Maldy: “Fueron muchísimos años en esa persistencia”
El exponente urbano habla de lo que trabaja para su nuevo álbum y de su regalo a la cantante Karol G durante su encuentro en el Estadio Hiram Bithorn.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Empezar de cero. Así lo sintió el intérprete urbano Maldy cuando decidió iniciar su carrera como solista en 2018 tras la separación del dúo Plan B.
Por cerca de 15 años había trabajado junto con su primo, Chencho Corleone, para construir una carrera musical en la que lograron éxitos como Si no le contesto, Guatauba y Candy, además de convertirse en una referencia musical urbana. Pero está convencido de que siempre vale la pena arriesgarse para nuevos comienzos.
De hecho, así lo hizo cuando a principios de la década de los 2000 abandonó sus estudios universitarios en Ponce para dedicarse de lleno a la pasión de la música. Inició su grado en reparación de computadoras, pero la música siempre lo llamó para dirigirlo por la senda que realmente lo entusiasmaba por encima de cualquier otra materia.
“Estuve dos años estudiando. Nunca lo terminé porque en ese momento en la universidad conocí a DJ Blass y a Sir Speedy, y ellos estaban preparando el álbum Reggaeton Sex, y me hicieron la invitación”, recordó sobre la experiencia en la que participó junto con su primo, quien también estaba trabajando en su sueño de despuntar a solas en la música. Fue DJ Blass quien propuso unirlos como dúo, fórmula que construyó su trayectoria en la escena musical urbana.
Darse a conocer en solitario trajo sus retos. “Fue un poquito tedioso porque no sabíamos si esto iba a funcionar, qué puertas iban a abrirse, qué puertas iban a cerrarse. Se me hizo un poco preocupante, cuesta arriba para uno volver a salir, volver a empezar de cero”, rememoró Edwin Vázquez Vega, natural de Guayama. “Pero tengo una fórmula, tengo un potencial, llevo 19 años en esta carrera y me sé todos los juegos, cómo jugarlos, pero sí, tuve que tener un tiempo para poder escoger los temas indicados con el equipo de trabajo, pero le demostré al mundo entero quién es Maldy y qué es Plan B”.
Su álbum Sicalipsis fue un proyecto que lanzó a finales de 2019 dentro de su debut como solista. “Ahí fue que tuve que dar el stop para poder reflexionar unas cuantas cosas, tener un poco de calidad de vida ya que estaba ajetreado de tantos viajes que tenía, no había parado, mas paró todo el mundo con la pandemia. Fue una experiencia muy buena, que me sirvió. Me ayudó muchísimo. Ahora volvemos con el pie derecho, bien concentrado y enfocado en lo que quiero dar de música al público, que es el álbum que estoy preparando”, dijo sobre la producción discográfica que titulará como su frase emblemática, Sin Maldy no hay perreo.
Su tema en promoción, Tiempos de Plan B, es el que promueve luego de su exitosa colaboración en el tema Gatúbela, interpretado por la cantante colombiana Karol G.
“Es un ritmo partysero. Se hizo con el objetivo de recordar esos tiempos de antes. En el coro tiene pedacitos de Candy, Frikitona”, destacó sobre el sonido del sencillo reciente. “El ritmo es clásico, lo hizo Nesty, que es una pieza clave y ha trabajado con Wisin y Yandel, y muchos colegas de este género. Hacemos siempre ese tipo de música para llevar alegría a las fiestas, esa música jocosa que le gusta al público”.
Su nuevo álbum, cuyo lanzamiento contempla para finales de este año o principios de 2024, contará con colaboraciones de Young Miko, Lenny Tavárez y J Quiles, entre otros. “Todo va a ser perreo”, adelantó sobre los sonidos, que entre sus fusiones incluirá ritmos brasileños.
Nueva colaboración con Karol G
El reguetonero adelantó que su voz y la de la estrella colombiana Karol G volverán a juntarse. “Tenemos otro tema pendiente que va a ser para mi álbum, con ella”, aseveró con entusiasmo, y rememoró la alegría que experimentó al acompañar a la cantante durante el tercer espectáculo en su serie de conciertos en el Estadio Hiram Bithorn, para cantar a dúo el éxito Gatúbela.
“Fue bien emocionante porque es la primera vez que estoy pisando esa plaza, Hiram Bithorn”, resaltó con ilusión el reguetonero “Fue bien impresionante. Cuando entré a tarima la gente me recibió con un calor y un cariño impresionante. Ya ahí me demostraron que Puerto Rico me ama y que hacía falta esa voz, ese ritmo y esa música mía. Incluso me impresionó tanto cuando canté mi chanteo, porque no todos los chanteadores, cuando cantan su rapeo, el público lo canta como si fuera un coro, y cuando yo empecé a cantar, ver que todo el mundo lo cantaba conmigo desde el principio hasta el final... Igual cuando dije ‘sin Maldy no hay perreo’, ver que aquello se quería caer. Es una emoción grande, sentir ese calor”, expresó el exponente urbano, quien el año pasado también se unió a Karol G en su show en el Madison Square Garden, como invitado para la canción cuyo video musical supera los 325 millones de reproducciones en YouTube.
El encuentro reciente en el recinto sirvió para sorprenderla tras bastidores con un lujoso obsequio, cuyo diseño resalta el apodo “Bebesuki”. “Le di mucho diamante para que siga brillando”, dijo. “Estoy bien agradecido con la ‘Bebesuki’, que yo sea parte de su álbum”, expuso sobre quien describió como “muy simpática”, y de quien se siente admirador. “Ella tiene mucha disciplina. Es versátil, canta. Tiene una sensualidad en todo que la ha llevado a otro nivel”.
Si bien en la actualidad cada logro lo llena de orgullo, Maldy continúa enfocado en seguir construyendo su huella con el mismo entusiasmo de sus inicios. Por eso cuando escudriña en sus orígenes y mira a aquel soñador que se mudó de Guayama a San Juan para impulsar su interés artístico, la nostalgia resulta inevitable.
“Estuve hasta los 19 años viviendo con mi mamá. Cuando tuve que alejarme de mis padres fue un momento difícil porque mi mamá, cuando le dije que iba a partir para San Juan a vivir y a seguir lo que empecé, la música, fue bien triste porque ella no esperaba eso en ningún momento”, afirmó con cierta pausa el rapero, quien tiene presentaciones masivas programadas en Ecuador, Chile y Colombia.
“Gracias a Dios que se nos dio, a Chencho y a Maldy, lo que anhelamos desde chamaquitos. La preocupación de mi mamá, de mis padres, era que no pasara nada. Ellos estaban bien enfocados en que estudiara, y yo acá en la música”, recordó. “Valió la pena. Fueron muchísimos años en esa persistencia, logrando sueños. Mi papá se convirtió en mi fanático y mi mamá también, y todos los logros que yo he dado han sido del agrado de ellos”.