El concierto de Gilberto Santa Rosa celebrado este sábado en el Coliseo de Puerto Rico sirvió para develar “La bandera de todos”, una enorme bandera de Puerto Rico hecho por retazos de diversas personas que llevará la delegación de Puerto Rico que competirá en los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Tokio.

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Esta iniciativa, creada por la marca de automóviles Toyota, convocó al pueblo puertorriqueño de la Isla y la diáspora, que enviaron miles de pedazos de telas con los colores de la monoestrellada para confeccionar la enorme bandera que Gilberto Santa Rosa presentó en su histórico concierto, el cual marcó la reapertura del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot y la reactivación de la industria del espectáculo en la isla luego de más de 16 meses inoperante debido a la pandemia de Covid-19.

“El Caballero de la Salsa” fue una de las figuras que formó parte de esta iniciativa que, entre otras cosas, busca animar y motivar a nuestros atletas, ya que cada pedazo de tela lleva un mensaje especial.

“Tuve la experiencia de participar de esta iniciativa bien bonita de Toyota, ‘La bandera de todos’, donde todos aportamos un pedazo de tela para conformar esta bandera que es la que llevara la delegación de Puerto Rico en los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos. Algunos de esos atletas están aquí esta noche y los quiero reconocer”, expresó Gilberto Santa Rosa para enseguida mencionar a algunos de nuestros deportistas incluyendo a las atletas que conforman el equipo nacional de baloncesto femenino, el cual recibió un fuerte aplauso por parte de los presentes.

El intérprete elogió el trabajo de “las 12 guerreras” que este año harán su debut en los juegos de Tokio, tras su histórica actuación en el AmeriCup, donde obtuvieron medalla de plata. Santa Rosa presentó a cada una con nombre y apellido.

Este momento sirvió para que “El Caballero de la Salsa” interpretara el tema “Isla del Encanto”, en compañía de la joven cuatrista Fabiola Muñoz, de 17 años, quien demostró su talento. Varios de los atletas presentes fueron invitados en ese momento a subir al escenario, saludando y ondeando pequeñas banderitas de Puerto Rico, en lo que representó un momento de gran orgullo para todos los presentes.