Cuando inició sus estudios en literatura, su meta era convertirse en profesor, sin embargo, sus planes se vieron alterados cuando su pasatiempo de cantar y grabar música se tornó en el eje de su vida y profesión.

Tanto así que, a sus 21 años de edad, el éxito arropa a Prince Royce con un álbum homónimo de bachata pop del que promociona el segundo corte, Corazón sin cara, y con el que ha ganado disco de oro al sobrepasar las 50 mil unidades vendidas.

Con esa canción, pretende llevarles el mensaje a las chicas de que sean ellas, sin aparentar lo que no son, ante la presión de los medios de que para ser bellas tienen que lucir como una modelo esbelta.

Geoffrey Royce Rojas, su nombre de pila, quien se encuentra de visita en la Isla, revela que “siempre soñé verme como estoy ahora, pero no imaginé que fuera tan rápido, porque en seis meses la gente conoce de mi música y mis temas han gustado”.

“De verdad que soy muy afortunado. Gracias al apoyo del público es que todo me ha ido bien”, sostiene el joven nacido y criado en el Bronx, Nueva York, de padres dominicanos.

Según el intérprete, aunque disfruta de su fama, extraña mucho contar con tiempo libre para estar tirado en su casa jugando videojuegos. Pero, eso ha cambiado porque “ahora vivo en un avión y no estoy cerca de mi familia como antes”.

“Me estoy acostumbrando a vivir en este mundo (artístico) en el que hay que tener cuidado en lo que uno hace porque las cámaras están pendientes a todo. Lo estoy cogiendo suave y creo que lo estoy manejando bien. Mi familia me ayuda mucho para que no se me suban los humos a la cabeza. No quiero cambiar y caer en eso de grandeza (ríe)”, reitera.

Como su nombre artístico tiene un aire de realeza, dice que no se debe a que se crea un príncipe que se lo merece todo, sino que fueron las chicas las que lo bautizaron así.

Prince Royce confiesa que no todo fue color de rosa al principio de su carrera, porque trabajaba en una tienda de venta de celulares y con el dinero que ganaba pagaba sus demos.

Para abrirse paso en la música, asegura, que “fueron muchas las puertas que se me cerraron. No me dieron la mano muchas personas y quiero decirles que los sueños sí se hacen realidad en el arte. Lo que he logrado lo estoy digiriendo todavía. Quiero decirles a los jóvenes que vayan tras sus sueños porque hay muchas cosas negativas en la calle como las drogas”.

Respecto a su nominación al Grammy Latino, dice que “es la primera vez que estoy nominado y junto a Juan Luis Guerra, que es una persona que yo he admirado mucho desde muy pequeño y es un honor poder ir a Las Vegas por primera vez”.