La pregunta era una obligada, tipo recta de un lanzador que tira duro y pegado, y el salsero boricua Ramón ‘Moncho’ Rivera sacó el bate como en los viejos tiempos, como cuando debutó con los Guerrilleros de Río Grande en la pelota Doble A en 1987.

Rivera publicó meses atrás lo que es su quinto proyecto discográfico en su carrera, titulado Qué clase é viaje, que incluye 10 temas, siete de ellos de su autoría.

El primer disco de Rivera fue titulado Recuerdos de un pueblo (2004), luego vino Moncho Rivera, mi regalo de Navidad (2008), siguió Moncho Rivera… yo tengo lo mío (2009) y en el 2013 publicó Riverístico con clave, todos bajo el sello Sonero Vive Music, disquera del propio cantante.

Por eso la pregunta: ¿Por qué tardó unos 10 años en publicar su siguiente trabajo disquero?”.

Rivera, cuyo nombre de pila es Ramón Ríos Rivera, fue directo al grano con su contestación.

“Pues, primero es que he tenido mucho trabajo, gracias a Dios. Ha habido mucho viajes. Y había que dedicarle tiempo a los compromisos y si quería sacar un disco, pues había que dedicarle mucho tiempo a ese trabajo también. Había que esperar que los músicos que yo quiero, los que me gustan, tuvieran disponibilidad, no solo mía, de ellos también. Soy perfeccionista y me gusta hacer las cosas bien”, señaló.

La forma como se mueve la industria hoy día y que de paso lleva algunos años en esa vuelta, también fue un factor, según Rivera.

“Trabajamos de forma independiente. Vamos con calma, no tengo una disquera que me apoye económicamente, no tengo ese respaldo que te da una casa disquera. Ya la industria disquera no es como antes, yo manejo y tengo mi propio sello disquero y hay que ir guardando dinero para cuando se quiere un proyecto de un disco”, dijo Rivera.

En su nuevo trabajo discográfico Qué clase é viaje, la voz de Moncho destaca temas salseros, de bomba y de plena. Todo salsa dura, gruesa, de esa que lo caracteriza. Los temas Crianza urbana (en donde destaca situaciones de vida y algunas experiencias que lo marcaron durante su crianza en el Santurce urbano), que ya suena en las principales emisoras radiales salseras del País, así como en variadas plataformas musicales, al igual que los temas Arrancanamaidongo y Convivencia, ya habían sido incluidos en el disco Riverístico con clave (2013). El tema, ahora Mocho lo muestra con un arreglo en son montuno, distinto a la edición salsera pasada.

Los otros restantes temas son Sigo gozando, Ya todos preguntan, Monchín del alma (que hiciera famoso Chuíto el de Bayamón), Tumba y clave, Sacando la cara por ti, Ella no merece un llanto (Bobby Capó) y Bomba Ae, conforman el nuevo trabajo musical, de la mano de músicos como William ‘Kashiro’ Thompson, Charlie Sierra, Luisito Aquino, Eric Figueroa y Raúl Rosario.

Rivera, nacido y criado en Santurce y sobrino del llamado Sonero Mayor, Ismael Rivera, hace años ya brilla con luz propia en el género salsero local e internacional. Puerto Rico, Panamá, Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela y varias ciudades de gran población de hispanos en Estados Unidos, son su fuerte base de trabajo.

“En Puerto Rico me han dado mucho cariño y respeto y estoy muy agradecido”, indicó Rivera, quien es uno de los artistas locales que más trabajo hace en fiestas patronales a lo largo de los municipios del País.

Su carrera salsera a nivel profesional inició en 1999 como percusionista de la orquesta Puerto Rican Power, dirigida por Luisito Ayala. Allí, entrando a la década del 2000, la orquesta quiso montar un tema tributo a Ismael Rivera y durante un ensayo del tema escogido, El Nazareno, Ayala le pidió a Moncho que lo cantara.

Ese fue el empujón que necesitó para hacer carrera como salsero solista.

“Estábamos ensayando y creo que eso fue como en tono de broma, me pidieron que cantara El Nazareno. Yo era el percusionista y nunca se me había ocurrido cantar las canciones de mi tío, aunque yo siempre fui rumbero, tenía el manejo de la clave, pero ese día lo hice, canté y al grupo le llamó la atención que mi sonido de voz se pareciera mucho a la de mi tío Ismael”, explicó Rivera.

Eso de cantar, ni él ni su madre Laura lo tenían en su agenda para entonces, aunque ya Moncho, a los 13 años, le había hecho coro a Maelo en algunas presentaciones en la Isla.

“Tío me invitó y yo como era ‘presentaú’, pues hice coro. Tío Ismael le comentó en un momento a mi madre que " Monchito’ canta, tiene lo suyo”, pero mi mamá como que no le creyó sus palabras, aunque ya no; ahora me ve en tarima y siempre me recuerda ese comentario que le hizo tío”, dijo Moncho.

Rivera recordó que siempre fue un atleta en sus años juveniles y de entrada a la edad adulta.

Jugó béisbol Doble A con Río Grande en 1987. Era jardinero central y durante la segunda semana del mes de mayo de ese año, en que murió el Sonero Mayor, Moncho tenía en agenda un viaje para ir a República Dominicana para presentarse ante unos cazadores de talento de la organización de los Dodgers de Los Ángeles, viaje que no pudo dar.

“La muerte de mi tío fue muy dura para toda la familia. A mi madre le afectó mucho, al igual que a mí. Prácticamente se me derrumbó todo y me alejé del deporte, del béisbol. Me enfoque en ayudar a salir adelante a la familia. Yo era muy apegado a él”, recordó.

Para inicios de los 90, Moncho retomó el deporte, esta vez en el baloncesto de la entonces Liga Puertorriqueña de Baloncesto y jugó con los Trolleys de San Juan y los Gatos de Dorado, en donde fue el Jugador Más Destacado.

Del repertorio de su tío Maelo, no hay una canción que Moncho no sepa. Cantar sus temas es una forma de honrar el legado de su tío y la familia Rivera.

“Nunca canté sus temas pensado en imitarlo, ni como dicen en hacer ‘un tributo’. Cierto que nos parecemos en la voz y esas cosas, pero yo me honro en cantar sus canciones y lo honro con mi estilo”.

Al principio hubo alguna gente que no le gustó lo que hacía Moncho, pero a una mayoría sí y, poco a poco, se afincó con el pueblo salsero del patio, que se la dieron.

“Muy agradecido por eso. El cariño y respeto que le dieron a mi tío, siento que también me lo dan a mí”. dijo.

Hace algunos años que se adentró al mundo de la composición. Como parte de su repertorio canta sus temas en sus espectáculos y también saca un tiempo para honrar la memoria de su tío con algunos temas de él.

“Algunos cantantes me han grabado mis composiciones, como Rafy Andino (La Mulenze), Carlitos García, la orquesta de Don Perignon, Carmencita DJ, entre algunos. Muy contento con eso. Además, en las plataformas musicales me ha ido bien con mi música”, sostuvo Moncho, quien tiene en agenda estos meses hacer presentaciones en Estados Unidos y algunas comunidades en donde viven boricuas, así como en Puerto Rico y Colombia.