El cantante Rauw Alejandro sorprendió anoche al unirse al grupo mexicano Latin Mafia en su electrizante concierto “sold-out” en el Coca Cola Music Hall.

El boricua se encontró con los hermanos Mike, Milton y Emilio de la Rosa, quienes se apoderaron del prestigioso recinto del Distrito T-Mobile, para acompañarlos a interpretar el éxito “212″, un momento que provocó euforía entre los presentes.

Dicha aparición del boricua se produjo en medio del espectáculo que llevó el trío mexicano, en el marco de su aclamada gira “Te Odio y Te Extraño Mucho”, donde se impuso el enfoque distinto de su viaje musical y su don para explorar emociones profundas junto a sus seguidores.

El grupo se destacó con su exploración de sonidos, la trascendencia creativa de sus letras, su carisma y su alegría contagiosa. La velada puso de manifiesto su sitial como uno de los más destacados en el pop alternativo hispano, con su estilo experimental.

El concierto, realizado en el contexto de su más reciente álbum, “Te Odio y Te Extraño Mucho”, recorrió un camino de sentimientos en el que la felicidad, la tristeza, la nostalgia y la celebración fueron protagonistas. Los éxitos “Siento Que Merezco Más”, “Me Estoy Cayendo”, “Pero Me Estoy Acabando” y “Continuo Atardecer” formaron parte de su magnífica revolución musical.

La lluvia de aplausos también llegó con temas como “Flores”, “Más Humano”, “Sal Rosa” y “Mala Buena Suerte”, que provocaron una conexión inmediata en el público. La vibra enérgica de las canciones “Patadas De Ahogado”, “No Digas Nada” y Julieta” resonó en los presentes, que las cantaron de principio a fin.

“Emocionados y honrados de poder estar con ustedes, cantándoles por primera vez. Felices de estar aquí, en este Puerto Rico maravilloso. Muchas gracias a todas las personas que hicieron este encuentro posible. ¡Los amamos Puerto Rico!”, expresó Emilio de la Rosa.

Los matices sonoros de “Que Vamos A Hacer”, “Sentado Aquí” y “Nunca He Sido Honesto” provocaron algarabía en la multitud con solo escuchar los primeros acordes, añadiéndose a un repertorio cargado de una narrativa honesta.

El espectáculo, que se realizó bajo la producción de Move Concerts y Noah Assad Presents, sobresalió por vistosos elementos en tarima, un sonido impecable y una ostentosa secuencia de luces. Una pantalla de fondo con coloridas gráficas se sumó al propósito de realzar la experiencia visual y sorprender al público con una velada inolvidable.