Con 21 años de vida en Puerto Rico, el músico cubano Juan José Hernández tiene un sentido de pertenencia hacia esta tierra. “Yo me siento de aquí”, afirmó el líder de la agrupación San Juan Habana.

Aun con las raíces personales y artísticas forjadas en esta isla, su realidad de emigrante lo mantiene arraigado a su herencia cubana. “El hecho de emigrar me apegó más a mi cultura y a mi raíz", dijo. “Llevo más tiempo aquí que en Cuba, y contento siempre y agradecido con todos los artistas que me han grabado canciones, con los bailadores que me han abierto las puertas como si fuera de aquí, porque emigrar no es fácil”.

La música es su cómplice para satisfacer la añoranza por su patria, y este sábado tendrá una oportunidad dorada para hacer tributo a una selección de voces cubanas que marcaron la década de 1950, como fueron Benny Moré, Celia Cruz y Tito Gómez.

“A Night In la Habana , Remembering the 50′s Cuban Life!” tendrá lugar este sábado, desde las 9:30 p.m., en el Chico Cabaret, de El San Juan Hotel, en Isla Verde, Carolina.

Acompañado de su agrupación San Juan Habana, Hernández compartirá con el público un repertorio de clásicos de la música tropical como Vereda tropical, Bonito y sabroso, Cienfuegos y Rumberos de ayer. “Para nosotros los cubanos, Benny Moré era nuestro cantante insigne de música tropical, era un cantante con unas facultades vocales tremendas. Aparte, fue muy famoso, hizo películas, y ni hablar de lo que es Celia Cruz para los cubanos, para los puertorriqueños y para la salsa”, destacó.

“Esa música de los 40, de los 50, de Celia Cruz con la Matancera, de la orquesta Los Casinos de la Playa, de la orquesta Riverside, dio origen e influenció mucho lo que viene a ser la salsa de los 70. Entonces creo que hay una añoranza general por lo retro”.

Hernández trabajó por un mes en los arreglos en un formato de dos trompetas y dos saxofones para atemperarlos a su grupo. “Todas estas orquestas tienen un sonido grande, big band, entonces trabajar en los arreglos para que suenen los más competentes posible, me llevó tiempo”.

Vocalmente lo asume como “un reto”, porque “aunque he cantado esa música anteriormente, Benny Moré era un cantante con unas facultades vocales tremendas”.

Los boletos para este bailable se venden a través de Fangig. El boleto por persona es $25.