Durante 45 minutos, toda la atención de las chicas estuvo en la tarima, ubicada en el estacionamiento del Estadio Hiram Bithorn, en Hato Rey, donde el artista emergente demostró la gran energía y carisma que tiene sobre el escenario, en la que fue su primera presentación en Puerto Rico.  

El buen ánimo de las "cruzers" –como fueron bautizadas sus fanáticas– se hizo sentir desde minutos antes de que el exparticipante del concurso de talento "La Banda" irrumpiera en la tarima con los temas "Sígueme y te sigo", "La noche es tuya" y "No sales de mi mente", con las que probó su dominio escénico y dotes como bailarín.

Bastó con un simple saludo para que las niñas enloquecieran. 

"¿Cómo están mis 'cruzers'? Bueno, yo estoy tan emocionado. Gracias a todas por venir", manifestó, provocando alaridos de las asistentes, que apenas soltaron sus teléfonos, con los que grababan y fotografiaban su actuación.

Jaime continuó derrochando seguridad en la tarima al entonar canciones como "Me estoy enamorando" , "Vaiven" y "Stitches". Al terminar esta última, se quitó una chaqueta con gorro negra que llevaba puesta, y se quedó con una camisa de algodón sin mangas del mismo color, que combinó con un pantalón blanco. Dicha acción, hizo delirar y gritar a más de una. 

El cantante continuó con "Little Things", en la que fue acompañado por dos músicos con una guitarra y un cajón, y en la que se pudo apreciar mejor la dulzura de su voz, que en ocasiones fue opacada por el sonido.

Al concluir ese tema, invitó a subir a una de sus fanáticas más fieles, la joven María Teresa Boglio, de 12 años, a quien le dedicó "Night Changes", provocando furor en el público. A sus "cruzers" le agradeció el apoyo que le han brindado al dedicarles "My Angel".

La jornada continuó con canciones como "Love Yourself", "Uptown Funk",  "Danza kuduro" y "La mordidita", con la que puso fin al show. En total, interpretó 15 temas, que ya había entonado durante las galas de "La Banda", y en los que su mamá, Brenda Liz Román, vocalista del grupo de rock en español Sí Señor, tuvo una destacada participación en los coros.  

Cabe destacar que Jaime bailó sobre una estrecha pasarela rodeada de agua, que le permitía aproximarse a sus seguidoras, y de la que pudo haber resbalado si hubiera dado un paso en falso. Ese espacio fue aprovechado por las presentes para dejarle obsequios al artista, en su mayoría, muñecos de peluche. 

Poco antes de comenzar el concierto, Jaime lucía muy tranquilo y confiado, contrario a sus padres que evidenciaban en sus rostros más ansiedad que él. 

"Más que nervioso, estoy feliz de que voy a poder presentarme por primera vez aquí, en Puerto Rico, y de verdad estoy bien emocionado de que esto está pasando", indicó el joven en el vagón donde se preparaba para el show. 

Al terminar su presentación, el también estudiante de la Escuela Especializada en Ciencias y Matemáticas University Gardens, se expresó impresionado con la cantidad de personas que acudió a verlo.

"Estoy bien agradecido de que me hayan dado la oportunidad de estar aquí hoy, de poder presentarme por primera vez en Puerto Rico. Estoy bien agradecido de que tantas personas hayan estado dispuestas a ayudarme con esto", añadió. 

De igual forma, destacó que de su primera actuación aprendió la importancia de ensayar con tiempo y de mantener animada a la gente, y reconoció con humildad que tiene que trabajar sobre su forma de expresarse ante el público porque "me turbé en muchas partes hablando". 

Después de refrescarse y cambiarse la camisa, Jaime bajó del tráiler a saludar a algunas fans y fotografiarse con ellas tras bastidores, mientras otras desde el frente clamaban que este regresara a la tarima.