Más que de discos, Kany García es una artista del escenario. La cantautora boricua dio argumentos para esta opinión la noche del viernes en el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, San Juan.

En un vídeo que la mostraba ajustándose su corto vestido de lentejuelas azules y doradas, la compositora anunció a las 9:20 de la noche que, a lo largo de cinco pantallas gigantes, los espectadores tendrían acceso a visuales tras bastidores durante el espectáculo, titulado Boleto de entrada. Sin embargo, llegó a la tarima cantando Dime la verdad con un traje blanco cónsono con la pulcritud de su voz en cada nota.

Casi como si hiciera pantomima, la cantante traducía en gesticulación el contenido metafórico de sus canciones, caminaba de lado a lado por el escenario y miraba a sus fanáticos a los ojos, dirigiendo la vista cuidadosamente por cada sección de la versión reducida del Choliseo para tirar besos, durante cada uno de las cerca de dos decenas de temas que interpretó.

Al principio, los espectadores estaban sosos. Esta soledad, un éxito radial, no fue coreada. Al parecer, estaban esperando que Kany les hablara, pues después de hacerlo, se animaron respondiéndole con coros fuertes y ovaciones. Ejemplo de esta química fue Para volver a amar, parte de una campaña contra la violencia doméstica, entonada luego un breve discurso. Una explosión de risas, gritos y una pizca de baile, no obstante, fue la atmósfera predominante al llegar su Amigo en el baño, cerca del final del show.

“Yo creo que lo más valioso para mí en una noche como hoy es pensar en el momento que estamos viviendo y como está Puerto Rico, la economía… Muchos estamos sin trabajo, y que ustedes decidan no pagar el celular, la casa o el carro por estar aquí, eso es lo más bonito y lo más importante”, dijo la cantante cerca de las 10:00.

“¡Que les importe un … haber dejado de pagar algo! ¡Que pare la huelga (en la Universidad de Puerto Rico) y que paren tantas cosas que de verdad no hacen bien!”, agregó.

Estigma de amor, Qué nos pasó y Feliz, esta última acompañada por una batucada, fueron otras de las letras más repetidas por el público sin errores audibles. Mientras tanto, la alegría de la solista contrastaba con su tristeza en los vídeos de estas canciones, proyectados en parte en las pantallas.

“¡Que viva el amor, todo tipo de amor!”, expresó la vocalista luego de unos vídeos en los que hombres declararon su amor de pareja a mujeres y/o otros hombres. También se expresó en contra de la ley migratoria de Arizona por considerarla discriminatoria.

El concierto se extendería por cerca de una hora más y contaría con la participación de los artistas Pedro Capó y Victoria Sanabria en Si tú me lo pides y Mi dueña. Durante la velada, Kany tocó varios formatos de la guitarra acústica, como la acústica y la eléctrica. Además, fue la autora de mensajes pícaros en las pantallas gigantes y tuvo varios cambios de vestimenta.

 
Sólida apertura

Con una voz parecida a la de José Feliciano, Christian Daniel, perteneciente como Kany al sello Sony, mantuvo tranquilos los ánimos a las 8:45. “¡Kany, te adoro, mi vida, eres lo mejor que me ha pasado en la vida!”, dijo el cantautor haciendo gestos románticos y de placer tras finalizar su intervención.

La banda local IAN hizo lo propio a las 8:55 con su fuerte sonido rockero. Ambos teloneros recibieron el favor de la audiencia. Sólo se avistaban unos pocos asientos vacíos; a las 9:00 de la noche, el Choliseo reducido ya casi estaba lleno.

Repertorio

Dime la verdad
Esta soledad
A dónde vas
Eres tú
Para volver a amar
Todo basta
Estigma de amor
12 de noviembre
Feliz
Cuando tú no estás
Te vuelvo a ver
Qué nos pasó
Hoy
Hasta dónde
Esta vida tuya y mía
A dónde fue Cecilia
Si tú me lo pides
Si ya no estás conmigo
Amigo en el baño
Mi dueña
Hoy ya me voy