Huey Dunbar: “Soy bendecido”
El cantante, quien trabaja en la producción de su próximo álbum, rememora sus orígenes en la música.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Su potencia vocal se convirtió en uno de los atributos distintivos del intérprete Huey Dunbar cuando en la década de 1990 su nombre comenzó a sonar como uno de los favoritos en la música. Primero como parte del grupo DLG (Dark Latin Groove) y luego en sus pasos como solista.
A casi tres décadas de aquellos inicios, éxitos como Yo sí me enamoré, Volveré, No morirá y La quiero a morir son solo algunos de los que el público recuerda con nostalgia y todavía las incluye entre sus preferidos.
Al hablar con el cantante, resulta inevitable evocar los recuerdos. También, que comparta sus planes en la música y su agradecimiento por el cariño del que todavía goza, y que recibe durante sus presentaciones musicales, en la calle y a través de las redes sociales.
“Soy tan afortunado que no tengo una canción ahora mismo nueva en la radio, pero puedo viajar, como he estado viajando este mes y en otros meses también, y me recuerdan”, expresó en entrevista telefónica desde Miami, Florida, donde reside hace dos años junto a su esposa, la artista paraguaya Noemí Amarilla, con quien se casó en 2009, y con sus mellizos (una niña y un niño) de cuatro años.
“Soy bendecido que, con pocos discos en el mercado, tengo la aceptación de la gente”, agregó el vocalista de padre jamaiquino y madre puertorriqueña, quien trabaja en el lanzamiento del clásico de los ochenta De mí enamórate.
Durante la conversación, aflora el orgullo por su herencia boricua.
“Hay memorias que yo tengo de Puerto Rico que son profesionales, pero otras más que son más en familia. Mis abuelos que vivían en Lares, por Mijan, allá arriba”, recordó, y confesó que hace más de una década que no visita la Isla.
Su calendario transcurre con presentaciones en Latinoamérica y en Estados Unidos, donde ha residido toda su vida. También, con días anotados para trabajar en el estudio nuevos temas, en el interés de estrenar un próximo álbum.
“Este nuevo disco que viene va a ser mi séptimo”, manifestó el también compositor haciendo referencia a los tres publicados en sus días en DLG y a los tres como solista. Si bien aclara que todavía evalúa una fecha de lanzamiento, adelantó que incluirá fusiones de salsa y ritmos electrónicos urbanos, y letras que plasman con sutileza la experiencia del romance.
“Hay una manera de hablar de sexo y todo eso que puede ser directo”, observó con relación a la tendencia en años recientes, principalmente en el género urbano. “Pero para mí, la música que yo escuchaba cuando crecía tenía una manera hablar, no necesariamente con elegancia, pero una manera de hablar con poesía, de ‘yo quiero estar contigo’, y eso era en inglés. Cuando yo entro al mercado latino, que yo estaba y todavía estoy aprendiendo esto, la manera, la profundidad con la que se pueden pintar frases en español, vi que es otro nivel”.
El amor por la música comenzó a manifestarse en Eustace Abu Sad Dunbar Rodríguez en su niñez, cuando se criaba en Nueva York.
“Nunca fui a clases de música. Lo más cercano a clases de música que tuve fue en escuela pública, porque yo estaba cantando mucho y la maestra dijo ‘tienes que entrar al coro’, y me pusieron en clases de coro. Traté de ir a High School of Performing Arts y cosas como esas, pero el problema mío es que yo tengo ADHD (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), y tengo un problema en la manera que yo puedo aprender la cosas”, confesó sobre lo que representó un reto en sus deberes escolares. “Nací el 15 de mayo 1974, y en esa época no había tantos programas en Nueva York para ayudar a los niños de esa manera. A veces no estudiaba para algunos de los exámenes y los pasaba, pero en otras materias era malo, pero la música siempre era número uno para mí”.
Las oportunidades se fueron presentando, hasta llevarlo a trabajar con el premiado productor discográfico Sergio George. Contar con una identidad cultural le ayudó a abrazar sus raíces caribeñas.
