El talento se impuso a los obstáculos económicos y la recompensa fue el oro.

La Orquesta Sinfónica Superior de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini se impuso la noche del martes a ocho agrupaciones similares de Estados Unidos, Japón y Suiza en el Festival Internacional  de la Música de Nueva York, que se celebró en el histórico Carnegie Hall.

Con un repertorio compuesto por las piezas “Finlandia”, del compositor Jean Sibelius, y “España”, de Manuel Chabriel, impresionaron a un jurado compuesto por profesores de la Escuela de Música Juilliard de Nueva York, una de las más prestigiosas del mundo. Sin embargo, cuando  ejecutaron su tercera pieza, el “Cumbanchero”,  de Rafael Hernández en un arreglo especial de José Pujals, el recinto entero cayó rendido ante los 64 músicos boricuas, cuyas edades fluctuán entre  los 12 y los 17 años de edad.

De esto dieron fe a Primera Hora Víctor Rodríguez Deynes, director de la Escuela; Teresa Ríos, vicepresidenta de la Asociación de Padres y Maestros de la Orquesta Sinfónica Superior de la Escuela Libre de Música (APAOSS); y Anthony Calderón Vizcarrondo, líder de la sección de trompas de la orquesta; todos inmersos  en un mar de alegría, emoción y euforia del que parecen no poder salir.

“Estamos como en un sueño. Estamos flotando. Es un logro que valida nuestra escuela como patrimonio  de toda América, por lo que hay que valorarla y ayudarla. Este enorme logro posiciona nuestra sinfónica superior como la mejor orquesta sinfónica superior del planeta. Fueron cientos de países que durante meses audicionaron. Los que tenían recursos enviaron a sus escuelas a audicionar a Nueva York. Nosotros no podíamos hacer esto por la falta de recursos y logramos persuadir a los organizadores del World Music Festival a audicionar por Youtube y entramos en un grupo de sólo cuatro países”, narró Rodríguez Deynes vía telefónica desde la Gran Manzana.

“Llevamos dos años luchando por esta meta, rebasando obstáculos, siendo el mayor el factor monetario. Para llegar a Nueva York, el último mes la Oficina de Asuntos de la Juventud intervino  y pudimos persuadir al Departamento de Educación de que nos dieran las becas para costear los viajes. Anoche fue una noche maravillosa, de ensueño. Cuando subimos al escenario  parecía que el Carnegie se engalanaba con nuestros muchachos por su disciplina. Fuimos la única orquesta a la que el público y los otros músicos aplaudieron de pie. Sin embargo, lo más significativo fue que al interpreter Cumbanchero incluso los miembros del jurado se olvidaron que estaban en su función de evaluar y aplaudieron de pie a nuestra orquesta”, continúa narrando el director escolar.

La Sinfónica Superior de la Escuela Libre de Música obtuvo la medalla de oro al acumular una puntuación de 95 de 100. Cada orquesta luchaba por obtener la puntuación más alta. La medalla de plata recayó en Suiza y la de bronce en una escuela de California. Cabe mencionar que Estados Unidos compitió con seis orquestas de las nueve participantes.

El triunfo desde los ojos de un joven músico

A sus 16 años de edad, Anthony Calderón Vizcarrondo  asegura que lo que vivió anoche en el Carnegie Hall fue único.

“La emoción del público fue única. Fue espectacular. Nunca había tenido una experiencia tan grande en mi vida. Cuando supimos que habíamos obtenido el oro, los puertoriquenos comenzamos a llorar a abrazarnos a tomarnos de las manos. Fue una felicidad muy grande”, afirmó el joven líder de la sección de trompas francesas de la Orquesta Sinfónica Superior de la Libre de Música.

Calderón Vizcarrondo es el recipiente de la beca Ricardo Morales Sáez, que lleva el nombre del joven trompetista estudiante de esta escuela que fuera asesinado en el 2003. Tras la experiencia de la noche del martes en Nueva York, está más claro que nunca en sus metas.

“Voy a seguir en la música. No voy a dejarla por nada. La música ha sido la experiencia más grande que he tenido desde que nací. Me he decidido a ser un músico profesional. Quiero seguir estudiando en el Conservatorio y hace una maestría en la trompa Juilliard”, sentenció el joven a quien el arte le viene por herencia, ya que su bisabuelo es el poeta Fortunato Vizcarrondo.

Quiénes ayudaron

De seguro que ahora muchos querrán “montarse” en el triunfo de los jóvenes de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini, por eso cabe aclarar quiénes le dieron la mano a estos talentosos muchachos.

Teresa Ríos, vicepresidenta de APAOSS, la Asociación de Padres y Maestros de la Orquesta Sinfónica Superior de la Escuela Libre de Música narra lo que fue el largo proceso de llegar a Nueva York para esta competencia internacional, a la que audicionaron decenas de orquestas de diversos países.

“Fueron meses de trabajar duro tocando puertas de alcaldes y de senadores hasta dar con las personas y las entidades que nos apoyaron.  Nos ayudó el alcalde de San Juan, Jorge Santini, quien pagó los pasajes de los estudiantes residentes de San Juan. Recibimos donativos de los alcaldes de Cataño, José A. Rosario, y de Vega Alta, Isabelo Molina. El Departamento de Educación pagó los restantes pasajes y la Oficina de Asuntos de la Juentud pagó la transportación terrestre y parte de las dietas.  La Comisión Especial Conjunta de Donativos Legislativos que dirige Migdalia Padilla también nos apoyó, así como la Fundación Banco Popular que nos donó su disco de Navidad para que con la venta del mismo recaudáramos fondos; y la Fundacion Luis A. Ferré”, enumera Ríos.

El pasado Domingo de Pascua, y como parte de su estadía en Nueva York, la Orquesta Sinfónica Superior de la Escuela Libre de Música ofreció un concierto en  la concha acústica del Central Park donde realizaron el estreno mundial de la pieza “Ilusiones”, de Mariano Morales Matos; así como de una danza de Raymond Torres, concluyendo con la versión de “El Cumbachero” que les valió ayer la medalla de oro. Esta presentación la dedicaron a Rafael Figueroa, celista, Narciso Figueroa, violinist, y a Javier Gándara, trompista, todos egresados de la Orquesta Sinfónica de la Libre de Música y quienes actualmente brillan como músicos principales de la Orquesta de la Metropolitan Opera House.