Polaco: “Me dejé llevar por la base oscura”
El exponente urbano repasa sus orígenes y habla del nuevo giro musical de su álbum “Trampeao”.
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Quedó en el pasado. La violencia de la calle o la incitación a la sexualidad desmedida que promovía en sus letras, ya no forman parte de la nueva etapa del rapero puertorriqueño Polaco.
Sigue fiel a un tono combativo, enérgico y tajante dentro de su esencia, pero ahora prefiere usar el poder de la palabra para propósitos que dirijan a elevar.
Una vida marcada por las dificultades del entorno en el que crecía, el abandono de su padre y ser testigo de los constantes esfuerzos de su madre para sacar adelante a la familia fueron motor en varias de sus creaciones. Ahora se inspira en el agradecimiento, en la reflexión sobre el proceso de vivir y en la sabiduría derivada de la adversidad. Esta etapa la refleja en su álbum “Trampeao”, el primero de estudio que lanza como solista luego de 24 años de carrera. El álbum de 14 temas cuenta con colaboraciones que incluyen a MC Ceja, Farruko, Darell, Gustavo Laureano, Melymel, Baby Rasta, El Jincho, Wise “The Golden Pen” y otros.
“No hay vuelta atrás”, respondió enfático uno de los pilares del “underground” al exponer su honestidad al componer. “No es un truco mediático. Es que en el corazón mío ya no puedo estar cantando eso. No puedo. No me siento cómodo. Si quieres escuchar un poco de luz, entonces me escuchas a mí. Si quieres escuchar oscuridad tienes tu gente que está trayendo eso. Ya no voy a rapear más oscuro”, afirmó el intérprete, también conocido como “Polakan”, y quien hace tres años se radicó en Medellín, Colombia.
Al abundar sobre la decisión, reiteró cuán complacido se siente con traer música con otra visión.
“El rap es como yin y yang, tiene su lado de luz y su lado oscuro. El maleanteo que yo hacía, las ‘tiraeras’ que a mí me gustaban mucho, y las canciones con una incitación sexual elevada o vulgar, supervulgar, yo creo que eso está en lado oscuro, y yo me dejé llevar por la base oscura. Nunca me había movido para el lado de la luz”, prosiguió en su reflexión quien perteneció al recordado dúo Lito y Polaco.
“Ahora con ‘Trampeao’ quise moverme para este lado, y me siento cómodo en este lado, me siento en paz, porque estar en este lado de guerra todo el tiempo… tú no puedes pretender rapear oscuro y recibir para atrás luz, eso es imposible, y ya a esta edad, tengo 48 años, yo no estoy para estar recibiendo oscuridad. Yo quiero estar tranquilo. Me fui para el lado de la luz”, respondió Rafael Omar Molina. De hecho, el tema promocional, “Me busco el peso”, plantea la dura la realidad de los inmigrantes en Estados Unidos para lograr su sustento. El venezolano Apache, el cubano Al2 El Aldeano, y el mexicano C-Kan lo acompañaron en el propósito de llevar su mensaje.
En 2010 lanzó la producción discográfica “El Undertaker” como solista, pero Polaco no le atribuye la misma formalidad de “Trampeao”, que es su primero de estudio.
¿Por qué la ausencia de muchos años?
“Estaba pasando por diferentes procesos personales en mi vida y profesionales también que me desanimaron mucho de este ambiente, de esta industria musical, y como que me alejé. Me dediqué solamente a hacer presentaciones. No quería como que meterme a hacer un proyecto, pero desde que estoy trabajando con Camille y MC Ceja, los dueños de GLAD Empire, las cosas han cambiado mucho. Voy por un buen camino y un buen futuro”.
¿Hubo algún momento en que consideraste retirarte de la música?
“Sí. Esa decisión llegó cuando estaba trabajando con Héctor ‘El Father’ y de la nada decidió quitarse de la música, cerrar la compañía, cerrar todo. Quise tomar la decisión de retirarme porque con Héctor teníamos unos proyectos pendientes, un disco como solista, una gira, teníamos unas cosas, y cuando Héctor se quita, automáticamente todo se cayó. Fue otra decepción y dije ‘no, yo me voy a retirar’. En ese momento cogí, me fui a vivir para Nueva York y estuve como uno o dos años”.
¿Por qué titulaste el álbum “Trampeao”?
“Porque estoy haciendo trampa. La gente sabe que llevo 24 años sin sacar un disco. Estoy bien ‘apagao’, y si estoy bien ‘apagao’, no tengo luz. Para poder tener luz en esta industria hay que tener una gran inversión, inversión que yo no tengo, les voy a ser sincero. Pero si no tengo cómo pagar la luz, le puse un pillo, y ahora me ven aquí. ¿Cuál es el pillo? Es la gracia de Dios, la voluntad de Dios. Está haciendo que todo esto sea posible”.
Hay varios artistas del género urbano que han anunciado su conversión a la religión. ¿Contemplas ese giro?
“No. Yo no voy a ser un cantante sacro, no quiero que me identifiquen como un cantante sacro, pero toda la intención de las canciones que estoy haciendo han sido por voluntad de Dios. Todo este disco ‘Trampeao’ existe por la voluntad de Dios. Cada tema que escribí, cada barra, cada letra que escribí, ha sido inspirada en Dios”.
¿Cuán personal es este álbum?
“Este es el álbum más personal de toda mi vida. Nunca había podido tener una pieza de colección tan personal. Este álbum yo no lo hice ni para pegar, ni para irme ‘trending’, ni estar buscando cosas ‘trending’. No estamos buscando llevarle cosas al oído a la juventud. Lo hice simplemente para complacer a mi ‘fan base’, esta fanática que por 24 años que no hice un disco, seguían ahí fieles pidiéndome un disco. Eso para mí era increíble”.