“Mi experiencia fue tan distinta, de ser puertorriqueño, de no hablar mucho español, de no escuchar mucha salsa, de ser jamaiquino, de vivir en Harlem. Crecí con el pensamiento que yo soy la mitad negro, ¿entiendes? Dentro de mi cerebro pensaba más negro que latino. Ahora mismo es diferente. Yo entiendo que yo soy afrolatino”, reflexionó quien aprendió a hablar español en su adultez. “Pero antes de conocer a Sergio George, que empezó a grabar la música salsa estilo Nueva York, negro, boricua, eso me ayudó a evolucionar, a sentirme más completo como artista y también más conectado a mi cultura por los dos lados. Pienso que es importante entender quién eres para ofrecer un producto, y eso me dio la confianza para hacer todo lo que estoy haciendo”, agregó el intérprete.
Bajo la tutela de Sergio George trabajó en coros para diversos proyectos, incluyendo en temas para India. “Sergio fue mi mentor para hacer lo que estoy haciendo”.
La oportunidad de pertenecer a la agrupación DLG junto con James “Da’ Barba” de Jesús y Wilfredo Crispín surgió a mediados de los noventa. La banda se destacó por su fusión de salsa, hip hop, reggae y r&b. La primera producción discográfica, homónima, se alzó con un Premio Billboard Internacional de Música Latina por álbum del año tropical-salsa. Huey Dunbar comenzó a dejar huella con su fuerza interpretativa, la que plasmó en éxitos como No morirá y Todo mi corazón, entre otros. Su labor continuó con las producciones discográficas Swing On (1997) y Gotcha! (1999).
“Fueron tres discos con el grupo. Supuestamente iba a ser el único disco con DLG, y el segundo disco para Huey iba a ser el disco solista. Pero nadie quería que yo saliera del grupo. Pero el grupo fue formado para que yo pudiera ser solista. Fue un problema y una bendición, porque fue mi universidad”, reflexionó.
Yo sí me enamoré es el título del álbum con el que comenzó su carrera musical en solitario, en 2002. En esta etapa abrazó géneros como el pop latino, el bolero y la balada. A la producción le siguieron Music for my Peoples (2003) y Huey Dunbar IV (2010).
Si bien hace más de una década que no lanza un álbum, el apego a la música se ha mantenido latente. “Yo escribo mucha música, yo compongo, yo hago muchas colaboraciones, pero estaba buscando mi propia manera de lanzarme. Acabo de crear mi propio sello discográfico”, adelantó con ilusión, y compartió detalles sobre su próximo álbum, que ha ido trabajando hace años.
“Tengo el primer sencillo hecho, producido por mí, mi salsa, mi estilo, producido 100% por Huey Dunbar. Grabé todos los músicos y todo eso en California, en un estudio que tenía en un cuarto. Estoy muy feliz”, expresó con marcado entusiasmo. “Estoy a cargo de todo”, reiteró con orgullo.
En el plano personal, confesó disfrutar a plenitud la crianza de sus mellizos, dinámica que vive distinta a cuando en los noventa se convirtió en padre de Justin y Jered, producto de una relación anterior.
“Con mis dos primeros hijos estaba viajando y también salía de la relación. Ellos crecieron sin su padre. Eso fue algo que siempre me afectaba. Tenía tanto éxito, tantos viajes, tantas presentaciones y todo eso, y no me sentía bien. Eso fue un dolor enorme para mí”, lamentó, y resaltó que en la actualidad mantiene muy buena relación con ambos.
“Yo no estaba viviendo con la madre de ellos (los dos mayores). Ahora que yo estoy día a día con los niños entiendo, por ejemplo, cuando mis dos niños quieren que yo entre (a la habitación) para decirme ‘buenas noches, papá’. Ahora, sentir esa experiencia, vivir esas emociones de nuevo, pero en doble sentido, es maravilloso”.