bailador.

“Lo que César tocaba tenía un toque o de emoción para bailar y gritar o de esa melancolía que daba en los boleros”, señaló Nogueras.

El trompetista, además de ser un director musical de excelencia, también era como un “padre” para sus músicos, a quienes protegía y ayudaba, dijo el licenciado.

César Concepción estuvo activo con su orquesta hasta el día de su muerte el 11 de marzo de 1974.

La orquesta regresó a los escenarios con algunos de los integrantes originales el 13 de junio de 1984, bajo la dirección del licenciado y pianista Nicolás Nogueras.

“Antes de morir yo le prometí y le reiteré mi compromiso de que no iba a morir su orquesta, su creación y su estilo, por eso no le pongo la orquesta de Nicolás Nogueras, porque sigo creyendo en él”, indicó Nogueras, quien sigue activo con el repertorio de Concepción y algunos temas nuevos.

La agrupación actualmente se presenta todos los domingos en el Marriott Courtyard de Isla Verde de 3:00 de la tarde a 7:00 de la noche, poniendo a bailar al público con el mismo sabor y romanticismo del maestro César Concepción.