Tras 18 años convertido al Evangelio, el cantante y músico Marcos Malory ha querido retomar el ritmo del zuky para deleitar al mundo secular con temas cuyo contenido, asegura, no van en contra de su discipulado.

En esta nueva faceta de su carrera musical en la que cuenta con su banda Zuky , le apoya y hasta le hace coros su esposa y manejadora, la comediante y actriz Yasmín Mejías.

Marcos Malory, quien cuenta con una orquesta de 12 músicos conformada por jóvenes y adultos, expresa que la idea de este paso en su carrera fue de su amigo de la infancia Edwin “Abby” Torres.

El artista lanzará su disco en dos meses. Aunque la producción no tiene título, el primer corte es Mi mujer se fue, que trata de las crisis en las relaciones.

El zuky es un estilo de música que recoge varios ritmos del Caribe y en los 70 lo pegó el músico ahora sacro Johnny “el Bravo” con la agrupación Los Hijos de la Salsa, de la que salió Marcos Malory ganándose el apodo de “Mr. Zuky”.

La pareja, que es consciente de las críticas que surgirán por este paso en sus respectivas vidas, cuenta a Primera Hora que la idea es deleitar al público con nuevas alternativas porque fue a través del medio social Facebook que las personas los apoyaron.

Aunque manifiesta que este regreso “me asustó un poco por el temor de volver a la calle y el miedo de uno desviarse del camino de Dios”.

Marcos Malory, quien tras pegar el tema La nena sexy hace casi dos décadas decidió retirarse del mundo secular para entregarse a Dios, recalca a Primera Hora que “no somos religiosos”.

“Profeso mi fe de la iglesia Pentecostal. El católico es mi hermano, el adventista es mi hermano, el testigo de Jehóva y el budista es mi hermano. Y no voy a decirle a la gente pecador (a), hijo del diablo, conviértete”, indica.

Yasmín Mejías agrega que “nosotros podemos llegar a otra gente y la música no es pecado ni cantar es pecado. Pienso que, cuando tienes tensión, cantar y bailar con merengue es mejor que una Xanax. Lo que creo es que tenemos que saber hacer las cosas correctas”, dice la eterna “Altagracia”.

El cantante, que admira a Ismael Rivera, a quien le rendirá homenaje a través de su repertorio musical, expresa que quien no le apoye en el pentagrama religioso “que no se turbe, el que no entiende que no critique y que oren”.