¡Que no falte la música en Navidad!
Andrés Jiménez “El Jíbaro” repasará las canciones que celebran esta época festiva en su concierto.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Sea liviana, profunda, jocosa, o religiosa, hay detrás de cada canción o estilo musical una historia, un origen que carga con el porqué de cada género o temática.
El cantante Andrés Jiménez “El Jíbaro” arma su próximo concierto ¡Así canta Puerto Rico en Navidad! con una selección de los temas de su repertorio más representativos de esta época festiva, y con ellos ofrecerá desde el escenario del Centro de Bellas Artes de Caguas una explicación que lleve al público a un entendimiento del proceso evolutivo de nuestra música y tradiciones.
“Será un concierto navideño basado en la idea de representar los diferentes estados de ánimo que tienen las personas en la época de la Navidad”, adelantó. “Hay unos que son tristes, hay unos que son muy religiosos, hay unos que son bien parranderos, y dentro del panorama también está la cuestión política, o sea esas diferentes caras de la Navidad, las vamos a presentar en este espectáculo”.
El concierto, a celebrarse el 29 de diciembre, viene a ser parte de una serie de autogestión que inició el intérprete y compositor de música jíbara el pasado junio en la ciudad de Tampa y continuó en septiembre en Nueva York. Lo distinto es que esta vez lo centrará en las navidades.
“La música nuestra tiene unas raíces profundamente cristianas, o sea nosotros pasamos en los campos de Puerto Rico, de la música de la iglesia, de los villancicos navideños que se tocaban hace más de 200 años, de ahí nace todo un proceso de cambio y de creatividad donde se seculariza la música, donde evoluciona el aguinaldo y evoluciona la lírica”.
Es cada estilo musical un reflejo del estado emocional de la gente a través de las distintas etapas de la historia local.
“Ese evento de los rosarios cantados ya no es una misa, ya es en una casa, y siempre termina en una fiesta, pues todo ese proceso que vivieron las diferentes generaciones de puertorriqueños forjaron nuestra música y llega hasta el plano del doble sentido; desde lo religioso de Jesús, del Nacimiento, de la Epifanía, a la gallera, a la parranda y a todo lo que es el espíritu navideño que nosotros conocemos que se da en todos los lugares en el país”.
En lo que será el primer concierto que se presente en el Bellas Artes de Caguas después de la reapertura post María, El Jíbaro se acompañará del cuatrista Christian Nieves, Omar Jiménez, Junior Alvarado, Ricardo Pons, Richard Ríos, Neftalí Ortiz y Yabey Marcano.
Entre el repertorio navideño colará algún tema que recoge las vivencias de los puertorriqueños durante los días posteriores al estado de emergencia en que quedó el País a causa del fenómeno atmosférico.
Con la diáspora presente
El Jíbaro vive en la Isla consciente del cambio que ha tenido la “realidad nacional”, en la que el concepto de identidad puertorriqueña no está reducido a este espacio geográfico sino que se ha “desparramado” hacia otros lugares en el mundo, mayormente hacia Estados Unidos.
Ese nuevo vínculo entre los puertorriqueños de aquí y los de allá continuará siendo, ahora con mucha más relevancia, el tema que dirija el trabajo artístico que presentará en adelante el orocoveño por medio de las redes sociales, que en la actualidad son su principal plataforma de promoción.
“Nosotros tenemos que tratar de mantener esos vínculos con las comunidades en Estados Unidos porque sus necesidades y las luchas comunitarias que ellos tienen que dar, tienen que ver mucho con lo que nosotros tenemos que hacer también aquí”.
El Jíbaro llama a la necesidad de cambiar el discurso que ha predominado en las últimas décadas de excluir a los puertorriqueños en Estados Unidos para hacerlo más inclusivo, de modo que se reconozca que hay una unidad, no importa el lugar donde esté.
Comenzar a abrirse brecha en las comunidades latinas en California y Texas es una de las proyecciones del trovador, por lo que comenzará a originar o adaptar canciones con mensajes latinoamericanos en general, y menos regionalistas, sin descartar la esencia de la música tradicional puertorriqueña.