Las Caribelles evocan nostalgia y emoción
Llevaron al público que se dio cita a su presentación del domingo en Caguas a un viaje por el recuerdo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Hicieron su aparición en el escenario elegantemente vestidas de negro y plateado.
Luego de años retiradas de la música, Las Caribelles tomaron el domingo la sala José Luis Moneró del Centro de Bellas Artes de Caguas.
Emily y Norma Krasinski, Frances Jirau y Deborah Arús rompieron el enigma que permeaba entre la concurrida audiencia de cómo estarían sus voces con el reconocido tema Ding Dong, versión traducida al español por el maestro Catalino “Tite” Curet Alonso, con el cual abrieron su presentación a las 5:45 de la tarde. Sus registros vocales anticiparon un viaje por el recuerdo.
Continuaron con su gran éxito Mátame, que en solidaridad con las víctimas de violencia de género cambiaron su título por Acaríciame. Su interpretación evocó la nostalgia del público, que las celebró con sonoros aplausos.
Tras agradecer el apoyo de la audiencia, las vocalistas se presentaron una por una e informaron qué hicieron con sus vidas personales fuera de la música.
“Fui Caribelle en la época de La Nueva Ola. Trabajé como profesora de Lingüística de la UPR y viví en Río de Janeiro, en Brasil”, manifestó Emily.
“Yo soy Norma, de Las Caribelles originales, me convertí en Chícola, un personaje de televisión para la grey infantil. Ahora soy Chícola, Caribelle, Norma y la ganga”, expresó entre risas la intérprete.
Frances, quien fue la primera voz de Las Caribelles originales, reveló que, “hice teatro, trabajé en una versión de West Side Story y ahora estoy disfrutando este momento”.
Para Debbie, la nueva integrante, quien entró al grupo femenino con la salida de Mary Lyne, “es un sueño hecho realidad, porque era fan de Las Caribelles y siempre deseé ser parte de ellas”, sostuvo con emoción la también doctora en medicina.
Las Caribelles, dirigidas por el maestro José Negroni, responsable de su “come back”, interpretaron los éxitos de su época dorada a finales de 1960 y 1970, entre estos Perdido amor, Secretaria, Los tiempos de antes, Mi desengaño, Tan cerca, Me están mirando y Un hombre y una mujer.
La agrupación aprovechó la ocasión para estrenar el tema que grabaron durante la pandemia del COVID 19, La primera vez, una composición de Norma.
Entre los momentos más aplaudidos por el público fueron los tributos musicales que dedicaron a los destacados compositores y cantantes del patio, como Sylvia Rexach (Olas y arenas), de Tito RodrÍguez cantaron un potpurri de sus éxitos. También recordaron al compositor coameño Bobby Capó con la canción que compuso fuera de su patria, Soñando con Puerto Rico. Mientras la cantaban, Debbie agitó la bandera puertorriqueña, acción que fue acogida con beneplácito por los presentes.
Las veteranas vocalistas cantaron en español, inglés y portugués. Su versatilidad musical les permitió pasear entre el jazz y la bossa nova con los temas How Hight the Moon, con arreglos de Emily, y Take Five, popularizado por Dave Brubeck Quartet.
En portugués cantaron Dindi y Aguas de marzo, del compositor brasileño Antonio Carlos Jobim.
Las Caribelles finalizaron su concierto “Ahora y aquí” con su gran éxito La felicidad, de Palito Ortega, en arreglos del productor y director de televisión Alfred D. Herger, a quien reconocieron públicamente como su padre musical.
En el concierto también fueron reconocidos José Nieves, presidente del Salón de la Fama de la Música, y Roberto Figueroa.