Lolita Flores homenajea a su familia durante concierto en Caguas

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
La cantante española Lolita Flores dejó fluir su herencia artística ayer, sábado, en el Centro de Bellas Artes de Caguas, durante un impecable concierto en el que rindió homenaje a sus "tres pilares", su hermano Antonio Flores, su madre Lola "La Faraona" Flores y su padre Antonio "El Pescaílla" González, todos fallecidos.
El público que casi llenó el primer nivel del teatro respondió con ovaciones y aplausos a la ejecución de la temperamental y simpática intérprete, quien intercaló sus ejecuciones vocales con anécdotas familiares, incluyendo a su hermana menor, la también cantante Rosario.
Acompañada por una potente banda de siete músicos y una corista, Lolita ofreció un concierto en el que el elemento visual tuvo particular importancia. Dos pantallas gigantes ubicadas a cada lado del escenario mostraron fotografías en blanco y negro de su pasado con sus tres familiares expirados, a cada uno de los cuales les dedicó un segmento de su concierto.
El ofrecimiento musical dio inicio con los éxitos Amor amor, Qué será de mí, No renunciaré, Lo voy a dividir y Estúpido. Ataviada en un vestido blanco, Lolita dio una calurosa bienvenida y narró bromista cómo aún no se acostumbraba al cambio de horario entre Puerto Rico y España, además que ni tiempo había tenido "para irme a la Plaza Las Américas", provocando las risas de la audiencia que incluyó a la ex gobernadora Sila María Calderón.
Igualmente, tuvo un mensaje de solidaridad para los empleados públicos cesanteados.
"Yo quería darles las gracias, antes de seguir adelante, porque sé que Puerto Rico está pasando por la misma crisis que estamos pasando el mundo entero. Sé que ha habido muchísima gente despedida y mucha gente que seguramente se habrá quedado en sus casas queriendo venir a ver a Lolita Flores y que no habrán podido", manifestó para recibir un caluroso aplauso.
Enseguida, explicó el concepto del espectáculo, titulado De Lolita a Lola.
"Yo me he hecho un homenaje a mí misma, ¿pa' qué voy a esperar que me lo hagan los demás? Son casi 35 años de la música. Pero también quería hacerle un homenaje a toda la gente que me ha seguido todos estos años, y sobretodo a los tres pilares que yo he tenido en mi carrera, en mi vida y en mi música, que son mi hermano, mi madre y mi padre", dijo.
Para el segmento que dedicó a "La Farona", apareció vestida de negro. Dijo que de ella aprendió "su tesón, su fuerza, sus ganas, su lucha y sobre todo el amor que ella tenía a su profesión, pero por encima de todo estábamos nosotros tres que éramos sus hijos".
En esta parte del concierto ocurrió tal vez el momento más emocionante de la velada, cuando Lolita cantó A tu vera acompañada por las voces grabadas de su hermana Rosario y de su fallecida progenitora. También entonó El lerele, Pena penita y Un camino de flores, que describió como "un retrato" de su mamá.
Después, llegó el homenaje a Antonio Flores, con las piezas de la autoría de él Ves, Alba y Mía.
"Mi hermano fue un grandísimo autor de grandes canciones, que gracias a otros artistas, y sobre todo a su familia, sus hermanas, pues hacemos que ustedes las conozcan un poquito más de cerca", dijo la vocalista, quien realizó los álbumes Atrasar el reloj y Quién lo va a detener de la mano de Antonio.
De manera jocosa, Lolita, esta vez vestida de rojo, narró que su hermano tenía una relación más cercana con Rosario por la edad, y que solía ofrecerle sus canciones primero a ella.
Pero rápido aclaró que en su familia les enseñaron "a no tener rivalidades y a querernos con locura. Pa' mí ella (Rosario) es la mejor, y yo pa' ella también".
La última parte del espectáculo fue dedicada al padre de la cantante, Antonio "El Pescaílla" González. "Mi padre me enseñó a cantar, ni mejor ni peor, sino de una manera muy especial como los gitanos sabemos cantar", manifestó Lolita, quien calificó a su papá como "el creador de la rumba catalana".
Luego de las piezas Mediterráneo y Amnesia, se encendieron los ánimos con la sabrosa Sarandonga, con la que ocurrió la falsa salida.
Pero ante los reclamos de la enardecida audiencia, la diva regresó para despedirse en definitiva con La zarzamora y No dudaría, de Antonio Flores, que describió como "el himno" de su familia y que recientemente fue desempolvado por Rosario para su álbum Parte de mí.