Viena. Plácido Domingo celebró hoy sus 80 años recién cumplidos cantando en la Ópera de Viena, un escenario donde lleva más de medio siglo recibiendo ovaciones y que, en esta ocasión, estuvo más silencioso de lo habitual debido a la COVID-19.

“Estoy feliz de poder celebrar estos 80 años cantando. Desafortunadamente, la pandemia todavía no ha terminado, por eso la actuación será en el teatro vacío”, había declarado previamente en un comunicado la estrella de la ópera.

Apoyo del público

“Siento no poder cantar delante del público, me hubiera gustado agradecer a todos los hermosos mensajes de buenos deseos que me están enviando”, lamentó Domingo, a quien el público y la dirección de este teatro han seguido respaldando incluso después de que varias mujeres aseguraran que las había acosado sexualmente en la década de 1990.

Domingo, que tuvo cumpleaños ayer, interpretó hoy el papel protagonista en el Nabucco de Verdi, uno de las docenas de personajes que ha encarnado en la Ópera de Viena en las más de 250 funciones, unas 40 como director de orquesta, que acumula desde su debut en 1967 con Don Carlo.

Acoso y COVID

Esta función le ha servido también para inaugurar artísticamente el año, después de que en el último año viera cómo muchos teatros le cerraban las puertas y, además, enfermó de COVID el pasado marzo, aunque asegura que se ha recuperado totalmente.

El vacío del teatro era desolador. Apenas un puñado de periodistas, el personal del teatro y algunos allegados al cantante, entre ellos su esposa, Marta Ornelas, y su hijo Álvaro, se distribuían por el patio de butacas y los palcos, cerrados al público por las restricciones del Gobierno austríaco por COVID.

“Creo que todos los artistas tenemos el deber de seguir trabajando para darle vida a la música. Pero, mientras esperamos que vuelva la normalidad, el teatro debe seguir viviendo, porque todos tenemos una gran necesidad de cosas bellas y el arte nos las puede ofrecer”, había dicho Domingo antes de su actuación.

Aunque el patio de butacas estuvo vacío, Domingo y el resto de artistas no estuvieron faltos de público: la función se retransmitió en directo por dos plataformas digitales, y será emitida de nuevo el domingo por la radiotelevisión pública austríaca.

Sorpresa de cumpleaños

Sea como sea, el elenco, en el que estaban también Freddie de Tommaso como Ismaele, y Szilvia Vörös, como Fenema, se encargó de insuflar energía y entrega a este Nabucco.

Y, además, dieron a Domingo una sorpresa al cantarle el cumpleaños feliz en inglés al terminar la función, un gesto que el artista español agradeció conmovido.

El pasado septiembre, la Ópera de Viena anunció, al presentar el programa de la temporada 2020/2021, que este Nabucco supondría la despedida de Domingo del público de Viena.

Sin embargo, ese adiós parece haber quedado, de momento, retrasado, debido a que la pandemia impide una actuación con público.

“A la Ópera de Viena le gustaría que el señor Domingo pueda actuar aún ante su tan importante público de Viena”, señala la oficina de prensa del teatro a preguntas de Efe.

Así, ya se está en conversaciones con el cantante para posibles actuaciones en la próxima temporada de Viena (a partir de septiembre próximo).

Tanto el actual director de la Ópera de Viena, Bogdan Roscic, como su antecesor, Dominique Meyer, han defendido mantener a Domingo en el programa -al contrario de lo que decidieron varios escenarios en EE. UU. o España-, argumentando que no hay razón jurídica para suspender las actuaciones contratadas.

“Yo no he encontrado nada en toda la discusión, y no soy el único, que justifique la prohibición de trabajar para Domingo”, defendió Roscic el pasado septiembre, respaldando el argumento del equipo del cantante de que nunca ha sido investigado o juzgado por ningún órgano oficial.

El Sindicato Americano de los Artistas y la Ópera de Los Ángeles, cuya dirección abandonó Domingo en octubre de 2019 tras estallar el escándalo, sí abrieron investigaciones internas, con la colaboración del artista, concluyendo que había “tenido un comportamiento inapropiado” en el primer caso y, en el segundo, que las acusaciones eran “creíbles”.

Él, por su parte, tras un comunicado en el que dijo lamentar el “dolor causado” y en el que aceptó su responsabilidad, ha insistido luego en que esa declaración no fue un reconocimiento de culpa.

“Pueden decir lo que quieran, pero yo jamás le he faltado el respeto a ninguna mujer”, afirmó el pasado septiembre en la televisión pública española.

De momento, mientras confía en poder volver a actuar en España “en un futuro no muy lejano”, el año que empieza se le presenta pleno de citas laborales.