Hasta el local era ochentoso.

Tres de agrupaciones hard rock de gran influencia durante la década de los ochenta se presentaron el sábado en la noche en el principal escenario local de esa época: el coliseo Roberto Clemente. Las bandas Stryper y Tesla y el vocalista de Poison, Bret Michaels, presentaron un gran recorrido de sus éxitos a la usual multitud de rockeros que no se apean los mahones ni las camisetas negras.

Ahora bien, contrario a como hubiera ocurrido durante esos años en los que cualquiera de estas bandas por sí sola hubiera logrado llenar el Roberto Clemente, en esta ocasión, ni siquiera el junte de las tres pudo evitar que grandes porciones de asientos se quedaran vacías.

Inicia Stryper

Los primeros acordes de una grabación de Battle Hymn of the Republic señalaron casi a las 8:30 que Stryper sería la primera de las tres bandas en subir a la tarima. De inmediato, la agrupación cristiana de California inició con un gran bloque de canciones que incluyó material de sus emblemáticos tres primeros discos: The Yellow and Black Attack, Soldiers Under Command y To Hell With the Devil. Michael Sweet, con una voz intacta, tan buena como cuando originalmente las grabó, inició con Sing Along Song, Loud ‘N’ Clear y Reach Out. De ahí en adelante, el cuarteto prosiguió con Calling on You, Free y More Than a Man. 

Desconocido para muchos, Stryper grabó el año pasado un disco de covers de otras bandas titulado The Covering. De éste armaron una interesante sección que inició con Breaking the Law, de Judas Priest; Shout It Out Loud, de Kiss y Heaven and Hell, de Black Sabbath.

Sabiendo que ningún concierto ochentoso jamás estará completo sin un power ballad, Stryper, inició su selección final con Honestly para luego concluir con temas explosivos como The Way, To Hell With the Devil y Soldiers Under Command. 

Finalmente, a las 9:40, Stryper que aún mantiene a sus cuatro integrantes originales (Robert Sweet en la batería, Timothy Gaines en el bajo y el guitarrista principal Oz Fox) concluyó su presentación. Fue una hora y diez minutos en la que la banda mantuvo una excelente conexión con el público, que estuvo muy activo a lo largo de la intervención.

Debuta Tesla

De las tres bandas, Stryper es la que mayor experiencia tiene con Puerto Rico (ha realizado cerca de ocho conciertos aquí). Tesla es todo lo contrario ya que esta fue la primera vez que se presentó en la Isla. A las 10:05 de la noche tuvo su primer contacto con los rockeros boricuas iniciando con el intenso solo de guitarras de su canción Cumin’ Atcha Live, de su primer disco Mechanical Resonance. Mientras unos muy inspirados guitarristas Frank Hannon (original) y Dave Rude (se unió en el 2006) seguían con sus solos, brincó a escena el elástico cantante Jeff Keith. 

Con Tesla sucedió algo diferente que con Stryper. Ya les mencioné lo bien que sonó la voz de Michael Sweet. La de Keith, en cambio, se escuchaba con dificultad. Y no fue que Keith cantara mal, sino que la mezcla del sonido sencillamente no estaba bien. Muy frecuentemente su voz casi no se distinguía de entre las dos guitarras, el bajo de Brian Wheat y la batería Troy Luccketta.

Otra diferencia fue que no lograron mantener al público activo todo el tiempo como sí hicieron Stryper y más tarde, Brett Michaels. Aún así, los roqueros que allí estaban reaccionaron muy bien ante los éxitos más reconocidos de la banda como Love Song, Modern Day Cowboy y Little Suzi, con la que Tesla culminó su participación de exactamente una hora.

“¡Tocaron brutal!”, expresó refiriéndose a Tesla, Sven Figueroa, de 43 años y residente de Guaynabo. “Tesla se ganó a Puerto Rico. Deben regresar con otros grupos”.

Fuera del escenario, los miembros de Tesla resultaron ser los más accesibles al público. Mientras que Brett Michaels entró del estacionamiento directo al escenario y por ahí mismo se fue, los de Tesla firmaron autógrafos, chocaron manos y se tomaron fotos con la fanaticada en el trayecto ida y vuelta del camerino al escenario. Luccketta dedicó largos minutos para retratarse con varias personas del área de arena que lo esperaban. Los hermanos Robert y Michael Sweet y Oz Fox, de Stryper, también fueron igual de amables con sus seguidores.

Mucho Poison, poco Bret

Faltando 15 minutos para la medianoche, Bret Michaels subió al escenario y por la próxima hora se concentró mayormente en material de Poison y en covers de otras bandas. Con la excepción de Go That Far, Michaels no incluyó nada de su material como solista. Eso no pareció molestarle a su fanaticada que gozó con canciones de Poison como Talk Dirty to Me, Look What the Cat Dragged In, Your Mamma Don’t Dance (que es de por sí un cover del dúo Loggins and Messina), Something to Believe In, Unskinny Bop, Fallen Angel y Nothing but a Good Time. 

De otras bandas cantó el clásico sureño Sweet Home Alabama, de Lynyrd Skynyrd y What I Got, de Sublime.

Fue precisamente con un cover que Michaels cerró su intervención y de paso, la velada. Al estilo de la gira Big 4 en la que Metallica, Anthrax, Megadeth y Slayer terminan cada concierto tocando una canción todos juntos a la vez, Bret Michaels y su banda, junto a Oz Fox y Michael Sweet, de Stryper y los guitarristas Frank Hannon y Dave Rude, de Tesla, tocaron el himno Rock and Roll All Nite, de Kiss. O sea, integrantes de tres bandas tocando un himno rockero universal ante un público que la cantaba locamente. Eso me lleva a preguntarme una vez más qué diablos espera el Rock and Roll Hall of Fame para inducir a Kiss. Bueno, esos son otros veinte pesos.