El cantante Ismael Miranda pensó en su adolescencia que sería un fracaso y que el éxito nunca tocaría a su puerta. A los 16 años, viviendo en la ciudad de Nueva York, bajo unas condiciones económicas difíciles, Miranda dejó de estudiar para vivir a otro ritmo.

En 1966, el artista grabó el tema Rumbón melón, junto a Joey Pastrana, canción que se convirtió en un éxito musical y que le abrió las puertas a eso que pensó que era de unos pocos.

“Yo vengo de una familia bien humilde. Me crié en Nueva York cuando mis padres se fueron a trabajar, mi papá en una finca y mi mamá haciendo blusas en una fábrica. Yo era un niño muy inquieto y no me gustaba mucho la escuela, así que el tener éxito no existía para Ismael Miranda, yo iba a ser un fracaso”, expresó el artista en conferencia de prensa, celebrada este jueves en el restaurante Metropol en Isla Verde.

Pero el éxito lo pilló cantando, primero con Joey Pastrana, después con Larry Harlow, seguido de la Fania All Star y por ahí continuó su andar sereno hasta hoy, que celebra 45 años de trayectoria musical. 

“En todo ese camino, yo encontré que lo yo quería era la música… Recuerdo que le di las malas noticias a mi mamá un día que ella estaba haciendo pasteles en la mesa. Le dije: ‘Yo no voy a ir más a la escuela, pero déjame decirte algo, yo voy a convertirme en un gran artista, y a los seis meses le llevé mi primer disco, y hasta el día de hoy, son 45”, continuó Miranda.

El Niño Bonito de la Salsa narró parte de sus inicios en la música durante la presentación de su nueva producción discográfica Son 45, álbum con el que celebra su aniversario musical, y que fue producido por el cantante Víctor Manuelle.

Miranda señaló que el álbum cuenta con ocho melodías, cuatro de la autoría de Víctor Manuelle y las restantes a cargo de Juan José Hernández, José “Leni” Prieto, Harold Acevedo y Johnny Ortiz.

La nueva producción discográfica tiene la frescura de la salsa actual, pero con la descarga y cadencia de la llamada salsa gorda, que siempre ha distinguido la propuesta musical del artista.

En el álbum, Miranda no solo celebra su carrera, sino que rinde homenaje a sus colegas músicos Bobby Valentín, Richie Ray y Roberto Roena con un sabroso tema titulado Bajo, piano y bongó, de la autoría de Víctor Manuelle, en el que todos participan. 

“Ese tema se va a convertir en algo grande porque ya el sábado que viene viajamos a Miami para el primer espectáculo donde vamos a estar los cuatro haciendo un concierto juntos y donde presentaremos esa canción. Espero que Puerto Rico tome eso en consideración porque la idea de nosotros es seguir haciendo música y a nosotros nos queda mucho por hacer”, manifestó Miranda, quien todavía no tiene fecha para presentar este concepto musical en Puerto Rico.

El cantante, en tanto, indicó que escogió a Víctor Manuelle para realizar este disco de aniversario porque confía en el artista y reconoce su talento.

“Siempre he sido fanático de Víctor y he seguido su carrera y veo por dónde va caminando, por dónde va. Es una persona joven que se ha ocupado por su carrera y estaba seguro que se iba a preocupar por la mía y sentía que necesitaba de alguien me que ayudara a hacer el trabajo”, explicó Miranda ante la mirada de Víctor Manuelle, así como de una decena de amigos que dijeron presente en la presentación del disco, como lo fueron Bobby Valentín, Roberto Roena, Chucho Avellanet, N’Klabe, Alfonso y Julio César Sanabria y hasta el pelotero Juan “Igor” González.

Son 45 incluye temas de corte social, jocosos, de esperanza, pero sobre todo canciones bailables para los fanáticos del artista.

“No es un disco cristiano, es un disco que tiene buenas canciones, buenas letras, temas sociales que tanto hacen falta a Puerto Rico por los problemas que tenemos. Pero también temas jocosos que los puede escuchar todo el mundo. Encima de todo eso, lo que hay es salsa pesá y es la salsa que siempre estamos acostumbrados”, expresó el artista.

Durante la presentación, Miranda enfatizó que la salsa sigue siendo un género sólido a nivel internacional y recordó la importancia de apoyar a los nuevos talentos de este ritmo, que representan la continuidad del género.

El artista, por otro lado, recordó que ya no será aquel niño que comenzó en la música en la ciudad de Nueva York, pero sigue con el mismo entusiasmo y la misma pasión por esa vocación musical, a la que no piensa renunciar.

“Lo que creo es que esto lo puedo seguir haciendo hasta que no pueda hacerlo como lo hago. Creo que todo tiene su final nada dura para siempre, como decía mi hermano Héctor Lavoe. Nosotros sabíamos que íbamos a empezar en 1966 con mi primera grabación, pero en realidad, el cuándo voy a terminar, solamente Dios lo sabe”, concluyó el artista, a quien el éxito le sigue sonriendo.

Son 45 sale a la venta este próximo 7 de septiembre en diversos establecimientos, así como en las tiendas digitales.