Nueva York. La banda de rock Metallica y la diva del pop Mariah Carey, polos opuestos de la música, unieron fuerzas por una buena causa este sábado en el macro concierto Global Citizen, que anima a la sociedad a reclamar medidas de gobiernos y empresas para erradicar la pobreza extrema.

En su décimo aniversario, el evento volvió a llenar la gran explanada de Central Park, en Nueva York, con unas 60,000 personas que en su mayoría consiguieron entrada cumpliendo una serie de retos de activismo, como enviar correos a líderes mundiales pidiendo su compromiso para solucionar diferentes crisis.

Las arterias del pulmón verde de la Gran Manzana se llenaron desde primera hora de la tarde de gente atraída por el poder de la música y que, además de los cabezas de cartel, escuchó a otros artistas de renombre como Charlie Puth, Mickey Guyton, la banda Maneskin o el trío pop Jonas Brothers.

O la española Rosalía, qué tras pasar esta semana por la ciudad con su gira Motomami, fue una de las encargadas de abrir el evento y, mientras caía el sol, cantó temas como “La fama” o “Candy” y protagonizó un tierno momento cuando los fans le cantaron feliz cumpleaños.

Aunque, sin duda, una de las más esperadas fue Mariah Carey, cuya melódica voz en directo es un acontecimiento cada vez más inusual e hizo las delicias de sus fans entonando las románticas “We belong together” y “Hero” después de dos años sin pasar por un escenario.

Enfundada en un vestido ajustado y largo de lentejuelas, la cantante adelantó: “Ya vienen los chicos”, sabiendo que entre la variopinta multitud había muchas camisetas oscuras con el logo de los reyes del “heavy metal”.

El público aguantó hasta entrada la noche para sentir a Metallica arañando sus guitarras eléctricas y aporreando la batería a ritmo de éxitos como “Enter Sandman” y “Wherever I may roam”, que hicieron retumbar el parque y agitar las melenas de sus devotos.

Entre actuación y actuación se sucedieron las celebridades, como los actores Rachel Brosnahan, Katie Holmes o Billy Porter, y activistas climáticas como Vanessa Nakate y Xiya Bastida, de Fridays for Future, para reclamar compromisos de políticos y ejecutivos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Un número de ellos hicieron acto de presencia, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que anunció cientos de millones en fondos para promocionar los derechos de las mujeres y los jóvenes, combatir la inseguridad alimentaria, luchar contra enfermedades y reforzar la biodiversidad.

Y es que Global Citizen aprovechaba la Asamblea General de la ONU para reclamar a los países invertir 600 millones de dólares en la promoción de la mujer, 500 millones en ayuda a los agricultores africanos y cerrar la brecha anual de 10,000 millones para la lucha contra el cambio climático, entre otras causas.

A este último respecto, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, pidió hacer rendir cuentas a los países ricos sobre sus promesas para contrarrestar el cambio climático, sobre todo después de las emergencias por inundaciones en Pakistán y por huracanes en Puerto Rico.

Por parte de las empresas instituciones también se vieron apoyos, como el de Rotary International, que se comprometió a contribuir con 150 millones de dólares en los tres próximos años a la Iniciativa Global de Erradicación de la Polio.

Los organizadores destacaron que la pandemia de covid-19 eliminó años de progreso hacia la igualdad y esa situación se ha agravado este año con la invasión rusa de Ucrania, hasta el punto en que este noviembre podrían verse arrastradas a la pobreza extrema unos 200 millones de personas más.

El de Global Citizen, que hoy dio otro concierto simultáneo en Accra (Ghana), ha tenido un fuerte impacto en la movilización de personas hacia el activismo, con unos 30 millones de acciones emitidas y más de 41,000 millones de dólares distribuidos.