Pandora inunda de nostalgia el Centro de Bellas Artes de San Juan
El público disfrutó al máximo su regreso a suelo boricua.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Dejaron su voz en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré (CBA) por más de dos horas y media. Si las hubiesen dejado, hubiesen cantado mucho más. Definitivamente, ni Pandora ni sus fanáticos puertorriqueños están preparados para un adiós.
Ello quedó evidenciado ayer en el primero de dos conciertos que ofreció el trío femenino mexicano integrado por las hermanas Isabel y Mayte Lascurian y la prima de éstas, Fernanda Meade.
Habrán pasado ya 26 años desde que Isabel, Mayte y Fernanda oficializaron su carrera como un trío, pero el tiempo en nada ha afectado sus voces. El registro vocal de estas mujeres es privilegiado y continúa así.
La idea de este espectáculo era, de alguna forma, repasar con el público las canciones que han marcado la trayectoria de Pandora. Como se trata de tantos éxitos, a Isabel, Mayte y Fernanda se les hizo imposible interpretarlos todos de principio a fin. Así que optaron por dedicarle un buen tiempo de su concierto a peticiones de la audiencia que llenó la sala.
Fue así como de alguna forma u otra, las cantantes se aseguraron de interpretar (aunque fuera por fragmentos) todos los temas que les pidió el público. En este segmento del concierto se escucharon temas como La usurpadora, No sé vivir si no es contigo, Amor, amor, Jamás, Ni tú ni yo y Te quiero.
Unos visuales que recorrieron la trayectoria de Pandora desde sus comienzos en el 1985 marcaron el inicio de la maratónica velada musical que evocó muchos recuerdos, principalmente de la década de los 80 y los 90. La simpatía, el humor y el sentido de complacencia de Isabel, Mayte y Fernanda fueron tres ingredientes sobresalientes durante su velada musical en el CBA.
Entre canciones, las vocalistas mexicanas embromaban con la multitud. Mayte, en varias ocasiones, olvidó la letra de las canciones. No obstante, supo sobrellevar la incómoda situación con su espontaneidad y sinceridad.
En un momento dado, las vocalistas, particularmente Isabel, preguntaron a la audiencia qué “palabra boricua” podían utilizar para dar a entender que las canciones que les pedía el público debían incluirse a toda costa en el repertorio de la noche. “¡Obliga’o es la palabra!”, respondió a toda boca un hombre que se encontraba entre las primeras filas.
A partir de ese momento, cada vez que el público le pedía al trío un tema en particular, ellas repetían el nombre de la canción solicitada y luego la palabra obliga’o. El momento fue muy simpático y provocó mucha risa.
Tras quince minutos de proyección de distintos visuales de su carrera, Pandora inició su espectáculo con el éxito Alguien llena mi lugar. El público no tardó en delirar, gritar y cantar. Todos los temas de la noche fueron ejecutados con arreglos distintos a sus grabaciones originales. En gran parte de estos sobresalió el sonido del violín. Eso fue un gran acierto, no así la competencia que a veces tenían las cantantes con el sonido.
Isabel, Mayte y Fernanda se desplazaron sobre un escenario sencillo pero elegante. Las luces jugaron un papel muy importante para acentuar los distintos ánimos y ambientes dependiendo del contenido de la canción.
Un detalle que resultó tierno fue el cariño y el amor que se profesaron las cantantes entre sí sobre el escenario. No faltaron los abrazos, los mimos y las lágrimas, pero de emoción.
Antes de iniciar un segmento con mariachis, Isabel y Mayte pusieron a competir al público que se encontraba en el primer nivel con el que se encontraba en el segundo nivel para decidir cúal de los dos grupos cantaba mejor.
En la sección de mariachis, las tres integrantes de Pandora tuvieron la oportunidad de lucirse. Este segmento sirvió como preámbulo al cierre del espectáculo producido por César Sainz.
Fue entonces cuando iniciaron los acordes de la canción emblemática del trío.
Cómo te va, mi amor, cómo te va, era en silencio la pregunta entre tú y yo…, comenzó a entonar primero Isabel, a quien después se le unió su hermana Mayte y su prima Fernanda.
Ése fue el segmento más emotivo de la noche. El público se mantuvo de pie durante toda la canción. Una vez concluida la misma, la multitud solicitó otro tema.
Pandora entonces nuevamente salió al escenario y cerró su espectacular noche con un popurrí de éxitos de su compatriota Juan Gabriel a son de mariachis, por supuesto.