¿De qué hablas en ‘Trampeao’?
“En este disco hay temas donde tú vas a encontrar historias de la calle, motivacionales, para esas personas que tienen depresión y se quieren suicidar, para esas personas que se ganan el dólar honradamente, si tú te pones a analizar cada tema del disco, no vas a encontrar un tema donde yo estoy diciendo que vengo con un rifle, que tengo kilos, que todas las mujeres son mías. Hice canciones así y la gente me conoce mucho por canciones así, pero yo a esta edad, creo que no me siento… Creo no, estoy seguro que no me siento nada cómodo cantando canciones así. Este talento hay que usarlo para algo que edifique a las demás personas o para los que son contemporáneos a mi edad, mi generación, se identifiquen, las puedan dedicar, y se sientan cómodos cantando”.
En un escenario, ¿repetirías viejos temas con esa “oscuridad” que describes?
“Sí, de una. No lo quiero seguir haciendo, pero es que esos éxitos la gente se los vive y se los goza y son parte de su vida. Cuando estoy en la tarima cantando, ver a gente disfrutarse un tema, bailarlo y vivírselo, eso me llena completo. Es una satisfacción increíble, y yo no voy a dejar de sentir eso. No es que vaya a seguir haciéndolo (temas nuevos), pero tampoco es que me avergüence o esté contra de eso”.
¿Sigues fiel a tu personalidad al rapear?
“Sí, sin perder la ciencia. Yo sigo siendo Polaco, sigo siendo el mismo salvaje, el mismo rapero, pero la letra tiene mucha madurez. No hay nada vacío. No hay una canción sin propósito”.
¿Eso quiere decir que no estás de acuerdo con el Polaco de los orígenes?
“No. Lo amo. Sin el Polaco de los orígenes no estuviera el Polaco de ahora. No existiera éste. Del Polaco de mis orígenes estoy muy orgulloso de él, porque es un muchacho que nació rebelde, pensando que su papá no lo quería, pensando que estaba solo en la vida, viendo cómo su mamá, su abuela y su bisabuela tenían que arreglárselas solas. Lo veía injusto y tenía mucha rabia”.
¿Había mucha tristeza en este tiempo?
“Sí”, respondió enfático mientras hacía una pausa para mirar al suelo y permanecer en silencio.
¿Cómo te ayudaron las letras a manejar esa tristeza?
“Pues… (respira profundo y prosigue en una pausa) Yo lo que aprendí es… a aguantar ese dolor en el corazón y botarlo por la boca. Eso es lo que yo hacía, escribirlo en la libreta, y así fue que se creó Polaco”.
¿Cuánto orgullo tiene tu mamá de ver este cambio en ti?
“Yo creo que está orgullosa. Antes de venir para acá estaba con ella y está contenta. Me gusta verla así (sonríe) y era cuestión de tiempo porque en mi casa siempre han sido personas de bien, me han criado muy bien, y el que fue un poquito rebelde y en contra de la corriente era yo”.
¿Llegó a haber alguna conexión con tu papá?
“Sí. Yo llegué a hablar mucho con mi papá y llegué a tener cierta comunicación con él, pero no fue una de lo que sería como un padre y un hijo”.
¿Y cómo es el papá Polaco?
“Mis hijos son como un regalo de Dios, porque yo me preocupaba mucho por el ejemplo que les podía dar a ellos por la música que yo estaba haciendo, y me preocupaba mucho qué ejemplo les iba a dar, cómo iban a crecer, si mis situaciones y mis controversias iban a hacer que se avergonzaran, me odiaran o me amaran. Eran muchas preguntas que tenía y preocupaciones con eso, pero pienso y creo que hice un buen trabajo porque me salieron supertrabajadores, me salieron supereducados, humildes, muy diferentes a lo que yo era. Yo no estuve en toda su vida, en toda su niñez, porque yo me divorciaba, me separaba de sus mamás, y seguía mi vida. Pero siempre me mantenía en contacto con ellos porque yo sabía lo que era que tu papá no te buscara. Siempre estaba ahí pendiente, y cuando tenían alguna situación yo llegaba y con toda mi experiencia trataba de darles el mejor consejo, y me siguieron y les salía bien. Sentir ese amor de ellos, yo sabiendo que no estuve todo el tiempo ahí, y ver ese amor y ese respeto y unidad de ellos con todo el mundo y conmigo, es como un regalo de Dios”.
En ocasiones se ha criticado el contenido de las letras de reguetón a nivel creativo. Incluso, en una entrevista el año pasado, Arcángel mencionó que a nivel musical “es un género muy pobre”. ¿Qué opinas?
“Que Arcángel tiene mucho la razón, pero nosotros somos del barrio, esta música salió del barrio, y en el barrio y en la calle hay poca educación, hay pocos valores, y eso es lo que refleja. Entonces, cuando la gente quiere distraerse, bailar y olvidarse de los problemas, tú no estás pensando en educación ni en valores, tú estás pensando en que tú quieres gozar, y la gente tiene que entender eso. Hay que ser empático con la realidad de las cosas, y no hacer un problema de todo, no estar dividiendo ni juzgando, hay que entenderlo”.
¿Hay planes de un nuevo junte con Lito?
“Tuve una reunión con Lito hace como seis meses y me habló de una propuesta muy interesante para hacer (el álbum) ‘Mundo frío 2′, y le dije que aceptaba, pero la bola está en la cancha de Lito. Hay que ver si la propuesta que me trajo se puede concretar. Todo depende de lo que Lito logre negociar”.